viernes, 31 de agosto de 2012

ERA UN ÁNGEL SIMPLEMENTE...


Era un ángel simplemente,
el guardián del universo,
con sus alas plateadas
y unos ojos color cielo.


La mirada siempre tierna,
de los ángeles sinceros,
era nota dominante
sin pasado ni recuerdos.


Era el sueño de los niños
que colmaba sus anhelos
y el amigo inseparable
que buscaban en sus juegos.


Sus juguetes eran simples,
y en las nubes y en el viento,
recreaba las historias
de los niños tan pequeños.


Era un ángel muy distinto,
soñador y aventurero,
que plasmaba con sus manos
los dibujos de los cuentos.


Una casa abandonada,
un barquito marinero,
el volar de una gaviota
y la luna y su reflejo.


En el pelo muy rizoso
van prendidos dos luceros,
dos rositas perfumadas
que dan vida a su cabello.


Lindo rostro sin arrugas
que nos miras tan contento,
danos hoy esa esperanza,
de tus labios con un beso.


Era un ángel diferente,
revoltoso y muy travieso,
una nota discordante
en la orquesta de los sueños.


Una música sin pausa
escapaba de su pecho
y silbaba por sus labios
a los niños tan inquietos.


Bella música formada
con retales y con ecos,
de otras músicas sin nombre
rescatadas de los ciegos.


De las almas olvidadas
que no tienen alimentos,
y de otras que sí tienen
y que enjuagan sus lamentos.


Era un ángel que soñaba
con pegasos y camellos,
y trazaba con su mano
los dibujos en un lienzo.


Dos ardillas revoltosas
emprendieron el descenso,
a la tierra de los niños
que quedaron boquiabiertos.


Dos ardillas que llegaban,
cual peluches y muñecos,
de aquel ángel, que allá arriba,
les velaba en su desierto.


Y los niños, sorprendidos,
ofrecieron un puchero,
con sus caras de inocencia
aceptando el caramelo.


"...Era un ángel simplemente
y el guardián y jardinero,
que con alas plateadas
vigilaba el firmamento..."


Rafael Sánchez Ortega ©
31/08/12

jueves, 30 de agosto de 2012

YA SUENAN LAS CAMPANAS DE LAS DOCE...


Ya suenan las campanas de las doce
y llaman a la iglesia y a la misa,
el acto que celebran los creyentes
con rezos, oraciones y sonrisas.


Para otros son las doce campanadas
que indican que ha llegado el mediodía,
es la hora de secarse los sudores
buscando en la taberna la sombrilla.


Hay niños que caminan rezagados
y llegan con retraso a la homilía,
hay jóvenes que fuman indolentes
al pie de la bolera muy tranquila.


La fiesta es un extraño componente
de imágenes plasmadas con arcilla,
momentos dibujados por las manos
del sabio creador y del artista.


Un día, en el comienzo de la nada,
los labios de los dioses con su brisa,
crearon estas sombras y estas luces
formando el universo de la vida.


El hombre se formula mil preguntas,
ninguna le parece la concisa,
preguntas y respuestas sin sentido
que nacen de su alma peregrina.


Quizás en los umbrales de la infancia
se encuentre la más clara maravilla,
el mundo de los sueños y colores
que gozan esos niños cada día.


El mundo del eterno interrogante,
y el alba con su forma tan sencilla,
el niño que despierta en la mañana
la infancia de la eterna fantasía.


Seamos como niños, en los sueños,
y nunca renunciemos a la risa,
el lazo de bramante de la infancia
con globos de color y algarabía.


Dejemos que resuenen las campanas
y vayan los creyentes a la cita,
dejemos que otros hombres ya descansen
y busquen en la sombra su caricia.


"...Ya suenan las campanas de las doce,
el día que ha nacido se marchita,
la tarde ya comienza en este instante,
y avanza hacia la noche muy deprisa..."


Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/12

miércoles, 29 de agosto de 2012

ERA UN NIÑO, COMO TANTOS...


