viernes, 24 de noviembre de 2017

LA NOCHE...



La noche se presentaba larga y escurridiza 
y más tras la siesta y el descanso 
que la había precedido. 

Tú dormías a mi lado en un sueño profundo,
aunque de vez en cuando te movías inquieta 
y pronunciabas palabras sin sentido
y producto del sueño. 

Te miraba y escribía.
Buscaba las estrellas que brillan a lo lejos, 
más allá de una luna de plata, 
silenciosa,
que asomaba su cara entre las nubes oscuras. 
Había en el ambiente como una música imperceptible 
que bajaba del cielo y parecía querer
acariciarnos con sus notas. 

Pensaba en ti mientras escribía y te miraba.
Pensaba en aquel día en que te vi llorando 
y con unas lágrimas bajando
por tus mejillas. 
Recordaba ese instante en que te pregunté
por el motivo 
y tú me respondiste con un beso
para cerrar mis labios a las preguntas...

Beso agridulce con lágrimas saladas
y con la tristeza anidando en mi alma
inocente.

Pero la noche acababa de comenzar
y aún quedaban muchas horas.
Horas en que las letras nerviosas
saldrían al cuaderno a protestar,
a gritar a decir, en su escritura,
lo que los labios se negaban 
a decir.
Horas en que los versos se formarían,
sin darse cuenta,
perfilando un poema cruel y sincero.
Horas largas e interminables,
horas en que escucharíamos el latido 
de los corazones
en esa partida irremediable por el tiempo 
que conduce
al alba.

Atrás quedaría el beso y las lágrimas,
la tristeza y los sueños.
Atrás quedaríamos nosotros,
con aquella ilusión y tantos proyectos
que el destino no quiso
llevar a buen puerto.

Recuerdo que vimos las luces llegar,
que recogimos las maletas
y nos subimos al tren,
en vagones diferentes
y en una estación equivocada,
mientras la noche marchaba lejos
con su manto negro de tristeza.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/11/17

16 comentarios:

  1. Muchas veces hemos dejado el tren de larga distancia para coger uno de cercanías... dejando al otro continuar su viaje.
    Maravilloso, amigo Rafael.

    Mil besitos en la noche.

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  2. Hoy tus versos están llenos de amor , pero ese amor que dejas marchar y te preguntas tiempo después ¿por qué? ..la vida , el destino nunca se comprenderán pero hay algo que siempre se queda con uno ..son los recuerdos y en ellos nos quedamos en una noche mirando la luna ..
    Un abrazo y feliz noche de viernes ..deja que la luna haga el resto.

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    1. Los recuerdos siempre quedan anclados en el alma Campirela.
      Un abrazo y sí, dejaremos que la luna nos arrulle. Gracias por tus palabras.

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  3. A veces la vida nos va llevando por caminos diferentes, así es ella, nosotros planeamos y ella decide.

    mariarosa

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  4. gracias por tu paso a mi blog dejando cariñosa palabras .
    hoy tus versos bellos y de añoranza y sueños como la vida misma ...
    abrazos

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    1. Gracias por tu visita Marina.
      Un abrazo y feliz fin de semana.

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  5. Mismo tren, distintos vagones, estaciones diferentes.
    Y de ahí, la lágrima y el poema.

    Abrazos, Rafael.

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    1. Sucede algunas veces, por desgracia, Verónica.
      Un abrazo en la tarde.

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  6. Me encanto esa parte donde las letras nerviosas protestaban , se siente dolor agudo y transfictivo en el poema. Un abrazo Rafael

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    1. Gracias por fijarte en ese detalle de estas letras, Edith.
      Un abrazo.

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  7. Tu poema nos muestra esa pequeña linea que va de la unidad a la separación...El destino nos acerca la amor y después nos separa en distintos caminos. La vida nos prueba la fortaleza interior y el sentimiento de eternidad...Tremendo poema, Rafael.
    Un beso y feliz noche, amigo.

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    1. Gracias por ver todo eso en mis letras María Jesús.
      Un abrazo y feliz noche también para ti querida amiga.

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  8. ¡Que triste es buscar en las estrellas esa energia del alma!, ese amor que entre lagrimas se marcho para no regresar, un poema precioso poeta.
    Abrazo

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    1. Pero las estrellas dan alegría María del Rosario, no lo dudes.
      Un abrazo.

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