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viernes, 28 de febrero de 2014
QUIERO LLEGAR...
Quiero llegar hasta tu lado,
una tarde cualquiera, en la semana,
para sentir la dulzura de tus sienes
y acariciar tu cuello con mis dedos
en un acto muy paciente e irreflexivo.
Mientras miraré hacia atrás
con la certeza de no ver y distinguir
la figura temblorosa que avanzaba
con su miedo en los marjales,
la que huía de su propia sombra
buscando espacios de luz y colorido,
abiertos casi siempre a la esperanza.
Quiero cerrar tus ojos con mis labios
y tomar ese beso tan alegre que ellos tienen
y atesoran,
quiero robar esa sonrisa cristalina
y cambiarla por la mía
para que nunca vuelvan los recuerdos
a dejar las tristes notas de un pasado
ya caduco y sin retorno.
Pero debo proseguir en el camino
tras las huellas invisibles que marcaron
otros pasos más ilustres,
debo retomar viejas canciones,
que marcharon al destino de la vida
conservando su grandeza,
debo lavar esas banderas imperiales
que ondearon con orgullo por la tierra
y librarlas de la sangre, ya reseca,
que guardaban sus entrañas.
Quiero estar siempre a tu lado,
con más ganas de vivir y hasta de amar,
porque es preciso sortear los arrecifes
y vencer a las galernas que el destino
nos depara,
y quiero también estar,
en la defensa y la pelea
de sucesos invariables,
que vendrán a nuestro lado cada día.
Es por eso que preciso de tu mano
entre las mías,
y preciso de tu sangre, tan ardiente,
entre mis venas,
y también de ese perfume embriagador,
que va en tu cuerpo,
que destilan tus sentidos,
que se escapa de tu alma en un suspiro,
que me abraza y que me anima
y me dice que adelante,
que la vida continúa y no se para.
Porque así, de esta manera,
a tu lado, y de tu mano,
llegaremos a buen puerto,
a dormir en la Posada del Marino,
en un lecho de cristal, eternamente.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/14
jueves, 27 de febrero de 2014
TE DIRÍA MUCHAS COSAS...
Te diría muchas cosas,
por ejemplo que te quiero,
te diría que camino
con tus dedos en mis dedos,
te diría sin palabras,
poco a poco todo aquello,
que tú esperas y deseas
y que guardo con mis besos.
Te diría simplemente
que eres brisa con el viento,
y eres luz en la mañana
que ilumina todo el cielo,
te diría en un segundo
lo que surge y lo que pienso,
con tan solo la mirada
de mis ojos soñolientos.
Te diría en esta tarde
mil piropos a tu pelo
y también a la garganta
tan bonita de tu cuello,
te diría dulcemente
un susurro muy secreto
que erizara tus sentidos
y la punta de tus senos.
Te diría, sin dudarlo,
que te amo y que te quiero
y preciso tus latidos
y hasta el roce de tu aliento,
te diría, vida mía,
que eres brasa en ese fuego
que crepita con sus llamas
en mi pecho que está hambriento.
"...Te diría muchas cosas
y daría lo que tengo,
hasta toda mi fortuna
por un beso muy sincero,
te diría que te amo
muchas veces, sin saberlo,
con la voz entrecortada
de un poeta, con sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/14
por ejemplo que te quiero,
te diría que camino
con tus dedos en mis dedos,
te diría sin palabras,
poco a poco todo aquello,
que tú esperas y deseas
y que guardo con mis besos.
Te diría simplemente
que eres brisa con el viento,
y eres luz en la mañana
que ilumina todo el cielo,
te diría en un segundo
lo que surge y lo que pienso,
con tan solo la mirada
de mis ojos soñolientos.
Te diría en esta tarde
mil piropos a tu pelo
y también a la garganta
tan bonita de tu cuello,
te diría dulcemente
un susurro muy secreto
que erizara tus sentidos
y la punta de tus senos.
Te diría, sin dudarlo,
que te amo y que te quiero
y preciso tus latidos
y hasta el roce de tu aliento,
te diría, vida mía,
que eres brasa en ese fuego
que crepita con sus llamas
en mi pecho que está hambriento.