Era un niño, como tantos,
que miraba las estrellas
las llamaba por el nombre
que guardaba en su cabeza.

Contemplaba embelesado
tanto brillo sin fronteras,
tanta nota que la noche
le mostraba en su belleza.


Una luna caprichosa
observaba, con sorpresa,
aquel niño que contaba
una a una las estrellas.


Porque el niño, con sus dedos,
las sumaba sin reservas,
a las Osas caprichosas
que asomaban tan coquetas.


Era un niño, como tantos,
un zagal de la pradera,
un juglar tan incipiente
que le hablaba a las estrellas.


"...¿Dónde vais en esta noche
si hay presagio de tormenta,
ya el oeste sopla fuerte
y las nubes son muy negras?


¿Dónde vais con vuestras luces,
estrellitas tan locuelas,
si no alumbran esos ojos
los caminos y callejas?


Las farolas están tristes
y es quizás por la galerna,
están mudas y apagadas
y no sé ni lo que piensan..."


Era un niño que soñaba
más acá de las estrellas,
temeroso y confundido
entre nieblas y cometas.


Susurraba, sin embargo,
unos versos que leyera,
unas letras encantadas
de escritores y poetas.


Unos versos recogidos
en las algas y la arena,
con rumores de resacas
y salitre de mareas.


Y narraban aventuras
de marinos y sirenas,
y de niños y de hombres
que miraban las estrellas.


Era un niño que escribía
y anotaba en su libreta,
todo aquello que pasaba
y surgía muy de cerca.


Los suspiros de los chopos,
el pasar de una gacela,
y hasta el beso compartido
de la brisa en la palmera.


¡Sueños, sueños y más sueños
escapaban dando vueltas,
en las letras de sus dedos
inocentes y tan tiernas!


¡Sueños, sueños de los niños
a los hombres de la tierra,
y que vibren y que lleven
corazones a sus metas!


"...Era un niño, como tantos,
el que hablaba a las estrellas,
con su lengua de peluche
parlanchina y tan amena..."


Rafael Sánchez Ortega ©
29/08/12

martes, 28 de agosto de 2012

LA OTRA NOCHE VI TUS OJOS...


La otra noche vi tus ojos
todos llenos de ternura,
eran ojos muy castaños
y más bellos que la luna.


Desprendían alegría
las pupilas tan oscuras
y brillaban en la noche
dos ojeras diminutas.


Dos ojitos soñadores,
caramelos de dulzura,
dos ojitos que me hablaban
sin hacerme una pregunta.


Y charlaban dulcemente
animando la penumbra,
esos ojos a mis ojos
con palabras muy seguras.


La otra noche vi tus ojos,
parecían aceitunas,
dos diamantes bajo el cielo
por encima de la blusa.


Relucían en tu cara
tan hermosa como nunca,
dos guirnaldas de los dioses
escapadas de su pluma.


Las estrellas, asombradas,
titilaban con la bruma
y asociaban el suceso
a un momento de locura.


Los susurros de las olas,
en la playa, con la espuma,
esperaban la llegada
de resacas vagabundas.


La otra noche vi tus ojos
todos llenos de hermosura,
la carita soñadora
y tu boca pan de azúcar.


Fue un momento tan sublime
en la hora de las brujas,
sin farolas ni candiles
y al amparo de la lluvia.


Dos cometas en el cielo
nos dejaron su ventura,
en las colas tan celestes,
tan sublimes y menudas.


Y tus senos de sirena
se animaron sin ayuda,
al sentir escalofríos
que rozaban en sus puntas.


La otra noche vi tus ojos
compañera de aventuras
y no pude resistirme
a besarlos sin excusa.


Y besé tus ojos lindos,
y lo hice con fortuna,
pues tus ojos devolvieron
otro beso en esa suma.


Yo no sé lo que te dije
con mi lengua tan confusa,
pero sé que mis palabras
eran parcas, como mudas.


