lunes, 13 de junio de 2011

MI PATRIA FUE VENDIDA POR COBARDES...


Mi patria fue vendida por cobardes,
por tibios aprendices leguleyos
siguiendo las consignas recibidas
del psoe y su cuadrilla de borregos.

Políticos sin cara ni vergüenza
destruyen a mi patria con denuedo,
invocan viejos aires de república
pasando por encima de los muertos.

No saben el origen de mi España,
ni saben distinguir lo verdadero,
en medio de falacias y mentiras
que inventan entre el odio y el veneno.

Llegaron al gobierno sin pensarlo
rompiendo el 11-M que recuerdo,
llevando confusión por las aceras
en medio de protestas y pañuelos.

Decían que la patria precisaba
gobiernos que no mientan ni de lejos,
que fueran, como el agua, transparentes
e hicieran realidad tantos deseos.

Y el pueblo atenazado en la tragedia
creyó a los mentirosos inconfesos,
votando y confiando ante las urnas
a cientos de parásitos y necios.

Ahora, con la rabia acumulada,
explotan las palabras en mi pecho,
al ver como mi patria se deshace,
se rompe y la trituran muchos cuervos.

Políticos de nombre y de sordina,
que hicieron sus fortunas con el euro,
carentes de razón y sin escrúpulos
vendiendo la verdad de mis ancestros.

Yo creo en una España siempre unida
luchando y trabajando cara al viento,
llevando la ilusión y la esperanza
a hombres y mujeres de sus pueblos.

A ellos les dedico este poema
que surge de mis dedos hacia el cielo,
y lleva, con la sangre derramada
el ramo del perdón de aquel infierno.

Podrán los tribunales sentenciarnos
cargarnos de amenazas y silencios,
podrán nuestros políticos cobardes,
de su traición, sentirse satisfechos.

Más no conseguirán, y estoy seguro,
romper nuestra unidad en algo eterno,
en algo que se llama nuestra España
que late y que llevamos muy adentro.

España es la unidad en el destino
trazada por los hombres que venero,
que dieron, más allá de las palabras,
la sangre y el trabajo de su cuerpo.

La sangre para hacer que nuestra patria
luchara y construyera sus recuerdos,
en algo que no borran los caciques,
ni entienden los políticos hambrientos.

¡Qué pena que mi patria se desangre
y marchen a la nada tantos sueños,
por medio de políticos corruptos
y jueces al dictado de sus dedos!

Rafael Sánchez Ortega ©
12/06/11

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