"...Te diría muchas cosas
y daría lo que tengo,
hasta toda mi fortuna
por un beso muy sincero,
te diría que te amo
muchas veces, sin saberlo,
con la voz entrecortada
de un poeta, con sus versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
22/02/14
miércoles, 26 de febrero de 2014
PROTESTA.
Siento que soy un espectador de este mundo
y, como protagonista en la sombra,
me duelen tantas luchas intestinas
y tanta sangre derramada, sin motivo aparente,
en pos de palabras y promesas que salen
de los labios iluminados
de personas que carecen de sentimientos
en su alma.
Parece como si el ser humano
hubiera alcanzado la inmadurez total
en su nota más alta,
y su inteligencia estuviera al servicio
de los manipuladores de turno
que la emplean para hacer realidad
sus locuras,
saciar sus apetitos de grandeza
y conformar y acallar sus instintos.
Es la ley del más fuerte y, por desgracia,
así llevamos miles de años.
Quizás sea ésta nuestra historia
y éste nuestro destino,
pero al igual que tantos poetas,
yo me resisto al mismo
y me rebelo y protesto,
y hasta alzo mi voz y mi pluma,
aunque sea así,
a través de estas letras y estos versos
que no quiero se dobleguen
a chantajes y miedos
de ningún signo y bandera
porque quiero la libertad total,
humana y racional,
para todos los seres humanos.
Y sí, ya sé que es una utopía
y un sueño de una tarde de invierno,
pero, ¿es malo soñar con gritar lo que
se siente y sacar de las entrañas
tanta rabia acumulada...?
...Porque al fin y al cabo, yo puedo hacerlo,
puedo gritar y protestar en nombre de otros
y hasta escribir mi poesía,
¡sí eso quiero!,
pero "algunos", (otros muchos quizás),
ni siquiera pueden abrir la boca
y decir lo que piensan
y menos manifestarlo por escrito.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/14
martes, 25 de febrero de 2014
COMO TÚ...
Como tú, yo me arrastro por el barro
intentando escribir unas palabras,
unas letras que digan lo que siento,
y un dolor que me ahoga y me atenaza.
Quiero ser ese lodo que se pierde
y se funde en marismas con las aguas,
y esa niebla que cuelga de los bosques
y se eleva, despacio, en las mañanas.
Pero tengo en mi contra vendavales
y galernas con fuertes marejadas,
y hasta tengo la envidia de las gentes
que procuran vencerme con sus mañas.
Yo quisiera saltar esas barreras
y cruzar limpiamente por la valla,
sin espinos y alambres en la cumbre
y un azul más allá de su ventana.
Como tú, yo me arrastro por la vida,
intentando lograr una esperanza,
un resquicio de luz a mis sentidos
y ese néctar que calme la garganta.
Porque somos la nota irreverente,
de una vida surgida en la distancia,
una vida que vibra y que palpita
y que funde sus besos en la nada.
Mientras tanto resisto en esta lucha
de protestas y gritos en mi causa,
por lograr una vida diferente
y un rincón donde reine la templanza.
Ese aire que venga de los cielos,
ese soplo que surja con el alba,
esa luz que nos manden las estrellas
y la paz y el amor para las almas.
"...Como tú, yo me arrastro con mi pena
y lo hago consciente de mi carga,
aunque busque la paz en estos versos
y el poema se ahogue en la garganta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/13
intentando escribir unas palabras,
unas letras que digan lo que siento,
y un dolor que me ahoga y me atenaza.
Quiero ser ese lodo que se pierde
y se funde en marismas con las aguas,
y esa niebla que cuelga de los bosques
y se eleva, despacio, en las mañanas.
Pero tengo en mi contra vendavales
y galernas con fuertes marejadas,
y hasta tengo la envidia de las gentes
que procuran vencerme con sus mañas.
Yo quisiera saltar esas barreras
y cruzar limpiamente por la valla,
sin espinos y alambres en la cumbre
y un azul más allá de su ventana.
Como tú, yo me arrastro por la vida,
intentando lograr una esperanza,
un resquicio de luz a mis sentidos
y ese néctar que calme la garganta.
Porque somos la nota irreverente,
de una vida surgida en la distancia,
una vida que vibra y que palpita
y que funde sus besos en la nada.
