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martes, 31 de diciembre de 2013
TE BESO...
Te beso y te succiono los pezones
en un intento fiel y apasionado
de acercarme hasta tu carne.
Quiero sentir mis labios en tu cuerpo
y recorrer tus senderos con mi lengua,
quiero bajar por el valle del silencio
bordeando las riberas
de tus senos sugerentes.
Ellos dirán si el precio a pagar
es el correcto
y si el manjar apetecido y delicioso
está a punto y bien servido
para obtener la pasión y la lujuria
a través de los sentidos.
Mis labios dictarán el premio que reclaman,
pues precisan de ese roce de mis besos,
de ese muerdo tan sutil y tan preciso
que acelere los ardores de tus venas.
Y es tu sangre la que, entonces,
pedirá y reclamará
que la bese sin descanso,
que prolongue este tormento
con el beso y la caricia, de tus senos.
Yo pretendo continuar el recorrido
y avanzar en el desierto encadenado
de tu sexo,
donde gritan las pasiones muy febriles
y también donde, el deseo,
ve la luz entre tus muslos.
Y es allí donde se encuentran los sedientos,
donde llegan a embriagarse
y saciarse con tu agua,
donde buscan ese néctar delicioso
que se escapa de la fuente de tu nombre.
Y ellos gritan mil susurros
intentando conquistarte,
sin saber que tú no existes,
pues estás en mi presencia emergiendo
de otro lienzo con mis besos de cristal
entre tus labios.
Yo perfilo tu figura con mis besos
y despojo de tu cuerpo los vestidos
y la ropa,
y te digo que me mires,
(y te miro en un instante),
para amarte y alcanzar el paraíso,
los dos juntos,
en un mundo de utopía e ilusiones,
donde sobran las palabras.
Rafael Sánchez Ortega ©
31/12/13
AUN, NO SÉ...
Aun no sé, si debajo la escalera,
puede haber un regalo o las cenizas,
como premio y castigo por el año
de estos días, tan cortos, que terminan.
Me tendré que vestir con la paciencia
y esperar esa fecha tan bonita,
donde llegan los Reyes en la noche
y nos dejan la caja merecida.
Puede ser el carbón tan detestado
o quizás una simple poesía,
puede ser que las sombras, y el silencio,
den lugar a preciosas margaritas.
Porque todos queremos mil regalos,
mil deseos de cosas de la vida,
pero pocos cambiamos esos premios
por un beso de amor y una sonrisa.
Ya se acercan los Reyes, paso a paso,
van detrás de la estrella que les guía,
a un Portal diferente y más bien pobre,
pero lleno de Amor y de alegría.
En la noche resuenan las zambombas
de zagales que marchan muy deprisa,
hay guitarras que rasgan a lo lejos
y una voz que desgrana letanías.
Villancicos se escapan de la tierra
a ese Dios que ha nacido de María,
las cigarras se unen a este canto
con el Niño durmiendo en su cunita.
Se estremecen las almas de los hombres
al sentir en sus venas tanta dicha,
y hasta piden que cesen las batallas
y florezcan los campos cada día.
"...Aun no sé, si debajo la escalera
puede estar la corona o la polilla,
pero sé, que en Belén, quedó el mensaje,
la respuesta de Amor, que yo pedía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/13
puede haber un regalo o las cenizas,
como premio y castigo por el año
de estos días, tan cortos, que terminan.
Me tendré que vestir con la paciencia
y esperar esa fecha tan bonita,
donde llegan los Reyes en la noche
y nos dejan la caja merecida.
Puede ser el carbón tan detestado
o quizás una simple poesía,
puede ser que las sombras, y el silencio,
den lugar a preciosas margaritas.
Porque todos queremos mil regalos,
mil deseos de cosas de la vida,
pero pocos cambiamos esos premios
por un beso de amor y una sonrisa.
Ya se acercan los Reyes, paso a paso,
van detrás de la estrella que les guía,
a un Portal diferente y más bien pobre,
pero lleno de Amor y de alegría.
En la noche resuenan las zambombas
de zagales que marchan muy deprisa,
hay guitarras que rasgan a lo lejos
y una voz que desgrana letanías.
Villancicos se escapan de la tierra
a ese Dios que ha nacido de María,
las cigarras se unen a este canto
con el Niño durmiendo en su cunita.
Se estremecen las almas de los hombres
al sentir en sus venas tanta dicha,
y hasta piden que cesen las batallas
y florezcan los campos cada día.
"...Aun no sé, si debajo la escalera
puede estar la corona o la polilla,
pero sé, que en Belén, quedó el mensaje,
la respuesta de Amor, que yo pedía..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/12/13
NO PUEDO SOPORTAR LA HIPOCRESÍA...
No puedo soportar la hipocresía
que emana en la penumbra de la iglesia,
por seres ambiciosos y cobardes
que mienten sobre Dios y la tristeza.
Es fácil convertir la incertidumbre
en foco de atención a la palestra,
y es fácil confundir los sentimientos
de gentes y personas que allí rezan.
No culpo a las personas de esta causa
que llevan su oración entre la lengua,
confían en un halo de esperanza
que traiga a sus oídos la respuesta.
Yo culpo, como antaño al fariseo,
que miente en el amor y lo que encierra,
y miente ante el espejo de su vida
que encierra sus mentiras con cadenas.
Si buscas el Amor no te preocupes
y mira simplemente en las aceras,
o mira por las noches a los cielos
y puede que lo encuentres en la estrella.
Si quieres confesarte los pecados
empieza enumerarlos y no temas,
a Dios le encontrarás en cualquier parte
y acaso, sin querer, le tendrás cerca.
Evita la soberbia de las gentes
y sé tú el receptor de la leyenda,
aquella que entregaron hace años,
un día, en un Belén, allá en Judea.
Las ropas dignifican a los hombres
y ocultan desnudeces y vergüenzas;
pasamos por la vida en un segundo
para ir a reposar entre tinieblas.
"...No puedo soportar la hipocresía
que anula el corazón y la conciencia,
el hombre debe amar y ser amado
buscando en el Amor la llama eterna..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/12/13
que emana en la penumbra de la iglesia,
por seres ambiciosos y cobardes
que mienten sobre Dios y la tristeza.
Es fácil convertir la incertidumbre
en foco de atención a la palestra,
y es fácil confundir los sentimientos
de gentes y personas que allí rezan.
No culpo a las personas de esta causa
que llevan su oración entre la lengua,
confían en un halo de esperanza
que traiga a sus oídos la respuesta.
Yo culpo, como antaño al fariseo,
que miente en el amor y lo que encierra,
y miente ante el espejo de su vida
que encierra sus mentiras con cadenas.
Si buscas el Amor no te preocupes
y mira simplemente en las aceras,
o mira por las noches a los cielos
y puede que lo encuentres en la estrella.
Si quieres confesarte los pecados
empieza enumerarlos y no temas,
a Dios le encontrarás en cualquier parte
y acaso, sin querer, le tendrás cerca.
Evita la soberbia de las gentes
y sé tú el receptor de la leyenda,
aquella que entregaron hace años,
un día, en un Belén, allá en Judea.
Las ropas dignifican a los hombres
y ocultan desnudeces y vergüenzas;
pasamos por la vida en un segundo
para ir a reposar entre tinieblas.
"...No puedo soportar la hipocresía
que anula el corazón y la conciencia,
el hombre debe amar y ser amado
buscando en el Amor la llama eterna..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/12/13
DEJARÉ QUE EL SILENCIO...
Dejaré que el silencio
se marchite en el alma,
y con él las promesas
de tus bellas palabras.
Me mentiste aquel día
y lloré por tu causa,
por negar la evidencia
que ante mí se mostraba.
Eras flor primorosa
y sabías tu gracia,
te rondaban los cuervos
con pasión y con ganas.
Y volaste a su lado
y lloré en la distancia,
al perder el latido
de tu pecho que amaba.
Dejaré que el silencio
ponga fin a la magia,
al embrujo silente
de tus dedos de plata.
Seguiré mi camino
que conduce a la nada,
a ese duro desierto
donde el alma se apaga.
Y allí mismo, desnudo,
gritaré en la distancia,
saciaré los sentidos
cual sediento sin agua.
Llevo espinas hirientes
en el pecho clavadas,
y una espada de hielo
tengo ya en las entrañas.
Dejaré que el silencio
haga suya esta guardia,
este adiós sin retorno,
de tu viaje y tu marcha.
Porque así lo quisiste
y rompiste la amarra,
que te ataba a mi lado
con su lazo de laca.
Sentiré que estás lejos,
más allá de la plaza,
más allá de la aldea
con tu trenza dorada.
Y al final, como siempre,
sentiré que me falta,
ese viento sublime
con la brisa que abrasa.
"...Dejaré que el silencio
ponga fin a mis lágrimas,
y al eterno vacío
de tu ausencia y tu barca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/13
se marchite en el alma,
y con él las promesas
de tus bellas palabras.
Me mentiste aquel día
y lloré por tu causa,
por negar la evidencia
que ante mí se mostraba.
Eras flor primorosa
y sabías tu gracia,
te rondaban los cuervos
con pasión y con ganas.
Y volaste a su lado
y lloré en la distancia,
al perder el latido
de tu pecho que amaba.
Dejaré que el silencio
ponga fin a la magia,
al embrujo silente
de tus dedos de plata.
Seguiré mi camino
que conduce a la nada,
a ese duro desierto
donde el alma se apaga.
Y allí mismo, desnudo,
gritaré en la distancia,
saciaré los sentidos
cual sediento sin agua.
Llevo espinas hirientes
en el pecho clavadas,
y una espada de hielo
tengo ya en las entrañas.
Dejaré que el silencio
haga suya esta guardia,
este adiós sin retorno,
de tu viaje y tu marcha.
Porque así lo quisiste
y rompiste la amarra,
que te ataba a mi lado
con su lazo de laca.
Sentiré que estás lejos,
más allá de la plaza,
más allá de la aldea
con tu trenza dorada.
Y al final, como siempre,
sentiré que me falta,
ese viento sublime
con la brisa que abrasa.
"...Dejaré que el silencio
ponga fin a mis lágrimas,
y al eterno vacío
de tu ausencia y tu barca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/13
lunes, 30 de diciembre de 2013
LAS PENAS...
Las penas las lleva el viento,
las lágrimas van al mar,
las sonrisas al silencio
y los labios tienen sal.
Yo te busco, en esta tarde,
y en el viento del lugar
en el llanto y la sonrisa
de tus labios de cristal.
Y persigo los latidos
de tu pecho singular,
hay en ellos azucenas
con la magia del tic-tac.
Tú me miras sonriendo,
yo te miro sin parar,
porque aspiro tus suspiros
con los besos que me das.
Las penas las lleva el viento,
los recuerdos al desván,
las nostalgias ya se duermen
y no dejas de soñar.
Sueña el hombre y sueña el niño
con el viento y huracán,
de nostalgias y galernas
de un pasado que se va.
Más yo sueño con tu cuerpo,
tan divino y especial,
con la risa y el encanto
de tu boca peculiar.
Veo el seno que se agita
cuando tiembla de verdad,
como late apresurado
cuando siente mi llegar.
Las penas las lleva el viento
la fortuna el huracán,
la inocencia se marchita
como avena en un trigal.
Sueña el pobre y sueña el rico
con la sopa y con el pan,
con el plato de esperanza
que es comida en Navidad.
