Quiero escanciar tus silencios
y con ellos los suspiros,
las sonrisas temblorosas
de esos labios tan bonitos.
Porque te quiero de veras
es por eso que lo digo,
mientras rozas mi cintura
con tus dedos que son míos.
Por eso busco en la noche
ese lugar tan tranquilo,
esos minutos, sin pausa,
donde te abrazo y te miro.
Miramos luego a los cielos,
a los luceros divinos,
a las estrellas de plata
y a esa lunita que admiro.
Quiero catar tus silencios
como una copa de vino,
para besarte en los labios
y así libar tu cariño.
Robar candores y llantos
con sus rosales y espinos,
tener la gracia infinita
para admirarlos contigo.
Y así cantando y andando
escucharemos los ríos,
y las cascadas y fuentes
que bordarán el camino.
Porque aunque el día se acaba
vuelve la noche y el frío,
para rendir nuestros cuerpos
buscando lecho y asilo.
"...Quiero robar tus silencios
para temblar como el niño,
cuando miraba en la noche
a tus ojitos tan limpios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/16
y con ellos los suspiros,
las sonrisas temblorosas
de esos labios tan bonitos.
Porque te quiero de veras
es por eso que lo digo,
mientras rozas mi cintura
con tus dedos que son míos.
Por eso busco en la noche
ese lugar tan tranquilo,
esos minutos, sin pausa,
donde te abrazo y te miro.
Miramos luego a los cielos,
a los luceros divinos,
a las estrellas de plata
y a esa lunita que admiro.
Quiero catar tus silencios
como una copa de vino,
para besarte en los labios
y así libar tu cariño.
Robar candores y llantos
con sus rosales y espinos,
tener la gracia infinita
para admirarlos contigo.
Y así cantando y andando
escucharemos los ríos,
y las cascadas y fuentes
que bordarán el camino.
Porque aunque el día se acaba
vuelve la noche y el frío,
para rendir nuestros cuerpos
buscando lecho y asilo.
"...Quiero robar tus silencios
para temblar como el niño,
cuando miraba en la noche
a tus ojitos tan limpios..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/04/16