jueves, 14 de abril de 2011

QUEDARON ENTERRADOS TANTOS SUEÑOS...


II


Quedaron enterrados tantos sueños
por medio del fusil del atacante,
banderas con el lazo de bramante,
en mástiles partidos como leños.


Quedaron fantasías y diseños
del alma juvenil y delirante;
el joven soñador, hoy caminante,
regresa a los parajes ribereños.


La tierra de ese norte, tan querido,
que guarda la ilusión y la esperanza.
La tierra del trabajo y el latido


precisa del arado y la labranza.
Dejemos el fusil, aborrecido,
caduco y olvidada su venganza.


Rafael Sánchez Ortega ©
14/04/11

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