Más yo busco entre los sueños
y me digo dónde estás,
dónde vuelas mariposa
con tus alas de cristal.
Tú me miras tan coqueta
y no dejas de volar,
y en tus sueños me transportas
por el mundo hacia la paz.
"...Las penas las lleva el viento,
las cenizas la ciudad,
yo te busco y tú me esperas
con un beso muy real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/13
las lágrimas van al mar,
las sonrisas al silencio
y los labios tienen sal.
Yo te busco, en esta tarde,
y en el viento del lugar
en el llanto y la sonrisa
de tus labios de cristal.
Y persigo los latidos
de tu pecho singular,
hay en ellos azucenas
con la magia del tic-tac.
Tú me miras sonriendo,
yo te miro sin parar,
porque aspiro tus suspiros
con los besos que me das.
Las penas las lleva el viento,
los recuerdos al desván,
las nostalgias ya se duermen
y no dejas de soñar.
Sueña el hombre y sueña el niño
con el viento y huracán,
de nostalgias y galernas
de un pasado que se va.
Más yo sueño con tu cuerpo,
tan divino y especial,
con la risa y el encanto
de tu boca peculiar.
Veo el seno que se agita
cuando tiembla de verdad,
como late apresurado
cuando siente mi llegar.
Las penas las lleva el viento
la fortuna el huracán,
la inocencia se marchita
como avena en un trigal.
Sueña el pobre y sueña el rico
con la sopa y con el pan,
con el plato de esperanza
que es comida en Navidad.
Más yo busco entre los sueños
y me digo dónde estás,
dónde vuelas mariposa
con tus alas de cristal.
Tú me miras tan coqueta
y no dejas de volar,
y en tus sueños me transportas
por el mundo hacia la paz.
"...Las penas las lleva el viento,
las cenizas la ciudad,
yo te busco y tú me esperas
con un beso muy real..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/13
domingo, 29 de diciembre de 2013
NO ES POSIBLE QUERER SIN QUE TE QUIERAN...
No es posible querer sin que te quieran
y esperar cada día una palabra,
sin que llegue un suspiro a tus oídos
que a los mismos los llene de esperanza.
Imagina lector, que estás de viaje
y el amor ha rozado tu ventana,
y hasta piensa lo mucho que se siente
y se sufre, a la vez, por esa causa.
Imagina que un hada te ha tocado
con su mano de plata y con su magia,
y te encuentras sediento de cariño
de una imagen de niña enamorada.
Es posible que pierdas la cabeza
y hasta tiembles y olvides la nostalgia,
cuando busques razón a los latidos
que golpean tu pecho con gran saña.
No es posible querer sin que te quieran
embriagado de sueños y resacas,
mientras miras pasar las mariposas
con un nudo precioso que te embarga.
Pero debes medir las emociones,
retener, sin dudar, el pentagrama,
y escuchar a esa música de fondo
que nos dejan, de noche, las cigarras.
Es cruel perseguir una utopía
y sentir la respuesta de la nada,
cuando tú te has volcado, con denuedo,
en secar las pupilas de unas lágrimas.
Pero así es el amor, mal que nos pese,
y así son los Quijotes de una Mancha,
aunque ahora se vistan de poetas
y hasta escriban con pluma ya quebrada.
"...No es posible querer sin que te quieran,
te repito y me digo sin metáforas,
porque amar es sentir al ser amado
y escuchar su susurro en la distancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/13
y esperar cada día una palabra,
sin que llegue un suspiro a tus oídos
que a los mismos los llene de esperanza.
Imagina lector, que estás de viaje
y el amor ha rozado tu ventana,
y hasta piensa lo mucho que se siente
y se sufre, a la vez, por esa causa.
Imagina que un hada te ha tocado
con su mano de plata y con su magia,
y te encuentras sediento de cariño
de una imagen de niña enamorada.
Es posible que pierdas la cabeza
y hasta tiembles y olvides la nostalgia,
cuando busques razón a los latidos
que golpean tu pecho con gran saña.
No es posible querer sin que te quieran
embriagado de sueños y resacas,
mientras miras pasar las mariposas
con un nudo precioso que te embarga.
Pero debes medir las emociones,
retener, sin dudar, el pentagrama,
y escuchar a esa música de fondo
que nos dejan, de noche, las cigarras.
Es cruel perseguir una utopía
y sentir la respuesta de la nada,
cuando tú te has volcado, con denuedo,
en secar las pupilas de unas lágrimas.
Pero así es el amor, mal que nos pese,
y así son los Quijotes de una Mancha,
aunque ahora se vistan de poetas
y hasta escriban con pluma ya quebrada.
"...No es posible querer sin que te quieran,
te repito y me digo sin metáforas,
porque amar es sentir al ser amado
y escuchar su susurro en la distancia..."
Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/13
sábado, 28 de diciembre de 2013
IN MEMORIAM - MAXIMINO FERNANDEZ SIERRA.
(A Maxi...)
Te fuiste en silencio
dejándonos solos,
con pasos furtivos
y adioses muy sordos.
Marchaste a otra vida
sin penas ni antojos,
envuelta en misterio
y diálogos rotos.
Dejaste las letras
en manos de otros,
también compañeros
un tanto ojerosos.
La pluma y los dedos
cesaron de pronto,
y así, tu cuartilla,
quedó en el reposo.
Quedó en el silencio
tu voz y tu asombro,
al ver este mundo
de letras sin fondo.
En él sonreíste
subiéndote a bordo,
surcaste sus mares
y fuiste piloto.
Patrón de navío,
grumete de foto,
pirata en tus versos,
juglar sin retorno.
Y allí coincidimos,
siguiendo el tesoro,
del mar y las letras
un día de otoño.
Hablaste de sueños
en diálogos locos,
también de escaleras
que son un adorno.
Más un horizonte,
con sol tembloroso,
te dio sus latidos
y versos tan rojos.
Sacaste la lira,
la rima de a ocho,
y un bello romance
trazaste a lo loco.
No sé qué locura
causó el terremoto
de hacer que escribieras
a tantos devotos.
"...Te vas en silencio
detrás de los chopos,
los ángeles velan,
rezamos nosotros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/12/13
dejándonos solos,
con pasos furtivos
y adioses muy sordos.
Marchaste a otra vida
sin penas ni antojos,
envuelta en misterio
y diálogos rotos.
Dejaste las letras
en manos de otros,
también compañeros
un tanto ojerosos.
La pluma y los dedos
cesaron de pronto,
y así, tu cuartilla,
quedó en el reposo.
Quedó en el silencio
tu voz y tu asombro,
al ver este mundo
de letras sin fondo.
En él sonreíste
subiéndote a bordo,
surcaste sus mares
y fuiste piloto.
Patrón de navío,
grumete de foto,
pirata en tus versos,
juglar sin retorno.
Y allí coincidimos,
siguiendo el tesoro,
del mar y las letras
un día de otoño.
Hablaste de sueños
en diálogos locos,
también de escaleras
que son un adorno.
Más un horizonte,
con sol tembloroso,
te dio sus latidos
y versos tan rojos.
Sacaste la lira,
la rima de a ocho,
y un bello romance
trazaste a lo loco.
No sé qué locura
causó el terremoto
de hacer que escribieras
a tantos devotos.
"...Te vas en silencio
detrás de los chopos,
los ángeles velan,
rezamos nosotros..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/12/13
viernes, 27 de diciembre de 2013
ME PARTE EL CORAZÓN SABER QUE SUFRES...
Me parte el corazón saber que sufres
por causas de la vida tan diversas,
no sé si mi palabra es un calmante
y menos si mis versos y poemas.
Más quiero que proclamen lo que siento,
que griten a la luna y las estrellas,
que acudan a tus labios temblorosos
y dejen, en los mismos, hoy sus fresas.
Ignoro si la fiebre provocada
desciende con los besos y las letras,
más quiero que las veas a tu lado
igual que mariposas soñolientas.
Yo quiero que te arranquen la sonrisa,
que lleven su perfume a tu presencia,
que veas a los sueños de la infancia
si acaso, entre las lágrimas, más cerca.
Me parte el corazón saber que sufres
y pienso en qué podría hacer, si fuera,
el hombre de tus sueños invisible
y el dedo que perfila tu silueta.
Quizás yo temblaría como el niño
que busca en el Quijote a Dulcinea,
quizás murmuraría en un susurro
palabras para el alma en estas fechas.
Yo quiero que percibas mis palabras,
suspires con mis versos, que te ofrezcan,
la hermosa sinfonía de la vida
que dejan las heridas entreabiertas.
Porque es el corazón el que está herido
carente de ilusión y ya sin fuerzas,
la sangre que precisa de energías
y un rayo de esperanza en la vereda.
"...Me parte el corazón saber que sufres
y empaña tu alegría la tristeza,
yo quiero en esta hora estar contigo
y ser tu confidente sin reservas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/13
por causas de la vida tan diversas,
no sé si mi palabra es un calmante
y menos si mis versos y poemas.
Más quiero que proclamen lo que siento,
que griten a la luna y las estrellas,
que acudan a tus labios temblorosos
y dejen, en los mismos, hoy sus fresas.
Ignoro si la fiebre provocada
desciende con los besos y las letras,
más quiero que las veas a tu lado
igual que mariposas soñolientas.
Yo quiero que te arranquen la sonrisa,
que lleven su perfume a tu presencia,
que veas a los sueños de la infancia
si acaso, entre las lágrimas, más cerca.
Me parte el corazón saber que sufres
y pienso en qué podría hacer, si fuera,
el hombre de tus sueños invisible
y el dedo que perfila tu silueta.
Quizás yo temblaría como el niño
que busca en el Quijote a Dulcinea,
quizás murmuraría en un susurro
palabras para el alma en estas fechas.
Yo quiero que percibas mis palabras,
suspires con mis versos, que te ofrezcan,
la hermosa sinfonía de la vida
que dejan las heridas entreabiertas.
Porque es el corazón el que está herido
carente de ilusión y ya sin fuerzas,
la sangre que precisa de energías
y un rayo de esperanza en la vereda.
"...Me parte el corazón saber que sufres
y empaña tu alegría la tristeza,
yo quiero en esta hora estar contigo
y ser tu confidente sin reservas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/13
jueves, 26 de diciembre de 2013
HAY UN GUIÑO SUTIL DE LAS ESTRELLAS...
Hay un guiño sutil de las estrellas
que me deja en el mundo de la infancia,
con los sueños buscados con paciencia
por jardines floridos y en las plazas.
Pero el guiño preciso de aquel niño,
era dulce y carente de canciones,
una rosa elevada en un suspiro,
y una nana embriagada sin licores.
Multiplican sus guiños las alturas,
las estrellas susurran y titilan,
un silencio se viene con la bruma
a dormir con las olas en la orilla.
No hace falta decir que es el invierno
el que llega con nieve y se desdice,
el que deja los guiños con sus besos
como un bello guiñol de los apliques.
Pero quiero sus guiños nuevamente
y los quiero al salir de mi letargo,
cuando pase la página tan breve
de este libro que tengo en el costado.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/13
que me deja en el mundo de la infancia,
con los sueños buscados con paciencia
por jardines floridos y en las plazas.
Pero el guiño preciso de aquel niño,
era dulce y carente de canciones,
una rosa elevada en un suspiro,
y una nana embriagada sin licores.
Multiplican sus guiños las alturas,
las estrellas susurran y titilan,
un silencio se viene con la bruma
a dormir con las olas en la orilla.
