miércoles, 27 de abril de 2011

VUELVE EL MAR...


Vuelve el mar, ahora, hasta el cuaderno
en una lectura rápida de un poeta
de mi tierra.


¡El mar, la mar...!,
¡cuántas cosas te guardas en tu vientre!...


Yo tengo al mar tan cerca
que es parte de mi vida.
Lo miro y lo aspiro,
lo veo cada día
y sus olas me cubren sin remedio.


Soy un producto del yodo y el salitre,
una mezcla de hombre bañado por el mar,
por este mar azul y verde tan cercano.


Ahora leo a un poeta de aquí,
cuyas raíces también están impregnadas
de las algas
y sigo sus versos y palabras,
para bañarme en ellas,
para sentir la sal y contemplar los movimientos
de las olas,
para contemplar esas galernas centenarias
que cuentan los ancianos,
para ver esos puertos con los mástiles
vacíos de gaviotas,
y ver, también, la ausencia de los trajes azules
de aquellos marineros que, tranquilos,
faenaban en puertos y en bodegas.


Este es mi mar y así lo veo y lo describo,
aunque me duelan muchas cosas,
aunque me parta el alma
lo que dicen otras voces,
aunque la espuma de sus olas me salpiquen
y aunque sus negras fauces me reclamen
y me pidan
unos versos que no tengo...


Porque mi mar, es para mi, la esencia de la vida,
el centro de mi mundo, el alfa y el omega,
el punto de partida y la meta de llegada.


Aquí estás tú, mar, mi mar,
la eterna compañía de mis días,
reloj inseparable de mi alma,
con ese inconfundible movimiento de resacas,
bajamares y mareas;
pleamares que desbordan más allá de lo pensado
y más allá de lo que ocultan los sentidos.


Tú eres ese grito silencioso que me llega
y me susurra,
quien alienta el fiel nordeste con su brisa
y estremeces a mi cuerpo, lo enamoras y acaricias,
lo deseas y lo amas porque fuiste, desde siempre,
el compañero de mi infancia,
el amigo de mis juegos en la arena,
el eterno soñador que contagiaste mis pupilas...


Vuelve mar, ahora a este cuaderno
y vuelve para siempre,
porque siempre has estado, y estarás presente,
en mis letras y en mis versos,
y también entre las gavias y las velas
del recuerdo.


Rafael Sánchez Ortega ©
27/04/11

No hay comentarios:

Publicar un comentario