Mientras tanto resisto en esta lucha
de protestas y gritos en mi causa,
por lograr una vida diferente
y un rincón donde reine la templanza.
Ese aire que venga de los cielos,
ese soplo que surja con el alba,
esa luz que nos manden las estrellas
y la paz y el amor para las almas.
"...Como tú, yo me arrastro con mi pena
y lo hago consciente de mi carga,
aunque busque la paz en estos versos
y el poema se ahogue en la garganta..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/02/13
lunes, 24 de febrero de 2014
TENÍA QUE ROMPER MIL SENSACIONES...
Tenía que romper mil sensaciones
venciendo las viscosas telarañas,
aquellas que quedaron con recuerdos
y restos temblorosos de nostalgias.
Debía rescatar las emociones
del pozo, sin cordel, donde se guardan,
haciendo que corrieran calle abajo
cruzando las cunetas de la plaza.
...(Pensaba todo esto, en su silencio,
un hombre bien cubierto por su capa,
un triste peregrino de la vida,
y el joven de carita enamorada).
Más solo se escuchaban los sonidos
dejados por el mar, en su resaca,
y el aria inmaculada, que en la noche,
cantaban dulcemente las cigarras.
De pronto se rompieron los silencios
por medio de unas manos delicadas,
que hacían carantoñas a la luna,
rasgando sin cesar una guitarra.
Las manos caprichosas de mi amiga
tenían en sus dedos tanta magia,
que un cuento me dejaban, sin saberlo,
los labios de su música gitana.
¡Ay viejo corazón, no te detengas!,
prosigue tu camino hacia la barra,
el puerto de la dicha está cercano
y solo te hacen falta dos remadas.
Más debo proceder con gran presteza
limpiando los salones y ventanas,
haciendo que la luz llegue hasta el fondo
de todos los rincones de mi alma.
"...Tenía que romper mil sensaciones
que llenan las vitrinas de mi casa;
tenía que temblar con tu figura,
y solo susurrarte que te amaba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/14
venciendo las viscosas telarañas,
aquellas que quedaron con recuerdos
y restos temblorosos de nostalgias.
Debía rescatar las emociones
del pozo, sin cordel, donde se guardan,
haciendo que corrieran calle abajo
cruzando las cunetas de la plaza.
...(Pensaba todo esto, en su silencio,
un hombre bien cubierto por su capa,
un triste peregrino de la vida,
y el joven de carita enamorada).
Más solo se escuchaban los sonidos
dejados por el mar, en su resaca,
y el aria inmaculada, que en la noche,
cantaban dulcemente las cigarras.
De pronto se rompieron los silencios
por medio de unas manos delicadas,
que hacían carantoñas a la luna,
rasgando sin cesar una guitarra.
Las manos caprichosas de mi amiga
tenían en sus dedos tanta magia,
que un cuento me dejaban, sin saberlo,
los labios de su música gitana.
¡Ay viejo corazón, no te detengas!,
prosigue tu camino hacia la barra,
el puerto de la dicha está cercano
y solo te hacen falta dos remadas.
Más debo proceder con gran presteza
limpiando los salones y ventanas,
haciendo que la luz llegue hasta el fondo
de todos los rincones de mi alma.
"...Tenía que romper mil sensaciones
que llenan las vitrinas de mi casa;
tenía que temblar con tu figura,
y solo susurrarte que te amaba..."
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/14
domingo, 23 de febrero de 2014
NUNCA ESCRIBÍ DE TI...
Nunca escribí de ti, mi hora bruja,
ni del tiempo pasado e irreverente,
que dejamos venir a nuestro lado
como un soplo de brisa en los laureles.
Yo quería esa hora con premura,
y vivirla de forma permanente,
aunque fueran pasando los segundos
de ese tiempo, corrido, más bien breve.
Y bailé con la sombra de la luna,
y miré, como miran los cipreses,
hasta ver en mis sueños las montañas,
tan hermosas y blancas, por la nieve.
Hasta ti me llevaron las pasiones
y el fulgor de las rosas y claveles,
que pedían un beso de mis labios,
para ir a los tuyos dulcemente.
Pero solo volvieron los recuerdos
de aquel tiempo escapado tras los trenes,
y las sombras quedaron en las vías,
como yo me quedara en sus andenes.