No hace falta decir que es el invierno
el que llega con nieve y se desdice,
el que deja los guiños con sus besos
como un bello guiñol de los apliques.
Pero quiero sus guiños nuevamente
y los quiero al salir de mi letargo,
cuando pase la página tan breve
de este libro que tengo en el costado.
Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/13
miércoles, 25 de diciembre de 2013
SE REFUGIAN LOS NIÑOS SIN PATRIA...
(Que la Paz, el Amor y la Felicidad de estas fechas os llegue y os cubra con su manto y haga realidad tantos sueños y deseos, que temblorosos, esperan en vuestras almas.
Por vosotros y por esos niños, que todos tenemos en el recuerdo, dejo estos versos en la noche.
Un abrazo).
***
Se refugian los niños sin patria
tras el toldo sutil de la arena,
hay en ellos cautiva tristeza
y en sus ojos un mar de nostalgia.
Son los niños sin nombre y sin raza,
los que viven y sufren las guerras,
los que tienen heridas eternas,
en un mundo de gran ignorancia.
Porque el hombre camina en la nada
y se olvida del niño en la tierra,
de aquel ser, que lejano contempla,
a otro mundo buscando migajas.
Se ha perdido la fe y la esperanza
y con ellas al niño que tiembla,
al que busca comida, y la deja,
y en su boca supuran mil llagas.
Se refugian los niños sin patria
en un mundo carente de esquemas
porque el hombre no sabe de penas
ni de entregas y amor sin palabras.
Más miremos atrás, a otra etapa,
y al Belén situado en Judea,
a ese Niño que nace y que entrega
la respuesta, tal vez esperada.
Hay amor en su tierna mirada,
un mensaje de paz sin cadenas,
la ilusión añorada, y de veras,
de cambiar el destino y las armas.
Pero el hombre que pierde y no gana
es quien debe sentir esta fecha,
el que asuma el mensaje de cerca
y a los niños alivie su carga.
"...Se refugian los niños sin patria
en un cuadro de enorme miseria,
porque allí no ha lugar la belleza,
mientras sigan surgiendo batallas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/12/13
tras el toldo sutil de la arena,
hay en ellos cautiva tristeza
y en sus ojos un mar de nostalgia.
Son los niños sin nombre y sin raza,
los que viven y sufren las guerras,
los que tienen heridas eternas,
en un mundo de gran ignorancia.
Porque el hombre camina en la nada
y se olvida del niño en la tierra,
de aquel ser, que lejano contempla,
a otro mundo buscando migajas.
Se ha perdido la fe y la esperanza
y con ellas al niño que tiembla,
al que busca comida, y la deja,
y en su boca supuran mil llagas.
Se refugian los niños sin patria
en un mundo carente de esquemas
porque el hombre no sabe de penas
ni de entregas y amor sin palabras.
Más miremos atrás, a otra etapa,
y al Belén situado en Judea,
a ese Niño que nace y que entrega
la respuesta, tal vez esperada.
Hay amor en su tierna mirada,
un mensaje de paz sin cadenas,
la ilusión añorada, y de veras,
de cambiar el destino y las armas.
Pero el hombre que pierde y no gana
es quien debe sentir esta fecha,
el que asuma el mensaje de cerca
y a los niños alivie su carga.
"...Se refugian los niños sin patria
en un cuadro de enorme miseria,
porque allí no ha lugar la belleza,
mientras sigan surgiendo batallas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/12/13
martes, 24 de diciembre de 2013
TODO SE APILA Y DUERME EN LOS RECUERDOS...
Todo se apila y muere en los recuerdos
en medio de una gran melancolía,
y quedan los retales de la infancia
y aquellos juveniles con sonrisas.
Pero ese gran baúl que tanto tiene
conserva los latidos de una vida,
los restos del naufragio y la victoria
ocultos entre el polvo y bambalinas.
Allí te encontrarás los sentimientos,
las blancas y añoradas margaritas,
las bellas mariposas con sus trajes,
las sombras de gentiles golondrinas.
Aunque también, es fácil, que aparezcan
los odios bien mezclados con envidias,
las culpas de pecados juveniles
y esbozos de ilusiones sin heridas.
Todo se apila, es cierto, en los recuerdos,
y allí están, en confusa sincronía
los instantes más tiernos del pasado,
con los otros quebrándose en astillas.
Porque la vida es una y diferente
y cada cual retiene las caricias
de esa manera suya, irrenunciable,
para que sea siempre tan distinta.
Volvemos al recuerdo tantas veces
buscando el no sé qué que el alma grita,
ansiando la esperanza del mañana
en medio de nostalgias ya marchitas.
Y entonces tropezamos ese tiempo,
cruel y esplendoroso que se agita,
en medio de las sombras y el olvido
y quiere ser actor a toda prisa...
"...Todo se apila y duerme, en los recuerdos,
porque la vida sigue día a día,
y mueren y se apagan las pasiones
dejando entre la niebla sus cenizas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/12/13
en medio de una gran melancolía,
y quedan los retales de la infancia
y aquellos juveniles con sonrisas.
Pero ese gran baúl que tanto tiene
conserva los latidos de una vida,
los restos del naufragio y la victoria
ocultos entre el polvo y bambalinas.
Allí te encontrarás los sentimientos,
las blancas y añoradas margaritas,
las bellas mariposas con sus trajes,
las sombras de gentiles golondrinas.
Aunque también, es fácil, que aparezcan
los odios bien mezclados con envidias,
las culpas de pecados juveniles
y esbozos de ilusiones sin heridas.
Todo se apila, es cierto, en los recuerdos,
y allí están, en confusa sincronía
los instantes más tiernos del pasado,
con los otros quebrándose en astillas.
Porque la vida es una y diferente
y cada cual retiene las caricias
de esa manera suya, irrenunciable,
para que sea siempre tan distinta.
Volvemos al recuerdo tantas veces
buscando el no sé qué que el alma grita,
ansiando la esperanza del mañana
en medio de nostalgias ya marchitas.
Y entonces tropezamos ese tiempo,
cruel y esplendoroso que se agita,
en medio de las sombras y el olvido
y quiere ser actor a toda prisa...
"...Todo se apila y duerme, en los recuerdos,
porque la vida sigue día a día,
y mueren y se apagan las pasiones
dejando entre la niebla sus cenizas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/12/13
lunes, 23 de diciembre de 2013
QUISIERA QUE ME DIERAS TU MIRADA...
Quisiera que me dieras tu mirada
y un poco de atención de tu entrecejo,
a cambio te daría lo que tengo:
Un pobre corazón y mi palabra.
Es fácil mendigar unas migajas
y un poco de cariño, por un beso,
lo malo es mendigar por un deseo,
que cure la pasión y alivie el alma.
Preciso que se abra la ventana
y asome por la misma tu cabello,
el gesto arrebolado y tan risueño
que embriague la razón de mi resaca.
Más debo precisar, que en esta farsa,
te quiero a ti, cosita, que en el cielo,
ya lees mi corazón y ves mis sueños,
y entiendes la locura que me embarga.
"...Quisiera que me dieras tu mirada
y un poco de cariño muy sincero,
a cambio te daría, verso a verso,
los pétalos de amor que tú reclamas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/12/13
y un poco de atención de tu entrecejo,
a cambio te daría lo que tengo:
Un pobre corazón y mi palabra.
Es fácil mendigar unas migajas
y un poco de cariño, por un beso,
lo malo es mendigar por un deseo,
que cure la pasión y alivie el alma.
Preciso que se abra la ventana
y asome por la misma tu cabello,
el gesto arrebolado y tan risueño
que embriague la razón de mi resaca.
Más debo precisar, que en esta farsa,
te quiero a ti, cosita, que en el cielo,
ya lees mi corazón y ves mis sueños,
y entiendes la locura que me embarga.
"...Quisiera que me dieras tu mirada
y un poco de cariño muy sincero,
a cambio te daría, verso a verso,
los pétalos de amor que tú reclamas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/12/13
domingo, 22 de diciembre de 2013
TU CARA...
Tu cara se sonroja
y emite mil suspiros,
cual bella mariposa
al borde del camino.
Cincelo con mis besos
tus manos y vestidos
y doy a tus mejillas
un toque de cariño.
Me quedo entusiasmado
mirando tu corpiño,
y el seno sugerente
tras él que yo adivino.
Me faltan las palabras
y el aire que respiro,
no sacia mis pulmones
ni calma mi apetito.
Tu cara deliciosa
aumenta mi delirio,
las ganas de abrazarte
y estar siempre contigo.
Mis manos intranquilas
te quitan el vestido,
y escriben en tu cuerpo
desnudo que yo admiro.
Escriben que te añoro
de siempre al infinito,
y juntan un te quiero
sin puntos suspensivos.
No sé cómo ha pasado,
ni sé lo que ha ocurrido,
te encuentras en mis brazos
temblando y no de frío.
"...Tu cara primorosa
me tiene embebecido,
y quiero tu sonrisa,
cosita, aquí, conmigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/12/13
y emite mil suspiros,
cual bella mariposa
al borde del camino.
Cincelo con mis besos
tus manos y vestidos
y doy a tus mejillas
un toque de cariño.
Me quedo entusiasmado
mirando tu corpiño,
y el seno sugerente
tras él que yo adivino.
Me faltan las palabras
y el aire que respiro,
no sacia mis pulmones
ni calma mi apetito.
Tu cara deliciosa
aumenta mi delirio,
las ganas de abrazarte
y estar siempre contigo.
Mis manos intranquilas
te quitan el vestido,
y escriben en tu cuerpo
desnudo que yo admiro.
Escriben que te añoro
de siempre al infinito,
y juntan un te quiero
sin puntos suspensivos.
No sé cómo ha pasado,
ni sé lo que ha ocurrido,
te encuentras en mis brazos
temblando y no de frío.
"...Tu cara primorosa
me tiene embebecido,
y quiero tu sonrisa,
cosita, aquí, conmigo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/12/13
sábado, 21 de diciembre de 2013
EN MEDIO DEL DELIRIO TE DESPIERTAS...
En medio del delirio te despiertas
hablando del pasado y de fantasmas,
quizás con esa mente confundida
producto del alcohol y la resaca.
Te encuentras con un cuarto en la penumbra,
corridas y cerradas las ventanas,
la farra y el placer te supo a poco
y sigues empeñado en tu batalla.
Quisieras caminar más adelante,
tal vez, hasta correr alguna página,
del libro denigrante de tu vida
que ocultas muy celoso en las entrañas.
Más debes comprender que los valientes
no exhiben en el pecho las medallas,
las llevan día a día en su persona
y van inseparables con las almas.
En medio del delirio te despiertas
y sientes la emoción en tu garganta,
los labios pegajosos no se mueven
y un algo te atenaza las palabras.
Tú tienes un destino definido,
la senda de tu vida está marcada,
resuena, en la estación, la campanilla,
que anuncia la partida con tu marcha.
Te vas a los rincones más remotos
a un sitio donde habita la templanza,
el mundo de las hadas y el misterio
formado por poetas con su magia.
Y dejas a tu espalda los mendigos
buscando en las esquinas las migajas,
las sobras de tus versos, simplemente,
y el halo protector que tú les dabas.
"...En medio del delirio te despiertas
y acaso suspirando por quien amas,
la pluma y el cuaderno de tu vida,
y el verso en el poema que te falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/12/13
hablando del pasado y de fantasmas,
quizás con esa mente confundida
producto del alcohol y la resaca.