Dos ojitos me miraban,
con canela y confitura,
dos ojitos a mis labios
que sin duda los desnudan.


"...La otra noche vi tus ojos
tan hermosos en su cuna,
dos ojitos simplemente
que enamora su lectura..."


Rafael Sánchez Ortega ©
28/08/12

lunes, 27 de agosto de 2012

EN EL LAGO DE LOS SUEÑOS...


En el lago de los sueños
se mezclaron los colores,
unos grises otros verdes,
amarillos y salmones.


Eran versos de la vida,
partituras más bien ocres,
todas llenas de esperanza
por el día y por la noche.


Eran hojas desprendidas
de las hayas y los robles,
con los tonos muy dorados
del otoño que se esconde.


Eran lindas mariposas
que alteraban corazones,
y dejaban mil caricias
al rozarse con las flores.


En el lago de los sueños
hoy los niños no se esconden,
porque juegan y disfrutan
el preludio de ser hombres.


Eran bancos en los parques
alejados de los coches,
con asientos para ancianos
que dan pan a los gorriones.


Eran patos del estanque,
con ardillas en desorden,
y palomas que llegaban
a las migas sin pudores.


Eran gatos saltarines
y perritos dormilones,
que se unían en los juegos
de las águilas y halcones.


En el lago de los sueños
han nacido dos islotes,
dos segmentos de la vida
que se llaman con sus voces.


Eran nubes, en el cielo,
que veían los miopes,
y dejaban mil dibujos
con caprichos de los dioses.


Eran ríos y fontanas
con las truchas y salmones,
sin los cotos y barreras
para usar los pescadores.


Era un grito sorprendente,
"libertad sin condiciones",
porque el hombre nace libre
y eso aspira cual Quijote.


En el lago de los sueños
se han parado los relojes,
y se ve a la Cenicienta
en el baile de las doce.


Era un baile como tantos,
una música sin nombre
y la luna allí bailaba
con el sol de sus amores.


Era un ciervo soñoliento,
un rebaño sin pastores,
un panal de rica miel
y un establo con su porche.


Eran niños y poetas
con el alma de escritores,
tan hambrientos de la vida
que soñaban sus visiones.


"...En el lago de los sueños
hacen guardia los ladrones,
los que roban a la vida
poesías de colores..."


Rafael Sánchez Ortega ©
27/08/12

domingo, 26 de agosto de 2012

PERFUMES Y SONRISAS...


Perfumes y sonrisas
nos dejan hoy las rosas,
aromas sugerentes
que envuelven y que arroban.


Un niño en la campiña
persigue mariposas,
en medio de la infancia
que besa y enamora.


Un hombre desde el puerto
contempla fiel las olas,
las mira y las remira,
suspira con sus notas.


La música y la vida
se juntan y entrechocan,
producen los arpegios
en clave misteriosa.


Perfumes y sonrisas
hoy tomo de tu boca,
y sueño con tus sueños
por islas muy remotas.


Un roble centenario,
con ramas silenciosas,
contempla este paisaje
con versos en su copa.


Los dedos ya se mueven
y escriben esas odas,
las letras que los dioses
dejaron en la alcoba.


Los signos caprichosos
adquieren nuevas formas,
y cierro, sin quererlo,
los ojos sin demora.


Perfumes y sonrisas,
me llegan y me alocan,
pues nublan los sentidos
y el alma se me atora.


Contemplo ensimismado
el cielo y la gaviota,
que marchan en la tarde
a ocaso y a la costa.


Y luego, por la noche,
me quedo con las sombras,
que abrazo y acaricio
sin tiempo y a deshoras.


Por fin, en el silencio,
un cuerpo cobra forma,
su nombre entre mis labios,
tus senos en mi boca...


"...Perfumes y sonrisas
me llegan y me rozan,
y son como recuerdos
locuras sin alforjas..."


Rafael Sánchez Ortega ©
26/08/12

sábado, 25 de agosto de 2012

TU VOZ ME ESTREMECIÓ...


