martes, 25 de marzo de 2025

6.152 - PASÓ LA BRISA...



Pasó la brisa,

cercana, del nordeste,

dejando besos.


Besó la piel

del niño y del anciano,

con devoción.


También besó,

al hombre y la mujer

que madrugaban.


Besó la brisa

la playa y las resacas

que despertaban.


Y las gaviotas

sintieron ese beso

en su plumaje.


Dejó la brisa

el néctar de las algas

por todas partes.


Y así la mar,

el mar que tanto quiero,

volvió hasta mi.


Abrí los ojos,

sintiendo el dulce beso

en mis mejillas.


Y es que la brisa,

llegaba tras el sueño

como  un regalo.


Pasó la brisa,

de nuevo, en la mañana

con sus caricias.


Rafael Sánchez Ortega ©

23/03/25

lunes, 24 de marzo de 2025

6.151 - SE ROMPIÓ LA MAGIA...



Se rompió la magia

y te vi de cerca,

ibas en silencio

a buscar las letras.


Eran las migajas

que dejaron sueltas

unos ojos claros

y una boca tierna.


Fuiste poesía,

mariposa bella,

y ahora te marchabas

con la miel a cuestas.


Dejas un suspiro

en el alma muerta,

y cristales rotos

que tu faz reflejan.


Hoy las olas lloran

y las algas llegan

con resacas blancas

a buscar la arena.


Y en la dulce playa

dejarán sus huellas,

letras y susurros

de un cruel poema.


Morirá la tarde

y la noche, presta,

volverá con sombras

y sin rima fresca.


Y se irá mi vida

y me iré con ella,

sin final ni inicio

como un mal poema.


Rafael Sánchez Ortega ©

22/03/25

domingo, 23 de marzo de 2025

6.150 - UN NUEVO DÍA...



Un nuevo día

despierta, en la mañana,

con la alborada.


Ya se retiran

las sombras de la noche

hacia otras tierras.


Y se madruga

de nuevo en las aldeas

y las ciudades.


Cantan los gallos

con esa cantinela

tan especial.


Rugen motores

de coches renqueantes

que pasan raudos.


Y por las casas

madrugan los vecinos

y desayunan.


Vuelve la vida,

el tiempo del trabajo

y obligaciones.


También el ocio

regresa a los sentidos

como una droga.


Pero los versos

que anidan en las almas,

también suspiran.


Quieren vivir,

amar la luz del día,

latir con ella.


Rafael Sánchez Ortega ©

21/03/25

sábado, 22 de marzo de 2025

6.149 - DE NUEVO EL VIENTO...



De nuevo el viento,

llegando en la mañana,

deja lamentos.


La nube herida

presenta feo aspecto

y es muy oscura.


Es primavera

y el viento y la tristeza

vienen con ella.


Pero hay gemidos

y gritos desgarrados

del fiero viento.


Está enjaulado

en cárceles de nubes

bajo los cielos.


Quiere ser libre,

correr sobre los campos,

sembrar el caos.


Y, si es posible,

llevar el miedo pronto

por las aldeas.


Hasta los hombres

que buscan, muy nerviosos,

entre las nubes.


Siguen el grito,

el llanto y el gemido:

¡la tempestad!


Rafael Sánchez Ortega ©

20/03/25 

viernes, 21 de marzo de 2025

6.148 - UNA SONRISA...




¿Una sonrisa?,
pediste en la mañana,
para tus ojos.

Fueron mis labios
la luz y la respuesta
de tu pregunta.

Y fue hasta ti,
la aurora y los latidos
del nuevo día.

Éramos jóvenes,
estábamos unidos
y enamorados.

Hoy te recuerdo,
y vivo aquel momento,
con gran nostalgia.

Seguimos juntos,
uniendo nuestros pasos
y nuestras manos.

Y la sonrisa
que brota de mis labios
es para ti.

También la tuya
me ofrece compañía,
¡regala paz!

Y así seguimos,
amando y sonriendo
un nuevo día.

Rafael Sánchez Ortega ©
19/03/25

jueves, 20 de marzo de 2025

6.147 - ME DUELE EL ALMA...



Me duele el alma

decía aquel mendigo

a las palomas...


...Y éstas venían,

coquetas, a su lado,

para escucharle.


Ninguna sombra

de jóvenes y de hombres,

allí acudían.


Estaba solo,

vestido con su ropa

mal remendada.


Y en la conciencia

la bruma de recuerdos

le acongojaba.


Era su voz,

clamando en un desierto

en cualquier parte.


"Me duele el alma",

el eco repetía,

en sus oídos.


Una locura,

su mente transformaba,

sin darse cuenta.


Y aquel clamor

rasgaba los silencios

en la mañana.


El sol decía,

saliendo con la aurora,

"me duele el alma"...


Rafael Sánchez Ortega ©

18/03/25

miércoles, 19 de marzo de 2025

6.146 - ERA UNA PLAZA...



Era una plaza

con bancos y jardines

junto a la iglesia.


Era una torre

con un reloj de sol

que allí dormía.


Era una fuente

con chorros de agua fresca

dando su cante.


Eran tres niños

jugando a las canicas

en una esquina.


Era un abuelo

absorto en sus recuerdos

que sonreía.


Era un mendigo

pidiendo una limosna

a las palomas.


...Y estabas tú,

poeta enamorado,

buscando un verso.


Se resistían,

la vida y sus latidos

a concederlo.


Pero tu sangre

quería ese poema

con una rosa.


"...Es primavera,

decías en silencio,

tiempo de amar..."


Rafael Sánchez Ortega ©

17/03/25