Te encuentras con un cuarto en la penumbra,
corridas y cerradas las ventanas,
la farra y el placer te supo a poco
y sigues empeñado en tu batalla.
Quisieras caminar más adelante,
tal vez, hasta correr alguna página,
del libro denigrante de tu vida
que ocultas muy celoso en las entrañas.
Más debes comprender que los valientes
no exhiben en el pecho las medallas,
las llevan día a día en su persona
y van inseparables con las almas.
En medio del delirio te despiertas
y sientes la emoción en tu garganta,
los labios pegajosos no se mueven
y un algo te atenaza las palabras.
Tú tienes un destino definido,
la senda de tu vida está marcada,
resuena, en la estación, la campanilla,
que anuncia la partida con tu marcha.
Te vas a los rincones más remotos
a un sitio donde habita la templanza,
el mundo de las hadas y el misterio
formado por poetas con su magia.
Y dejas a tu espalda los mendigos
buscando en las esquinas las migajas,
las sobras de tus versos, simplemente,
y el halo protector que tú les dabas.
"...En medio del delirio te despiertas
y acaso suspirando por quien amas,
la pluma y el cuaderno de tu vida,
y el verso en el poema que te falta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/12/13
viernes, 20 de diciembre de 2013
POR SER PRECISAMENTE, COMO ERES...
Por ser, precisamente, como eres
te busco y te venero cada día,
te quiero cual ardiente mariposa
que inflama el corazón con tanta vida.
Te quiero por tu forma tan prudente
que sirve para verte tan sencilla,
tranquila y sugerente en la mirada
y diosa del abrazo y la sonrisa.
Preveo los temblores de la tierra
ansiosos por dejarte sus cenizas,
las lavas de las almas y los cuerpos,
queriendo ya fundirse en tus mejillas.
Quizás en los rincones del Olimpo
existan elegantes margaritas,
y sueñen con la sombra de tus ojos,
que dejan donde miran mil caricias.
Por ser, precisamente, como eres
te ofrezco, con amor, lo que precisas,
la sangre acelerada de mi cuerpo
y un viejo corazón que en él palpita.
Yo quiero disfrutar y enamorarme,
sentir el dulce beso de la brisa,
andar y tropezar por los caminos
y luego proseguir hasta la cima.
Allí nos detendremos simplemente,
un alto perezoso y sin franquicia,
el acto de beber y tomar fuerzas
y luego proseguir en la partida.
Busquemos ese azul de los misterios,
el bosque con la eterna sinfonía,
la magia entre sus ramas encerrada
y el musgo tan sutil de las orillas.
"...Por ser, precisamente, como eres,
te busco, irreverente poesía,
y sigo tras tus pasos silencioso
sabiendo que te escurres y me evitas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/12/13
te busco y te venero cada día,
te quiero cual ardiente mariposa
que inflama el corazón con tanta vida.
Te quiero por tu forma tan prudente
que sirve para verte tan sencilla,
tranquila y sugerente en la mirada
y diosa del abrazo y la sonrisa.
Preveo los temblores de la tierra
ansiosos por dejarte sus cenizas,
las lavas de las almas y los cuerpos,
queriendo ya fundirse en tus mejillas.
Quizás en los rincones del Olimpo
existan elegantes margaritas,
y sueñen con la sombra de tus ojos,
que dejan donde miran mil caricias.
Por ser, precisamente, como eres
te ofrezco, con amor, lo que precisas,
la sangre acelerada de mi cuerpo
y un viejo corazón que en él palpita.
Yo quiero disfrutar y enamorarme,
sentir el dulce beso de la brisa,
andar y tropezar por los caminos
y luego proseguir hasta la cima.
Allí nos detendremos simplemente,
un alto perezoso y sin franquicia,
el acto de beber y tomar fuerzas
y luego proseguir en la partida.
Busquemos ese azul de los misterios,
el bosque con la eterna sinfonía,
la magia entre sus ramas encerrada
y el musgo tan sutil de las orillas.
"...Por ser, precisamente, como eres,
te busco, irreverente poesía,
y sigo tras tus pasos silencioso
sabiendo que te escurres y me evitas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/12/13
jueves, 19 de diciembre de 2013
EN UN MAR TRANQUILO
En un mar tranquilo
reposan sus restos,
la cara tranquila,
los dulces cabellos,
la tierna mirada
perdida en los cielos
y allí, entre las olas,
dos niños pequeños
miraban llorando
la sombra del féretro.
La luna se pone
crespones muy negros
omite la plata
y el brillo opulento,
que guarda entre nubes
y un tenso silencio;
abajo los niños
se mueren de sueño,
no quieren dormirse
pues quieren un beso.
Ya marcha el otoño
y llega el invierno,
la nieve y la lluvia
redoblan sus versos,
allí, donde yacen,
las mieles de un cuerpo;
y son esos niños
que escapan al miedo,
la nota encantada
que rompe el secreto.
Pequeños canijos
hoy sois el ejemplo,
el faro que brilla,
la luz del velero,
los labios sin nombre
buscando aquel pecho,
que ayer os buscaba
con gran embeleso,
y hoy duerme en el viaje
que lleva a lo eterno.
"...En un mar tranquilo
quedaron los restos,
las sombras doradas
el dulce entrecejo,
la bella sonrisa
y el pelo revuelto,
y allí, en su costado,
dos niños muy quietos,
su llanto guardaban,
soñando despiertos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/12/13
reposan sus restos,
la cara tranquila,
los dulces cabellos,
la tierna mirada
perdida en los cielos
y allí, entre las olas,
dos niños pequeños
miraban llorando
la sombra del féretro.
La luna se pone
crespones muy negros
omite la plata
y el brillo opulento,
que guarda entre nubes
y un tenso silencio;
abajo los niños
se mueren de sueño,
no quieren dormirse
pues quieren un beso.
Ya marcha el otoño
y llega el invierno,
la nieve y la lluvia
redoblan sus versos,
allí, donde yacen,
las mieles de un cuerpo;
y son esos niños
que escapan al miedo,
la nota encantada
que rompe el secreto.
Pequeños canijos
hoy sois el ejemplo,
el faro que brilla,
la luz del velero,
los labios sin nombre
buscando aquel pecho,
que ayer os buscaba
con gran embeleso,
y hoy duerme en el viaje
que lleva a lo eterno.
"...En un mar tranquilo
quedaron los restos,
las sombras doradas
el dulce entrecejo,
la bella sonrisa
y el pelo revuelto,
y allí, en su costado,
dos niños muy quietos,
su llanto guardaban,
soñando despiertos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/12/13
miércoles, 18 de diciembre de 2013
ALGÚN DÍA...
Algún día encontraré una isla
sin leyendas ni tesoros.
Una isla sin ratones ni piratas
rodeada solamente por el mar
que tanto añoro.
Y ese día, en esa isla,
buscaré el embrujo de los cielos por el día
y en la noche el encanto tan sutil
de las estrellas.
No es preciso que recuerde a Peter Pan
y su periplo en otra isla, cuyo nombre
no recuerdo,
con el tiempo detenido y congelado,
en una edad siempre constante
y tan ajeno a los vaivenes de la vida
y de la historia
que vivía solamente entre sus sueños
infantiles e inmortales.
Yo no quiero renunciar
a mi pasado ni a mi historia
y tampoco a los momentos de grandeza
y de miseria que he vivido.
Y no quiero renunciar porque es la vida,
y es mi vida,
y si ha sido buena o mala
no es momento de rechazo y de repudio,
porque vida y poesía van unidas,
y sus lágrimas y risas tan mezcladas
que es difícil separarlas y buscar
su nacimiento, en una causa
y un origen.
Solo espero el gran consuelo de los tontos,
el de estar en una isla rodeado de mis sueños
y añorando el gran milagro de la paz
y la concordia entre las gentes,
la ilusión de ver los ojos infantiles
sonriendo
y llevando, con sus manos, alimentos
a su boca,
el poder saborear el gran placer
de la derrota de las armas y los campos
de batalla,
el sentir que las personas son capaces
de ayudar y de entregarse, sin reservas,
no teniendo como lema las consignas
del político de turno
y sacando de muy dentro ese acto generoso
que los hombres solicitan sin palabras.
Yo sé bien que las personas precisamos
muchas islas en la vida,
y queremos ver en ellas
la razón de nuestra huida,
de esa fuga de la propia realidad
en que vivimos,
amparándonos, sin más, en el silencio
y soledad de nuestras almas.
Pero obviamos la razón, que es más sencilla.
Esa isla que buscamos está cerca
y va siempre con nosotros.
Es la rosa que florece en primavera,
es el mar, siempre bravío, con sus olas,
en la playa,
es el bosque con su magia y ese mundo
encantador que le rodea,
es la tarde que se acaba y el eterno
flamear de los ocasos,
es la noche en que se asoman las cigarras,
es la inmensa melodía que nos dejan las estrellas,
es el ritmo presuroso del latido,
que en los pechos se aceleran
cuando ven al ser amado,
es la música, sin nombre, de la brisa
que nos roza y que nos besa los cabellos,
es la frágil poesía que estremece
los sentidos, anunciando que la vida continúa,
porque yo soy esa isla,
la que busco y que preciso,
la que ansío en mi delirio,
sin saber, ni darme cuenta,
que ese mar, ¡inmenso mar, que me rodea!,
es la vida simplemente y es la hermosa
poesía tan buscada, desde siempre.
...Más yo sé que algunas vez,
y en algún día, sin pensarlo,
encontraré esa isla misteriosa
y tan buscada,
y será cuando detenga mi camino,
cuando mire simplemente los rincones
de mi alma,
cuando encuentre los ratones y los libros
con los sueños tan ansiados,
cuando sienta el dulce beso entre los labios
que una tierna mariposa me ha dejado.
Rafael Sánchez Ortega ©
16/12/13
martes, 17 de diciembre de 2013
NO ME JUZGUES POR DECIR QUE TE QUERÍA...
No me juzgues por decir que te quería
ni tampoco por estar enamorado,
es difícil contenerse cada día
y evitar al corazón descontrolado.
Es más fácil comprender tanta alegría
y hasta ahogar el suspiro ilusionado,
del amor que es constante en su porfía
como un potro pertinaz y desbocado.
No me juzgues por amarte locamente
exprimiendo la demencia y la ternura.
Es posible que te ofrezca dulcemente
unas gotas de elixir con mi cordura.
Y es posible, que este amor, irreverente
sea al fin la explicación de una locura.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/12/13
lunes, 16 de diciembre de 2013
SI ESTUVIERA EN MI MANO...
Si estuviera en mi mano
detendría las horas,
pararía los tiempos
y el danzar de las olas.
Saciaría las fuentes
con jazmines y rosas,
y un candor incipiente
dejaría en tu boca.
Soñaría sin miedo
con tener muchas cosas,
pececillos enanos
y enanitos sin sombra.
Y también la varita
de las hadas sin forma,
que destellan luceros
en la noche que asoma.
Si estuviera en mi mano
sorbería la gota
que se escurre en tu seno
por la lluvia traidora.
Cerraría los ojos,
las pupilas ladronas,
volaría a tu lado
cual nerviosa paloma.
Rasgaría el silencio
de los muslos que asoman,
para ir al encuentro
del jardín de tu fonda.