Tu voz me estremeció, como hace tiempo,
no puedo ni querría yo negarlo,
tenían tanto encanto tus palabras
que sólo con oírlas me hice daño.


Llevaba mucho tiempo por la vida
sin prisas y sin pausas, caminando,
viajaba muy ligero de equipaje
ajeno a los recuerdos del pasado.


Buscaba la frescura de las sombras,
en bosques y pequeños altozanos,
y en ellos me aliviaba y confortaba
tratando de seguir pasito a paso.


Cruzaba por las calles y los pueblos
igual que un vagabundo solitario,
"el hombre que dejaba la tristeza
y el niño que buscaba su regalo"


Tu voz me estremeció, lo reconozco,
ahora que me encuentro sano y salvo,
la herida, producida, ya no sangra,
y el pecho de aquel hombre está curado.

Volvieron las alegres golondrinas,
con ellas los azules del verano,
también las mariposas de los cielos
dejando sus colores más preciados.


Los niños arreglaron los cometas,
los globos soñolientos se soltaron,
y todos encarnaron la utopía
de un mundo diferente reencarnado.


A veces tanta rabia nos confunde
mezclando la negrura con los claros,
queremos romper pronto las amarras
de viejos sentimientos marchitados.


Tu voz me estremeció, yo no lo niego,
cubriendo de magnolias mi regazo,
las bellas azucenas del estío
los sueños, tan hermosos, en sus marcos.


Entonces comprendí que la nostalgia
trataba de imponerme su pecado,
la dura penitencia del silencio
marcada por el tiempo y por mis actos.


Más no era yo culpable de tu ausencia,
tampoco el malherido como antaño,
si acaso conservaba la ternura
del niño que te quiso y hubo amado.


El niño que esperaba unas palabras
mirando la ventana de tu cuarto,
el niño enamorado de la luna
contando con sus dedos a los astros.


"...Tu voz me estremeció, como hace tiempo,
es algo que no pude remediarlo,
dejaban hoy tristeza, tus palabras,
mezcladas las mentiras con engaños..."


Rafael Sánchez Ortega ©
25/08/12

viernes, 24 de agosto de 2012

ERAN NOTAS QUE SURGÍAN...


(He visto esta imagen y no he podido resistir la tentación de tomarla... Luego surgieron estos versos.)

Eran notas que surgían
a través de la alambrada,
con los rasgos bajo el cielo,
que trazaban otras almas.


Eran gritos angustiosos
en la voz y la garganta,
de los seres hacinados
que perdieron su esperanza.


Era música sin nombre,
sin violines ni palabras,
de una orquesta silenciosa
conteniendo tanta rabia.


Era el cielo gris oscuro
y el telón de la templanza,
con girones azulados
asomando en la distancia.


Eran hombres prisioneros
sin delitos y sin causas,
por haber nacido solo
en la tierra equivocada.


Era un mundo indiferente
sin valores y sin ganas,
que miraba por el hombro
los problemas de su casa.


Eran campos de extermino
los destinos sin paradas,
de banderas exigiendo
la pureza de una raza.


Era absurdo aquel momento
que hoy recuerdo entre mis lágrimas,
solo al ver la nota triste
que hay prendida en la alambrada.


...Y es por eso porque nacen
estos versos, como alarmas,
cuando he visto fugazmente
esta imagen desgarrada.


Yo no quiero que sucedan
esos tiempos que narraba,
ni que afloren nuevos campos
que estremezcan a las almas.


Porque el hombre nace libre
sin tiranos ni batallas,
y un trabajo solo implora
por ganarse la soldada.


Hoy nos sobran pensadores,
organismos y falacias,
compañeros y promesas
con vacío en las entrañas.


"...Eran notas que surgían,
cual veladas telarañas,
sobre alambres, con espinos,
de una música callada..."


Rafael Sánchez Ortega ©
24/08/12

jueves, 23 de agosto de 2012

NO OLVIDO...


