Que sigue la lluvia
cayendo con ganas,
es algo evidente
al ver los paraguas.
Los cielos muy tristes
son grises con capas,
mantones oscuros
que mojan y calan.
Hay llantos divinos
que entrega sus lágrimas
con tiernos reproches
al niño en su casa.
No temas, le dicen,
la lluvia no es mala,
tan solo te moja,
igual que a las ranas.
Ranitas preciosas
que estáis en las charcas,
calláis con la lluvia
y oís como canta.
Su ritmo es divino,
sin cuerda ni flauta,
tan solo es la lluvia
que afina su arpa.
Son gotas del cielo
que llegan al alma,
suspiros sin nombre
que emiten palabras.
Tú sientes la lluvia
llegar a tu cara,
sus besos calientes
te dejan su carta.
Hay letras y signos
que avivan tu marcha
y ves, en la lluvia,
latir a tu infancia.
¡Oh lluvia divina
que vienes y calmas,
la sed del poeta
que escribe y se calla...!
Rafael Sánchez Ortega ©
15/03/25
¡¡Que bueno Rafael...!!
ResponderEliminarHermosa poesía, bendita lluvia que te inspira tan bellos versos.
Muy linda semana.
Gracias María Rosa.
EliminarAbrazos.
Hacía ya tiempo que no veía tanto paraguas abierto.
ResponderEliminarLa lluvia es inspiración.
Feliz semana.
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
La lluvia siempre que sea moderada es bienvenida.
ResponderEliminarUn poema muy lindo
Buenas noches, feliz descanso.
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz semana.