lunes, 19 de mayo de 2014

TIENE MI NIÑA UNOS OJOS...



Tiene mi niña unos ojos,
que no los puedo evitar,
grandes, oscuros y negros,
con el fulgor de un cristal.

Son esos ojos dos fuentes
tan sonrientes que dan,
agua en verano, muy fresca,
con un poquito de paz.

Dejan ternura infinita
como las olas del mar,
ora se elevan al cielo,
ora se funden con sal.

Son dos pupilas inquietas
dejando sueños atrás,
dos corazones temblando
bajo el nordeste fugaz.

Tiene mi niña unos ojos
que no los puedo olvidar,
son como espejos divinos
que están ausentes de mal.

Y esos ojitos que digo
giran al frente y se van,
tras las campiñas sombrías
para encontrar su mitad.

Aunque quizás, en los campos,
dejen las horas pasar,
porque es el mar de los sueños
donde el amor, allí está.

Y es entre moles de espuma,
en la resaca voraz,
donde se encuentra la esencia
de la ternura inmortal.

"...Tiene mi niña unos ojos
que yo quisiera besar,
mientras entono una nana
y que se duerma, sin más..."

Rafael Sánchez Ortega ©
25/04/14

15 comentarios:

  1. Qué tierno eres me cachis en la mar!
    No te valen unos castaños? jeje
    Muchos besos, querido amigo.

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  2. ¡¡Hermoso poema Rafael!!

    Un beso y otro a esa niña que te ha inspirado tan bellamente.


    mariarosa

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  3. Cualquier criatura se merece una nana así, muy linda Rafael, felicidades por este canto a una rosa.
    Un abrazo de buenas noches.

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  4. Belleza y pura ternura.
    Besos y buenas noches poeta.

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  5. Me puedo imaginar perfectamente esos ojazos negros de tu nina, gracias a tu gentil poesia.
    Un abrazote de lunes

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    1. Entonces poco más puedo decirte Natalia.
      Un abrazo.

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  6. dulce dulcísimo poema Rafael
    abrazos

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  7. Un canto lleno de ternura, que nos acuna a todos, Rafael...Mi gratitud por tus poemas, que a veces son bálsamo que nos llenan de paz y plenitud.
    Mi abrazo manchego-madrileño, poeta.
    M.Jesús

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    1. Se agradece tu comentario M.Jesús y me alegra de que mis letras puedan servir como "ese bálsamo" que citas, aunque supongo que las de muchos otros compañeros también lo hacen sin duda alguna.
      Un abrazo desde Cantabria.

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  8. Son los ojos de la inocencia, esos que miran sin prejuicios...

    Una poesía muy paternal, dicho sea en el mejor de los sentidos, o sea, a baba caída...
    Abrazo.

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