Cruzaría la puerta,
dormiría en tu alfombra,
esperando impaciente
que llegaras sin ropa.
"...Si estuviera en mi mano
rompería las normas,
te amaría sin miedo,
mi cosita pecosa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/12/13
detendría las horas,
pararía los tiempos
y el danzar de las olas.
Saciaría las fuentes
con jazmines y rosas,
y un candor incipiente
dejaría en tu boca.
Soñaría sin miedo
con tener muchas cosas,
pececillos enanos
y enanitos sin sombra.
Y también la varita
de las hadas sin forma,
que destellan luceros
en la noche que asoma.
Si estuviera en mi mano
sorbería la gota
que se escurre en tu seno
por la lluvia traidora.
Cerraría los ojos,
las pupilas ladronas,
volaría a tu lado
cual nerviosa paloma.
Rasgaría el silencio
de los muslos que asoman,
para ir al encuentro
del jardín de tu fonda.
Cruzaría la puerta,
dormiría en tu alfombra,
esperando impaciente
que llegaras sin ropa.
"...Si estuviera en mi mano
rompería las normas,
te amaría sin miedo,
mi cosita pecosa..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/12/13
domingo, 15 de diciembre de 2013
MARIPOSA...
Mariposa silente
que vuelas y vienes,
que pasas los puentes,
que rozas la nieve,
con néctar, con mieles
y tocas mis sienes.
Mariposa preciosa
que estás en mi boca,
que vuelas y rozas,
que rizas la gloria
vestida de rosa
bailando tú sola.
Mariposa gitana
que alegras la cara,
que subes y bajas,
que lloras y cantas
debajo del agua
y al sol que te marca.
Mariposa bonita
que pasas sin prisa,
que cruzas la orilla,
que evitas la ortiga
con gran maestría
y aceptas la brisa.
Mariposa tozuda
que sigues tu ruta,
que sueñas sin duda,
que buscas la luna,
la niebla, la bruma
y te quedas a oscuras.
Mariposa sin miedo
que escuchas al cielo,
que sientes sus besos,
que añoras los sueños,
los ojos tan frescos
del niño travieso.
Mariposa pequeña
qué hermosa y qué bella,
que suerte que vengas,
que pases que ofrezcas
tus alas tan tiernas
durmiéndome en ellas.
Mariposa, qué agrado,
que buscas mi mano,
que quieres mi labio,
que tienes un algo
allí, en tu costado
latiendo y amando.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/12/13
que vuelas y vienes,
que pasas los puentes,
que rozas la nieve,
con néctar, con mieles
y tocas mis sienes.
Mariposa preciosa
que estás en mi boca,
que vuelas y rozas,
que rizas la gloria
vestida de rosa
bailando tú sola.
Mariposa gitana
que alegras la cara,
que subes y bajas,
que lloras y cantas
debajo del agua
y al sol que te marca.
Mariposa bonita
que pasas sin prisa,
que cruzas la orilla,
que evitas la ortiga
con gran maestría
y aceptas la brisa.
Mariposa tozuda
que sigues tu ruta,
que sueñas sin duda,
que buscas la luna,
la niebla, la bruma
y te quedas a oscuras.
Mariposa sin miedo
que escuchas al cielo,
que sientes sus besos,
que añoras los sueños,
los ojos tan frescos
del niño travieso.
Mariposa pequeña
qué hermosa y qué bella,
que suerte que vengas,
que pases que ofrezcas
tus alas tan tiernas
durmiéndome en ellas.
Mariposa, qué agrado,
que buscas mi mano,
que quieres mi labio,
que tienes un algo
allí, en tu costado
latiendo y amando.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/12/13
sábado, 14 de diciembre de 2013
PORQUE...
Porque hay besos prohibidos,
sin censura, condenados,
que se emiten en la tarde
y se roban de los labios.
Porque emigran golondrinas,
en otoño, hacia otro lado,
sin saber si en su destino
es invierno o ya verano.
Porque suenan las fontanas
con su líquido tan claro,
y esas gotas transparentes
van camino y río abajo.
Porque sueño con tu cuerpo
y me quedo delirando,
y si pienso en tu figura
ya no sé ni lo que hago.
Porque hay tardes que oscurece
y anochece más temprano,
y se encienden las farolas
de la calle y a tu paso.
Porque salen las estrellas
de tu pecho hacia lo alto,
y se quedan pensativas
y hasta lloran mis pecados.
Porque suenan las campanas
avisando del rosario
y allí van las viejecitas,
a la iglesia, sin pensarlo.
Porque el beso de la lluvia
lentamente va calando,
las aceras y las calles
gota a gota y sin descanso.
Porque callan las cigarras
cuando el frío es acusado,
y se envuelven en los sueños
juveniles con tu manto.
Porque miran mis pupilas
a tus ojos como faros,
y allí ven tus sentimientos
y te dicen que te amo.
Porque sientes el galope
de la sangre en el costado,
y mi mano es esa brida
que precisas en tu mano.
Porque buscas la sonrisa
generosa y sin engaño,
te la presto y te la cedo
de mis labios a tus labios.
"...Porque quiero estar contigo
y a tu lado caminando,
y robarte el dulce beso
tan prohibido, del que hablo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/13
sin censura, condenados,
que se emiten en la tarde
y se roban de los labios.
Porque emigran golondrinas,
en otoño, hacia otro lado,
sin saber si en su destino
es invierno o ya verano.
Porque suenan las fontanas
con su líquido tan claro,
y esas gotas transparentes
van camino y río abajo.
Porque sueño con tu cuerpo
y me quedo delirando,
y si pienso en tu figura
ya no sé ni lo que hago.
Porque hay tardes que oscurece
y anochece más temprano,
y se encienden las farolas
de la calle y a tu paso.
Porque salen las estrellas
de tu pecho hacia lo alto,
y se quedan pensativas
y hasta lloran mis pecados.
Porque suenan las campanas
avisando del rosario
y allí van las viejecitas,
a la iglesia, sin pensarlo.
Porque el beso de la lluvia
lentamente va calando,
las aceras y las calles
gota a gota y sin descanso.
Porque callan las cigarras
cuando el frío es acusado,
y se envuelven en los sueños
juveniles con tu manto.
Porque miran mis pupilas
a tus ojos como faros,
y allí ven tus sentimientos
y te dicen que te amo.
Porque sientes el galope
de la sangre en el costado,
y mi mano es esa brida
que precisas en tu mano.
Porque buscas la sonrisa
generosa y sin engaño,
te la presto y te la cedo
de mis labios a tus labios.
"...Porque quiero estar contigo
y a tu lado caminando,
y robarte el dulce beso
tan prohibido, del que hablo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/13
viernes, 13 de diciembre de 2013
ME GUSTAN LAS HISTORIAS DE PIRATAS...
Me gustan las historias de piratas
contadas por ancianos marineros,
tenían esa gracia inconfundible
que dejan en el alma los recuerdos.
Retengo en la memoria varias de ellas,
me siento como el Garfio, entre los versos,
y juro con el ron entre las manos
con ir a navegar por los océanos.
Persigo cormoranes por el aire,
pequeños Peter Pan que van muy lejos,
y canto la canción de los piratas
que gritan y desbarran tan sedientos.
Me siento yo, corsario por un día,
un rudo timonel marcado a fuego,
el ojo que se oculta en la ventana
y el gancho en esa mano sin sus dedos.
Me gustan las historias de piratas
y siento gran placer haciendo el bueno,
en otra concepción de la victoria
cambiando los papeles en el cuento.
Entonces soy audaz con mi fragata,
persigo a los corsarios con denuedo,
y abordo con mi proa en su costado
rompiendo las cadenas del infierno.
Yo tengo un mascarón que me protege,
labrado con fervor y mucho esfuerzo,
él surge en los momentos de peligro
y amaina las galernas y los vientos.
Persigo la cubierta rutilante
a punto de abordaje y cuerpo a cuerpo,
en ese cara o cruz de las batallas
que rompen las victorias o los miedos.
Me gustan las historias de piratas
oídas a marinos en los puertos,
no sabes si las mismas son leyendas
o fruto de locuras de los cuerdos.
La historia permanece inalterable,
susurra lentamente los sucesos,
las naves se convierten en fantasmas,
que engullen los recuerdos con el tiempo.
Y entonces las historias se convierten
en algo que transforma el universo,
en mezcla de ilusión y fantasía
de niños y mayores sin saberlo.
Se olvida la fragata solitaria
que escapa en un suspiro por el cielo,
y marcha hacia la nada con su proa
sin velas, timonel y derrotero.
"...Me gustan las historias de piratas
y siento al escucharlas un mareo,
me vuelvo hacia un pasado ya lejano,
la infancia tan feliz en el colegio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/12/13
contadas por ancianos marineros,
tenían esa gracia inconfundible
que dejan en el alma los recuerdos.
Retengo en la memoria varias de ellas,
me siento como el Garfio, entre los versos,
y juro con el ron entre las manos
con ir a navegar por los océanos.
Persigo cormoranes por el aire,
pequeños Peter Pan que van muy lejos,
y canto la canción de los piratas
que gritan y desbarran tan sedientos.
Me siento yo, corsario por un día,
un rudo timonel marcado a fuego,
el ojo que se oculta en la ventana
y el gancho en esa mano sin sus dedos.
Me gustan las historias de piratas
y siento gran placer haciendo el bueno,
en otra concepción de la victoria
cambiando los papeles en el cuento.
Entonces soy audaz con mi fragata,
persigo a los corsarios con denuedo,
y abordo con mi proa en su costado
rompiendo las cadenas del infierno.
Yo tengo un mascarón que me protege,
labrado con fervor y mucho esfuerzo,
él surge en los momentos de peligro
y amaina las galernas y los vientos.
Persigo la cubierta rutilante
a punto de abordaje y cuerpo a cuerpo,
en ese cara o cruz de las batallas
que rompen las victorias o los miedos.
Me gustan las historias de piratas
oídas a marinos en los puertos,
no sabes si las mismas son leyendas
o fruto de locuras de los cuerdos.
La historia permanece inalterable,
susurra lentamente los sucesos,
las naves se convierten en fantasmas,
que engullen los recuerdos con el tiempo.
Y entonces las historias se convierten
en algo que transforma el universo,
en mezcla de ilusión y fantasía
de niños y mayores sin saberlo.
Se olvida la fragata solitaria
que escapa en un suspiro por el cielo,
y marcha hacia la nada con su proa
sin velas, timonel y derrotero.
"...Me gustan las historias de piratas
y siento al escucharlas un mareo,
me vuelvo hacia un pasado ya lejano,
la infancia tan feliz en el colegio..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/12/13
jueves, 12 de diciembre de 2013
"ROETEJAS"
(Fotografía de Manuel María Gutiérrez García, alias "Roetejas" - Foto de la colección familiar tomada por Cipriano Riancho)
***
(Manuel Gutiérrez García, más conocido como "Roetejas", fue un marinero que nació en Boria y vivió su infancia y primeros años de la juventud en San Vicente de la Barquera, trasladándose a la Argentina, en un intento de encontrar trabajo y mejorar las condiciones de vida de su familia. Volvió al cabo de los años con unos pequeños ahorros que le permitieron dedicarse a las dos pasiones de su vida: La pesca en la ría y la poesía.
Mis versos hoy son para él en un reconocimiento breve a su vida y obra poética y teatral, que gracias a mi padre, pudo ser rescatada, tras su fallecimiento, cuando iba a ser tirada a la basura.