No olvido que la vida se compone
de risas, con dolor y sufrimientos,
y en ella solo existe y se conserva,
la huella polvorienta del recuerdo.


Hay voces que se escuchan en la noche
y son las tonadillas y el flamenco,
mezcladas con rasgueos de guitarras
tan llenos de utopías y arabescos.


Hay pájaros que vuelan sin descanso,
milanos y alcatraces al acecho,
gorriones que se acercan a las fuentes
y cuervos con plumajes más bien negros.


No olvido que la tierra y la campiña
conservan el sudor de los ancestros,
aquellos que nos dieron nuestros nombres,
la vida y los primeros alimentos.


Hay sombras que nos dejan los cipreses
y ofrecen sus caricias con un beso,
alivian a la piel de los sudores
dejando sensaciones y aire nuevo.


Hay muchas marionetas en la vida
que buscan sin cesar el caramelo,
la rosa inexistente y el suspiro
que escriben los autores en los cuentos.


No olvido que la vida es poesía
y todo es admisible entre los versos,
amores, desamores y peleas,
y eternas mariposas de los sueños.


Hay algo que embelesa y estremece
y acerca corazones sin remedio,
la dulce sensación de aquel quien ama
y busca al ser amado con ahelo.

Entonces no hacen falta las preguntas
y sobran las palabras y pañuelos,
las lágrimas que brotan no peligran
pues son de corazones muy sinceros.


No olvido corazón, cuánto has sufrido,
ni olvido las heridas de tu pecho,
aquellas que otro pecho te infligiera
quedando malherido y tan enfermo.


Levanta ya si puedes la cabeza
y mira nuevamente hacia los cielos,
tendrás en ese espacio lo que buscas
la luz inmaculada de los ciegos.


La música de autores inmortales,
violines desgranando sus arpegios,
los órganos de notas tan pausadas
y flautas mancillando los silencios.


"...No olvido corazón, que en esta noche,
tú tienes que saber cuánto te quiero,
y quiero que me aceptes sin palabras
al pie de la farola de tus sueños..."


Rafael Sánchez Ortega ©
23/08/12

miércoles, 22 de agosto de 2012

QUIZÁS ME EQUIVOQUÉ...


Quizás me equivoqué
ayer, y por la noche,
al confundir sin más
deseos y pasiones.

Susurros que en el pecho
nacían con un nombre,
y en ellos la caricia
con voces en desorden.


Suspiros de las almas,
latidos de los hombres,
escritos de poetas
con versos uniformes.


Dos gramos de locura
confirman las acciones,
y son de las pupilas
que escuchan y se esconden.

Quizás me equivoqué
mirando los relojes,
giraban sin agujas
y daban ya las doce.


La hora de las brujas,
de hadas y de bosques,
de gnomos y de elfos
de cisnes y dragones.


Extrañas fantasías
de niños y mayores,
de jóvenes amantes
y ancianos que ven doble.


Así son los escritos
que forman los renglones,
las letras alocadas
que surgen con temblores.

Quizás me equivoqué
hablando sin dar voces,
vendiendo mercancía
caduca y en jirones.


Es cierto que es locura
cambiar los corazones,
a cambio del mendrugo
de ricos y de pobres.


Se tiene una sonrisa
y el pelo con mechones,
dos labios temblorosos
que besan sin rubores.


Dos ojos que destilan
dos lágrimas sin orden,
que bajan cuello abajo
camino del escote...


Quizás me equivoqué
ayer, con mis dolores,
tratando de mezclar
los sueños con gorriones.


Las rimas sevillanas
trazadas por autores,
que están en los jardines,
en calles y balcones.


El arpa silenciosa,
el órgano tan noble,
la eterna golondrina
surcando el horizonte.


El parque de los sueños,
las hayas y los robles,
encinas centenarias
con musgos y con flores.


"...Quizás me equivoqué
y espero me perdones,
cajita que en el alma
alivias mis dolores..."


Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/12

martes, 21 de agosto de 2012

YO TE ALQUILO UN CORAZÓN...


Yo te alquilo un corazón
todo lleno de remiendos,
con canciones y con nanas
y plagado de mil sueños.


...Hace años, siendo un niño,
disfrutaba con los cuentos,
los que hablaban de princesas,
y de gnomos muy traviesos.


Me veía en los castillos
y también en los desiertos,
combatiendo en sus murallas
y librando prisioneros.


Otras veces, en los mares,
navegaba a sotavento,
y luchaba con piratas
sin escrúpulos ni miedo.


He pasado por las plazas,
de las villas y los pueblos,
y he subido a catedrales
para huir de los infiernos.


Algún día, por los campos,
he escuchado a los jilgueros,
con sus cantos y sus trinos
y esa mezcla de misterio.


He observado mariposas
que llegaban en su vuelo,
con las alas coloridas
y un mensaje con mil besos.


Yo te alquilo un corazón,
que aunque usado sigue eterno,
va cansado y con heridas
por la vida y por el tiempo.


Hace años, muchos años,
en verdad ni los recuerdo,
yo quería ser poeta
y escribir en mi cuaderno.


Escribir a las estrellas,
a los astros y a los vientos,
a las lágrimas fugaces
que corrían por los cielos.


Y quería conocer
al Quijote tan enhiesto,
que buscaba a Dulcinea
por la Mancha con denuedo.


En Noviembre me acercaba
al Don Juan y caballero,
conquistando a Doña Inés
con Zorrilla siempre atento.


¡Tantas noches de batallas,
de peleas a destiempo,
con pasiones retenidas
en los patios y colegios!


He pagado la factura,
y hoy ya tengo un traje nuevo,
aunque el alma esté cansada
y precise blando lecho...


"...Yo te alquilo un corazón
en que encuentres tus anhelos,
las caricias y las nanas,
con tus besos, son el precio..."


Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/12

lunes, 20 de agosto de 2012

HOY VI DOS MARIPOSAS EN EL PORCHE...


Hoy vi dos mariposas en el porche
colgando y peleando con el viento,
saltaban impulsadas por la brisa
bañadas por la luz y los reflejos.


Al verlas comprendí que la alegría
tenía un componente que no entiendo,
quizás el aleteo de unas alas
de alguna mariposa con su vuelo.


Quizás en la carita de una niña
que ensaya en sus morritos el puchero,
y quiere que la gocen y la atiendan
los ojos de los padres tan atentos.


Es fácil que tengamos la alegría
después de culminados nuestros sueños,
y puede que descansen nuestras almas
al fin de las promesas y los miedos.


Hay rastros de sonrisas en el aire
y nubes de colores polvorientos,
el rojo y el granate en el ocaso
y, al alba y mediodía el marinero.


Existe la sonrisa azul celeste,
el verde azul marino y ceniciento,
la nota y la sonrisa de los mares
que cubre con su manto tan sereno.


Más vuelvo a las tranquilas mariposas
que estaban en el porche con sus juegos,
ajenas a sonrisas y palabras
nacidas en mi loco pensamiento.


Y vuelvo recordando sus orígenes,
regalos de una mano a quien yo quiero,
envueltas en abrazos y caricias
con voces susurrantes y con besos.

Retorno a tantas noches compartidas
tratando de acercarnos con los versos,
la voz de los poetas inmortales
dejando entre nosotros sus recuerdos.


Un día se acabaron las lecturas,
sin voces, sin adioses y lamentos,
quedaron con los versos olvidadas
cubiertas con el polvo y el silencio.


Quedaron, como quedan los amantes,
después de la batalla de los lechos,
cansados y esperando que otra noche
la sangre y la pasión surjan de nuevo.


¡Ay tierno corazón que así te expresas,
no busques mariposas con tus dedos,
las tienes en el porche de tu casa
y esperan que las lleves a tu pecho!


Rafael Sánchez Ortega ©
20/08/12