Quizás, algún día, esa obra vea la luz y nosotros también podamos disfrutar y reír, como así lo hicieron nuestros mayores y quienes tuvieron la suerte de convivir con este autor tan peculiar)
***
En un rincón olvidado
de una costa marinera
vino al mundo una figura
con ambición de poeta.
Eran pobres sus ancestros,
de familia muy modesta,
con la madre en la cocina
y su padre en la trainera.
No había luces en las calles
que alumbraran las veredas,
ni caminos transitables
para carros y carretas.
Era un mundo ceniciento
y unos años de posguerra,
de aquel siglo diecinueve
con sus tintes de tragedia.
Y creció nuestro muchacho
entre el humo y la veleta,
de los sueños infantiles
compartidos en la escuela.
Avanzado el siglo veinte
se embarcó hacia las américas,
recalando en Argentina
con colchón y ropa vieja.
Allí estuvo varios años,
no sé cuantos, y no es treta,
regresando hasta su villa
con fortuna y unas perras.
Con el fruto del trabajo
compró casa y una huerta,
dedicando el tiempo libre
a pescar y hacer poemas.
Era fácil verle siempre
por el puente y la ribera,
con la caña y un caldero
y su lápiz y libreta.
Apodado por las gentes
con el mote de "Roetejas",
yo le vi mirando al cielo
y buscando a las estrellas.
Era un hombre afortunado,
un bohemio y un asceta,
que escribía sin descanso
sobre aquello que quisiera.
Y una tarde, por mi casa,
se pasó con esas letras,
peculiares, en recibos
y en entradas de cinemas.
Y así fue, como a mis manos,
me llegaron sus comedias,
que escribí con mucha prisa
pues corrían gran urgencia.
Folio a folio fui pasando,
y pulsando bien las teclas,
el encargo apetecido
del "Lamento de la almeja"
Porque ignoro el argumento
relatado en la novela,
más me quedo con los sueños
y el extracto de su esencia.
Yo sé bien que se rieron
muchas gentes de "Roetejas",
aunque fuera por envidia
de su labia y su paciencia.
Porque a niños y mayores
les contaba mil leyendas,
sus poemas y sus versos
de la playa y las mareas.
"...En un rincón olvidado
de un garaje y su trastera,
he encontrado unos papeles
con la herencia de "Roetejas".
Y allí están sus poesías
con perfumes de aceiteras,
y el gasoil que tanto amaba
conservando sus poemas.
Hoy te rindo un homenaje
con mi pluma que no tiembla,
por lo mucho que me diste
sin saberlo tú siquiera.
Fuiste tío de mi padre,
un poeta con chaqueta,
con chaleco y con tus gafas
respondiendo por "Roetejas"
Te recuerdo con agrado
dulce pluma tan señera,
paladín y principiante
de una prosa tan amena..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/12/13
miércoles, 11 de diciembre de 2013
FUE MUY FÁCIL ARRANCARME LA SONRISA...
Fue muy fácil arrancarme la sonrisa
y volar con esa mueca entre tus labios
por el cielo sin fronteras y sin nubes
de tus sueños.
Y volaste con tus alas desplegadas,
sin siquiera despedirte,
como un ave traicionera que desgarra,
con su pico,
la figura ilusionada
que crearon mis poemas.
Yo esperaba que volvieras tras tus pasos
confesando tus pecados,
yo creí,
como los niños en sus sueños,
que una tecla sonaría en el piano
de tu alma,
y volvieras a la vida simplemente.
Más volaste con mi pluma y mi sonrisa,
con la letra vacilante del poema,
que inconcluso,
proclamaba mi cariño
a tu figura.
Y volviste,
con el tiempo,
a refugiarte entre los bosques
y también en la espesura,
en un mundo atormentado y de penurias,
donde el sol no brilla nunca
y la lluvia es la constante
con el frío y la garúa.
Y fue entonces,
nuevamente,
con tus alas tan mojadas,
que rozaste con las mismas la corteza
de los robles y las hayas,
te impregnaste de la esencia
de las hadas y los elfos
y quisiste reposar entre sus brazos.
Pero el libro de la vida y de la muerte
te marcó con una cruz de despedida.
Y partiste en el crepúsculo y el alba
hacia un campo desterrado,
a unas tierras sin comida,
a unos pueblos sin poemas
y a una vida que moría lentamente
y a un silencio entre las zarzas.
Y lloraste como nunca habías llorado
y sacaste de tu pecho
tanta lágrima traidora
que la niebla se hizo espesa
en tu presencia, y no quiso saber nada
de tu llanto.
Fue muy fácil arrancarme
la promesa y los suspiros
y volar con la sonrisa del cobarde,
que abandona a quien le quiere,
para ir a reunirse con un mundo
de amapolas y ficción,
en su delirio.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/13
martes, 10 de diciembre de 2013
HOY NO LLEVA DERROTA MI BARCO...
Hoy no lleva derrota mi barco,
ni timón, ni mesana, ni velas,
vaga solo por mares sombríos
con imagen de extraña silueta.
Ha dejado en el puerto sus miedos
y también las profundas cadenas,
las que ataban el ancla en el alma
y también en el fondo a la arena.
Hay un mar muy furioso, a lo lejos,
y una costa impaciente que espera,
rompen fuerte las olas altivas
con la espuma tan blanca que dejan.
Así mismo susurran las almas,
temblorosas del miedo que llevan,
y en el fondo musitan un rezo
por salir de este fondo de niebla.
Hoy no lleva derrota mi barco
y las aguas se muestran inquietas,
pues no saben el rumbo seguro
de su proa gentil siempre presta.
Se entristecen los cielos sin nombre
y hasta acusa dolor la cubierta,
ya se empañan los ojos atentos
de los niños que van a la escuela.
Porque ignoran también su destino,
su trabajo, ilusión y sus juergas,
enfrascados en dudas y estudios
con el lápiz que va a la libreta.
Hay un fondo sutil en los mares
que alimenta las tiernas leyendas,
y una rosa que nace en las almas
de los niños que ansían promesas.
"...Hoy no lleva derrota mi barco
porque nada me pide tenerla,
sin embargo en el alma del niño
él enciende, temblando, una vela..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/13
ni timón, ni mesana, ni velas,
vaga solo por mares sombríos
con imagen de extraña silueta.
Ha dejado en el puerto sus miedos
y también las profundas cadenas,
las que ataban el ancla en el alma
y también en el fondo a la arena.
Hay un mar muy furioso, a lo lejos,
y una costa impaciente que espera,
rompen fuerte las olas altivas
con la espuma tan blanca que dejan.
Así mismo susurran las almas,
temblorosas del miedo que llevan,
y en el fondo musitan un rezo
por salir de este fondo de niebla.
Hoy no lleva derrota mi barco
y las aguas se muestran inquietas,
pues no saben el rumbo seguro
de su proa gentil siempre presta.
Se entristecen los cielos sin nombre
y hasta acusa dolor la cubierta,
ya se empañan los ojos atentos
de los niños que van a la escuela.
Porque ignoran también su destino,
su trabajo, ilusión y sus juergas,
enfrascados en dudas y estudios
con el lápiz que va a la libreta.
Hay un fondo sutil en los mares
que alimenta las tiernas leyendas,
y una rosa que nace en las almas
de los niños que ansían promesas.
"...Hoy no lleva derrota mi barco
porque nada me pide tenerla,
sin embargo en el alma del niño
él enciende, temblando, una vela..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/13
lunes, 9 de diciembre de 2013
LLEVO ESCRITO TU NOMBRE EN MI COSTADO...
Llevo escrito tu nombre en mi costado
a través del cincel de los poetas,
fueron letras y voces que emitían
en el cielo, y de noche, las estrellas.
Yo quería escucharte en el silencio,
embobado en la música selecta,
con aquel sugerente pentagrama,
que brindaban las sombras y las nieblas.
Pero tú que sabías las andanzas,
las visiones y sueños del asceta,
para nada querías que tu nombre
fuera el blanco de burlas y novelas.
Y bramaron las olas con denuedo,
y subieron deprisa las mareas,
protestando ante esta negativa
de tatuar a tu nombre en mi maleta.
Yo no sé como pude convencerte
ni arrancar ese "no" de tu cabeza,
pero sé que de pronto, una mañana,
tú ya estabas latiendo en mi conciencia.
Y volaste conmigo, en el velero,
por los mares profundos y las sendas,
arribando a los puertos más lejanos
y a caminos con nieves muy perpetuas.
Pero un día yo quise conocerte
y aspirar esa música perfecta,
el aroma que nace de tus senos
y la seda sutil de tus caderas.
Y tú entonces, saliste del letargo,
separando mis labios con presteza,
de los tuyos que andaban soñolientos
y embriagados de luces de bohemia.
Y así fue mi destino interrumpido
y tu nombre a mi pecho, en la gaveta,
donde queda guardado con esmero
esperando surgir en un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/12/13
a través del cincel de los poetas,
fueron letras y voces que emitían
en el cielo, y de noche, las estrellas.
Yo quería escucharte en el silencio,
embobado en la música selecta,
con aquel sugerente pentagrama,
que brindaban las sombras y las nieblas.
Pero tú que sabías las andanzas,
las visiones y sueños del asceta,
para nada querías que tu nombre
fuera el blanco de burlas y novelas.
Y bramaron las olas con denuedo,
y subieron deprisa las mareas,
protestando ante esta negativa
de tatuar a tu nombre en mi maleta.
Yo no sé como pude convencerte
ni arrancar ese "no" de tu cabeza,
pero sé que de pronto, una mañana,
tú ya estabas latiendo en mi conciencia.
Y volaste conmigo, en el velero,
por los mares profundos y las sendas,
arribando a los puertos más lejanos
y a caminos con nieves muy perpetuas.
Pero un día yo quise conocerte
y aspirar esa música perfecta,
el aroma que nace de tus senos
y la seda sutil de tus caderas.
Y tú entonces, saliste del letargo,
separando mis labios con presteza,
de los tuyos que andaban soñolientos
y embriagados de luces de bohemia.
Y así fue mi destino interrumpido
y tu nombre a mi pecho, en la gaveta,
donde queda guardado con esmero
esperando surgir en un poema.
Rafael Sánchez Ortega ©
07/12/13
domingo, 8 de diciembre de 2013
¡CUÁNTA INTENSIDAD EN TU POEMA...!
¡Cuánta intensidad en tu poema
por decirme que me quieres...!
y ofrecer la sinfonía
que desgranan los claveles.
Porque suelen ser así las notas
que nos dejan los cipreses,
y a la vez las margaritas
con sus pétalos perennes.
Pero todo está en la sangre rota
congelada por la nieve,
en el río de pasiones
jaleando tus quereres.
Hay un corazón gastado y frío,
una válvula que siente,
y unas sombras que se agitan
con recuerdos en las sienes.
Pero busco a dios dentro del alma
le pregunto ¿Qué me ofrece?,
si la vida va pasando
y se acerca ya la muerte.
***
...Hay un hilo de silencio a la pregunta,
el silencio y el vacío me responden,
es de noche y es muy tarde, lo confieso,
aunque quiero oír la nota que se esconde,
la pregunta sin respuesta de las olas,
la canción almibarada de aquel joven
que hace tiempo caminaba por el mundo
y arrastraba con su gracia a todo el orbe.
Quiero ver al campesino por los campos
que amanece con su paso y su desorden.
Quiero verle destripar la helada gleba
y sudar y perjurar con los terrones.
Quiero ver a las cigüeñas en sus nidos
que despiertan y que salen de las torres.
Quiero ver como planean por el aire
con sus alas blanquecinas como soles...
"...Pero quiero la presencia de tu cara,
de tu pluma, de tus dedos y sabores,
y ese sello inconfundible en los poemas
que tú sabes imprimir y nunca escondes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/12/13
por decirme que me quieres...!
y ofrecer la sinfonía
que desgranan los claveles.
Porque suelen ser así las notas
que nos dejan los cipreses,
y a la vez las margaritas
con sus pétalos perennes.
Pero todo está en la sangre rota
congelada por la nieve,
en el río de pasiones
jaleando tus quereres.
Hay un corazón gastado y frío,
una válvula que siente,
y unas sombras que se agitan
con recuerdos en las sienes.
Pero busco a dios dentro del alma
le pregunto ¿Qué me ofrece?,
si la vida va pasando
y se acerca ya la muerte.
***
...Hay un hilo de silencio a la pregunta,
el silencio y el vacío me responden,
es de noche y es muy tarde, lo confieso,
aunque quiero oír la nota que se esconde,
la pregunta sin respuesta de las olas,
la canción almibarada de aquel joven
que hace tiempo caminaba por el mundo
y arrastraba con su gracia a todo el orbe.
Quiero ver al campesino por los campos
que amanece con su paso y su desorden.
Quiero verle destripar la helada gleba
y sudar y perjurar con los terrones.
Quiero ver a las cigüeñas en sus nidos
que despiertan y que salen de las torres.
Quiero ver como planean por el aire
con sus alas blanquecinas como soles...
"...Pero quiero la presencia de tu cara,
de tu pluma, de tus dedos y sabores,
y ese sello inconfundible en los poemas
que tú sabes imprimir y nunca escondes..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/12/13
sábado, 7 de diciembre de 2013
ME GUSTA CUANDO DEJAS...
Me gusta cuando dejas
tu cuerpo en el espejo,
fusión y fantasía,
preludio de mis sueños.
Por eso quedo absorto
mirando tu reflejo,
de rasgos bien formados
y pelo más bien suelto.
Hoy llevas un vestido
con tiras en el cuello,
de seda sugerente
que incita a los deseos.
Tus brazos ya se estiran
y acaban en tus dedos,
que tiernos acarician
la rosa de los vientos.
Arriba, en la cabeza,
deslizas a tu pelo,
en dulce remolino
al hombro soñoliento.
No sé lo que me pasa
y vuelo, sin saberlo,
al sitio en que te encuentras
y al lado de tu lecho.
No sueña alegorías
mi pobre pensamiento,
más sé que tu figura
le causa gran revuelo.
Desnuda tus espaldas
la luna del espejo,
y baja tu vestido
cayendo hasta los suelos.
Allí se juntan todos,
cristales de mis sueños,
la eterna fantasía
que guardan mis recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/13
tu cuerpo en el espejo,
fusión y fantasía,
preludio de mis sueños.
Por eso quedo absorto
mirando tu reflejo,
de rasgos bien formados
y pelo más bien suelto.
Hoy llevas un vestido
con tiras en el cuello,
de seda sugerente
que incita a los deseos.
Tus brazos ya se estiran
y acaban en tus dedos,
que tiernos acarician
la rosa de los vientos.
Arriba, en la cabeza,
deslizas a tu pelo,
en dulce remolino
al hombro soñoliento.
No sé lo que me pasa
y vuelo, sin saberlo,
al sitio en que te encuentras
y al lado de tu lecho.
No sueña alegorías
mi pobre pensamiento,
más sé que tu figura
le causa gran revuelo.
Desnuda tus espaldas
la luna del espejo,
y baja tu vestido
cayendo hasta los suelos.
Allí se juntan todos,
cristales de mis sueños,
la eterna fantasía
que guardan mis recuerdos.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/12/13
viernes, 6 de diciembre de 2013
HAY FECHAS...
que pasamos en un vuelo sin retorno
por la vida.
Y esas hojas que corremos del cuaderno,
son las hojas del otoño, tan doradas,
que sacuden una a una, primaveras marchitadas.
Yo recuerdo muchas fechas señaladas
y recuerdo aquel entonces, en presente.
Yo sé bien que ese pasado ya no vuelve,
ni regresan los suspiros de las almas,
ni tampoco tantos sueños y utopías de esos días
donde todo sonreía y se alzaban los cometas
juveniles en la plaza imaginada,
con gran carga de ilusión y de sonrisas.
Yo recuerdo la figura que menciono y la veo
rodeada de una música sin nombre
que dejaban las resacas en la playa,
y la veo caminando por los bosques
con el pecho dolorido por amores a princesas
que salían de su mente.
Aún recuerdo aquel amor de primavera
que cambió la concepción de su destino
y recuerdo la tristeza tan profunda
cuando vino el vendaval con grande furia
y la galerna derrumbó todos los naipes
del castillo construido en su almanaque.
Sin embargo, y a pesar de la nostalgia
del pasado,
yo recuerdo de ese tiempo
la delicia de los besos juveniles primerizos,
compartidos una noche de verano
y recuerdo el palpitar ilusionado de mi pecho
y las estrellas,
en un loco galopar hacia los sueños
por el beso conseguido.
Y recuerdo aquellos ojos que miraban
a los míos, y me hablaban sin palabras,
como faros de un edén siempre presente
en mi retina,
y constantes en el alma.
Yo no sé las sensaciones tan diversas
que crearon mis sentidos, y que ahora,
incurriría en gran torpeza si tratara
de escribirlas.
Pero sé que las estrellas sonreían
y me hablarían las paredes y los muros
de la iglesia contestando a los problemas
que dejaba, tras mi paso, en sus esquinas.
Viejos muros y paredes de un pasado,
ya remoto y muy lejano, con la yedra
inconfundible que escalaba sus fachadas
intentando mantener aquella historia,
en el presente, ante mis ojos.
Hoy me digo y me pregunto: ¿dónde están
esos apoyos en mi vida y esos brazos
invisibles que sujeten un pasado que se escapa
y que se marcha de mi lado, con la vida,
en un suspiro?
...Me pregunto todo esto mientras miro
al dulce mar que está cercano,
con el suave ronroneo de sus olas,
y es, entonces, cuando siento la punzada
del presente que me grita y que me avisa
de que olvide la nostalgia,
porque son las golondrinas, que ahora pasan,
las que habitan en el alma,
en un cielo renovado de profunda primavera.
Y es ahí, en este mar, donde vislumbro
la respuesta tan sencilla que he buscado
desde tiempos, embarcado en mil preguntas
sin respuestas y en las dudas vacilantes
que embargaban mis sentidos...
Y es el mar, mi dulce mar, con su grandeza
y sus miserias, quien me deja su color
verde-celeste, inconfundible,
y un abrazo en esta fecha
que me dice que prosiga mi camino
y que siga en esta ruta sin fronteras,
porque el tiempo no se para ni detiene
y la vida que se vive no retorna,
ni se vuelve hacia la playa
en las resacas.
Rafael Sánchez Ortega ©
La Palma, 16/09/13
jueves, 5 de diciembre de 2013
ME ASUSTA...
Me asusta y me desgarra las entrañas
el llevar sufrimiento a tus pupilas,
a través de los versos y poemas
sin que veas en ellos mis caricias.
Yo quisiera que fueran transparentes
como un beso dejado por la brisa,
y que fueran la muestra de cariño
que rozara tu cara y tu mejilla.
Yo sé bien de tus miedos y flaquezas
y la angustia que tienes retenida,
como sé del silencio de tu alma
y la niebla que cubre tu sonrisa.
Y me aterra seguirte en esta lucha
y cubrir con mis rosas tus heridas,
porque quiero sentirte en mi costado
rebosante de gracia y alegría.
No sé bien que palabra ya decirte
por cumplir con el rito de la vida,
y que sea la misma el sutil bálsamo
con que alivies la sed que te atosiga.
Pero quiero romper estas cadenas,
y ese miedo que aflora de puntillas,
y acudir con mi mano hacia tu mano,
a entregar el candor que tú precisas.
Porque debo entregarte muchas cosas,
de manera gentil y muy sencilla,
ya que tienes mi nombre entre tus labios
y pronuncias el mismo cada día.
Tienes miedo, lo sé, de tu futuro,
aunque el miedo que nace no se evita,
pues precisa el remedio muy constante
del amor generoso y de la dicha.
Y aquí estoy, a tu lado, como siempre,
con mis versos de añil y poesías,
ofreciendo mis rimas asonantes
a tus ojos que esperan recibirlas.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/12/13
el llevar sufrimiento a tus pupilas,
a través de los versos y poemas
sin que veas en ellos mis caricias.
Yo quisiera que fueran transparentes
como un beso dejado por la brisa,
y que fueran la muestra de cariño
que rozara tu cara y tu mejilla.
Yo sé bien de tus miedos y flaquezas
y la angustia que tienes retenida,
como sé del silencio de tu alma
y la niebla que cubre tu sonrisa.
Y me aterra seguirte en esta lucha
y cubrir con mis rosas tus heridas,
porque quiero sentirte en mi costado
rebosante de gracia y alegría.
No sé bien que palabra ya decirte
por cumplir con el rito de la vida,
y que sea la misma el sutil bálsamo
con que alivies la sed que te atosiga.
Pero quiero romper estas cadenas,
y ese miedo que aflora de puntillas,
y acudir con mi mano hacia tu mano,
a entregar el candor que tú precisas.
Porque debo entregarte muchas cosas,
de manera gentil y muy sencilla,
ya que tienes mi nombre entre tus labios
y pronuncias el mismo cada día.
Tienes miedo, lo sé, de tu futuro,
aunque el miedo que nace no se evita,
pues precisa el remedio muy constante
del amor generoso y de la dicha.
Y aquí estoy, a tu lado, como siempre,
con mis versos de añil y poesías,
ofreciendo mis rimas asonantes
a tus ojos que esperan recibirlas.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/12/13
miércoles, 4 de diciembre de 2013
PORQUE EL AMOR...
Porque el amor en sí son más que letras
y palabras reunidas.
Incluso más que un verso que palpita
en un poema, donde dicen que nos aman.
Porque hay un corazón que va en nosotros,
que suspira y que susurra
y hasta grita sin palabras
esa frase inolvidable con un nombre
y un "te quiero".
Pero hay un algo más llamado alma.
Un espacio indivisible que aglutina los sentidos
y que aúna sentimientos,
y es ahí, precisamente,
donde surge el escenario con la magia de la vida,
con la eterna fantasía de los niños,
con el vuelo de las nubes,
con las letras que se escapan de los ojos
y es allí, precisamente,
donde guardo tu recuerdo con mis besos..."
Por eso insisto en que el amor, en sí,
es algo más que un verso y un poema,
y que un conjunto de palabras bien formado,
y que no es el envoltorio sugerente
donde brilla la dulzura y el halago.
Porque el amor lleva consigo todo un mundo
de sorpresas que renacen día a día,
que renueva sus ventanas con el beso de la brisa
y camina con la fuerza de los pasos
y la sangre que generan los latidos.
Es la esencia insuperable del deseo,
la bebida que adormece con premura,
la caricia insuperable del nordeste,
el placer de ver la rosa estremecerse
entre los muslos de la tarde que agoniza,
la ilusión con que se esperan la llegada
de las sombras y la noche con su manto sugerente.
Pero a pesar de todo esto, el amor es más,
y mucho más que se me olvida.
Es la figura que aparece en el cuaderno
de los niños y les saca una sonrisa,
es el perfume sugerente que despiden
unos cuerpos juveniles,
es la marea, en la resaca, cuando llega
temblorosa hasta la playa.
Es el encanto, irreverente, de las almas
cuando vuelven y se entregan a las manos
tan amadas.
Y es el amor, en sí, el que nos dice
que adelante,
que la vida continúa y que no espera.
Que vivamos sus segundos y minutos
con premura,
desbordando la impaciencia que nos ata
y nos embarga, como niños,
con preguntas sin respuesta.
Porque el amor, en sí, no atiende
las razones de la mente,
ni repara en la cordura de los necios,
y se basa, simplemente, en la locura enfebrecida
de las almas que suspiran y susurran
por un nombre que palpita en el costado,
por la imagen y la cara con un cuerpo definido,
por la voz que temblorosa le ha dejado mil poemas,
por la mano, que inocente, le ha brindado
su cariño y su ternura.
Y ese amor, es el amor, sin expresión
y sin palabras, que le ha alcanzado,
con su encanto y con su magia
el corazón, eternamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/12/13
martes, 3 de diciembre de 2013
TENERTE CERCA Y VERTE...
Tenerte cerca y verte,
acariciar tu cuerpo,
saciar la idolatría
y la sed de mi pecho.
Rozar tu frente hermosa,
enredar con tu pelo,
dibujar en tu espalda
y también en tu cuello.
Desnudar con mis manos
la virtud de tus senos,
que se estiran altivos
hacia el labio reseco.
Recorrer con mis dientes
tus pezones enhiestos,
y aspirar el perfume
del jardín de tu sexo.
Absorber con delicia
ese zumo incompleto,
el que ofrece la fuente
que suspira en silencio.
Una rosa temprana,
tulipán de los ciegos,
es la eterna alquería
de tu cuerpo perfecto.
Yo prosigo, adelante,
tras tu piel con mis dedos,
que se eriza y suspira
y se ahoga rugiendo.
Y te beso la lengua
con mis labios de hielo,
y se alteran los tuyos
por buscar el aliento.
Se deslizan las almas
con la piel de cordero,
tras los cuerpos desnudos
y un orgasmo de fuego.
Ya el sudor nos envuelve
y acelera su cerco,
palpitando la sangre
en los cuerpos posesos.
Hay amores que matan
y cariños eternos,
pero ahora no importan
somos niños pequeños.
Y gozamos y amamos,
y queremos sin miedo,
agotando la copa
del licor y el deseo.
"...Tenerte cerca y verte,
es eso lo que anhelo,
y acariciarte el alma
para sentir tus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/12/13
acariciar tu cuerpo,
saciar la idolatría
y la sed de mi pecho.
Rozar tu frente hermosa,
enredar con tu pelo,
dibujar en tu espalda
y también en tu cuello.
Desnudar con mis manos
la virtud de tus senos,
que se estiran altivos
hacia el labio reseco.
Recorrer con mis dientes
tus pezones enhiestos,
y aspirar el perfume
del jardín de tu sexo.
Absorber con delicia
ese zumo incompleto,
el que ofrece la fuente
que suspira en silencio.
Una rosa temprana,
tulipán de los ciegos,
es la eterna alquería
de tu cuerpo perfecto.
Yo prosigo, adelante,
tras tu piel con mis dedos,
que se eriza y suspira
y se ahoga rugiendo.
Y te beso la lengua
con mis labios de hielo,
y se alteran los tuyos
por buscar el aliento.
Se deslizan las almas
con la piel de cordero,
tras los cuerpos desnudos
y un orgasmo de fuego.
Ya el sudor nos envuelve
y acelera su cerco,
palpitando la sangre
en los cuerpos posesos.
Hay amores que matan
y cariños eternos,
pero ahora no importan
somos niños pequeños.
Y gozamos y amamos,
y queremos sin miedo,
agotando la copa
del licor y el deseo.
"...Tenerte cerca y verte,
es eso lo que anhelo,
y acariciarte el alma
para sentir tus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
01/12/13
lunes, 2 de diciembre de 2013
TE QUISIERA ROBAR...
Te quisiera robar, desde el silencio,
esos versos que veo tras tus ojos,
saciar la fantasía,
si existiera,
la más mínima luz, en la distancia,
que alumbrara los pliegues de mi alma.
Te quisiera escanciar como la sidra
convertida en fermento de manzana
que se bebe y se apura en cada sorbo
y te embriaga y te causa mil caricias.
Te quisiera dormir con mis canciones
y mis labios de plata,
pero debo escapar del río,
sutil lazo,
que me ata y me enamora febrilmente
al abrazo y el latido de tu pecho.
Quiero ser espectador, no el culpable,
de ese tierno amanecer que, en tus senos,
despierta y se enamora cada día,
de esa luz que se enciende en tu mirada,
de ese nombre que dejan tus suspiros.
Quiero ser lo que anhelas
hoy, y mañana
un sencillo marino,
un grumete corriente, ante tus ojos...
Pero llevo el salitre en las venas,
y la sangre rezuma,
y salpican las olas,
y hasta suenan campanas
anunciando que tú te incorporas
a este mundo real, y sin sueños,
donde todo es verdad y mentira,
según sea el candor o el dolor
que los mire.
Y aquí estoy,
peregrino en un mundo de locos,
intentando robarte unos besos,
un susurro que diga mi nombre
y una flor que me de una esperanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/13
domingo, 1 de diciembre de 2013
NO QUIERO MÁS DOLOR EN MI EXISTENCIA...
No quiero más dolor en mi existencia,
que altere la razón y lleve al duelo,
haciéndome olvidar los pies del suelo,
razón de mi vivir y mi impaciencia.
No quiero que se nuble tu presencia,
pudiendo yo gozar del lindo vuelo,
figura con candor, que corta el cielo,
dejando con tus alas tanta esencia.
No quiero ser juguete y marioneta
ni estar en otros brazos prisionero.
Te quiero a ti, paloma del poeta.
Y si es así, te quiero cual gaviero,
en el baúl del mástil bien sujeta,
porque mi pecho gime y yo te quiero.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/13
PENTAGRAMA SILENCIOSO...
Pentagrama silencioso
de princesas y sirenas,
que despiertas en los niños
al compás de las mareas.
¿Dónde están vuestras canciones
y las olas tan traviesas?,
¿dónde están las caracolas
que se llevan a la oreja?
...Hay quizás mucho silencio,
mucha música encubierta,
tantos sones apagados
esperando una respuesta.
Porque falta la batuta
y la mano tan traviesa,
esa mano y esos dedos
que den vida con sus letras.
Porque el bello pentagrama
es aquel con hojas sueltas,
bien cubierto de frescura
y exhalando sus esencias.
En sus líneas admiradas,
surgen signos y corcheas,
como extrañas figuritas
de olvidadas marionetas.
Hay claveles en las notas
y hasta rosas siempre frescas,
hay rocío de rubíes
y perfume de violetas.
Mas los sueños son los sueños
que cambiamos por leyendas,
las princesas son muchachas
que a la vida ya despiertan.
Y aquí vuelve el pentagrama
con sus notas en la arena,
las sirenas se han dormido
y los sueños las alejan.
Hay muchachos que caminan
en la vida y por veredas,
con el alma enamorada
y temblando entre la niebla.
Van mirando hacia los lados,
a lo alto, y nada encuentran,
van tan solo con su carga
de ilusión feliz y fresca.
A lo lejos suena el viento
con la música incompleta,
y en su pecho, los latidos,
se acaloran y rebelan.
"...Pentagrama silencioso
de ilusiones tan traviesas
no rompáis nunca el hechizo
de esa música imperfecta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/13
de princesas y sirenas,
que despiertas en los niños
al compás de las mareas.
¿Dónde están vuestras canciones
y las olas tan traviesas?,
¿dónde están las caracolas
que se llevan a la oreja?
...Hay quizás mucho silencio,
mucha música encubierta,
tantos sones apagados
esperando una respuesta.
Porque falta la batuta
y la mano tan traviesa,
esa mano y esos dedos
que den vida con sus letras.
Porque el bello pentagrama
es aquel con hojas sueltas,
bien cubierto de frescura
y exhalando sus esencias.
En sus líneas admiradas,
surgen signos y corcheas,
como extrañas figuritas
de olvidadas marionetas.
Hay claveles en las notas
y hasta rosas siempre frescas,
hay rocío de rubíes
y perfume de violetas.
Mas los sueños son los sueños
que cambiamos por leyendas,
las princesas son muchachas
que a la vida ya despiertan.
Y aquí vuelve el pentagrama
con sus notas en la arena,
las sirenas se han dormido
y los sueños las alejan.
Hay muchachos que caminan
en la vida y por veredas,
con el alma enamorada
y temblando entre la niebla.
Van mirando hacia los lados,
a lo alto, y nada encuentran,
van tan solo con su carga
de ilusión feliz y fresca.
A lo lejos suena el viento
con la música incompleta,
y en su pecho, los latidos,
se acaloran y rebelan.
"...Pentagrama silencioso
de ilusiones tan traviesas
no rompáis nunca el hechizo
de esa música imperfecta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/11/13
sábado, 30 de noviembre de 2013
HOY LUCE EL SOL...
Hoy luce el sol y se divisa
la nieve en las montañas.
La tarde parece ya una poesía.
Todo invita a soñar,
incluso a estirar la mano
y a rozar con los dedos ese paisaje
que se presenta tan hermoso.
Me gustaría cerrar los ojos
y buscar los latidos de mi corazón.
Aquellos que tantas veces protestaban
en su rebeldía con mil gritos
y suspiros juveniles.
Me gustaría tener una figura
a quien dirigir mis palabras
y hablarle largamente,
contarle mis tonterías, mis historias,
decirle que el mar está tranquilo,
que las gaviotas aprovechan los rayos de sol
para volar luego hacia la costa,
que los peces estiran sus paseos por el agua
ajenos a las algas que ahora salen a la playa
y que unos niños se apresuran en las aulas,
recogiendo sus labores y sus libros,
para ir hacia los brazos de sus padres
que en la acera los esperan.
Luce el sol en esta tarde
y se marchitan las pequeñas esperanzas
de encontrar una utopía
que renueve los claveles en el alma
y que traiga las caricias de una brisa
que me nuble los sentidos
y me haga estremecer como hace años.
Quiero amar y estremecerme
cuando sienta la llegada de tu cuerpo,
quiero verte nuevamente con mis ojos
y aspirar ese perfume de tu cuello,
quiero ser el compañero inseparable de tus pasos,
el paciente lazarillo que te lleve de la mano
por las sendas de la vida,
el que peine tus cabellos
y te quite las legañas,
el que seque en tus pupilas
esas lágrimas que asoman,
el que vibre con tu seno delicado
cuando el mismo sienta el fuego de mi cuerpo...
...Pero simplemente luce el sol
en esta tarde que termina
y, aquí estoy, en el silencio de este cuarto.
Recogiendo en el cuaderno las migajas
de unas letras esparcidas en el alma
que quisiera compartirlas...
Rafael Sánchez Ortega ©
28/11/13
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