"Sin palabras" te escribo en esta hora,
y te digo, en"mi hora", que me esperes,
que me busques si acaso, por las noches,
aunque luego te rías y me dejes.
"Hora bruja", de eterna fantasía,
que elevaste mi alma por el éter
a regiones que nunca había pisado
y a los valles sin vida de la muerte.
Yo sé bien que gozamos de aquel tiempo,
que sentimos un "algo" diferente,
que bebimos la copa de la vida
escanciando la magia que ella tiene.
Es por eso que pido tu presencia
y te digo también que ahora me esperes,
porque te amo, sin dudas y palabras,
esperando ese roce de tus sienes.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/14
ni del tiempo pasado e irreverente,
que dejamos venir a nuestro lado
como un soplo de brisa en los laureles.
Yo quería esa hora con premura,
y vivirla de forma permanente,
aunque fueran pasando los segundos
de ese tiempo, corrido, más bien breve.
Y bailé con la sombra de la luna,
y miré, como miran los cipreses,
hasta ver en mis sueños las montañas,
tan hermosas y blancas, por la nieve.
Hasta ti me llevaron las pasiones
y el fulgor de las rosas y claveles,
que pedían un beso de mis labios,
para ir a los tuyos dulcemente.
Pero solo volvieron los recuerdos
de aquel tiempo escapado tras los trenes,
y las sombras quedaron en las vías,
como yo me quedara en sus andenes.
"Sin palabras" te escribo en esta hora,
y te digo, en"mi hora", que me esperes,
que me busques si acaso, por las noches,
aunque luego te rías y me dejes.
"Hora bruja", de eterna fantasía,
que elevaste mi alma por el éter
a regiones que nunca había pisado
y a los valles sin vida de la muerte.
Yo sé bien que gozamos de aquel tiempo,
que sentimos un "algo" diferente,
que bebimos la copa de la vida
escanciando la magia que ella tiene.
Es por eso que pido tu presencia
y te digo también que ahora me esperes,
porque te amo, sin dudas y palabras,
esperando ese roce de tus sienes.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/02/14
sábado, 22 de febrero de 2014
HOY TE VI...
Hoy te vi, cenicienta revoltosa,
y no estabas limpiando los cristales,
ni sacando las bolsas de basura,
ni esperando pareja para el baile,
Estabas en mitad de la alameda
contemplando ventanas y balcones,
y quizás con los sueños infantiles
persiguiendo las hadas de los bosques.
Desprendía belleza tu figura
y un olor de violetas y azahares;
en tus labios bailaba una sonrisa
y en tus ojos, sombríos, mil saudades.
Pero tú te fijaste en mi latido
y acudiste a mi lado, sin razones,
a buscar el rescoldo de unos besos
y de un tiempo perdido entre los hombres.
Hoy te vi, cenicienta de mi vida,
con tus ojos castaños inmortales,
y te vi con las pecas de tu rostro
pronunciando mi nombre por la calle.
Estabas, como siempre, tan hermosa,
que te vi nuevamente en otra noche,
en aquellos instantes, que recuerdo,
en un baile divino, hasta las doce.
Y después te esfumaste entre la nada
tras dejar un zapato para nadie,
el que yo recogí, pacientemente
y guardé con mis sueños en el aire.
Te busqué por los campos y senderos
y busqué como buscan los quijotes,
pero tú te alejaste de mi vida
recelando de amores y pasiones.
"...Hoy te vi, cenicienta tan hermosa,
y temblaron de nuevo los cristales,
se rompieron los muros de mi alma
para ir a tu lado en un instante..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/14
y no estabas limpiando los cristales,
ni sacando las bolsas de basura,
ni esperando pareja para el baile,
Estabas en mitad de la alameda
contemplando ventanas y balcones,
y quizás con los sueños infantiles
persiguiendo las hadas de los bosques.
Desprendía belleza tu figura
y un olor de violetas y azahares;
en tus labios bailaba una sonrisa
y en tus ojos, sombríos, mil saudades.
Pero tú te fijaste en mi latido
y acudiste a mi lado, sin razones,
a buscar el rescoldo de unos besos
y de un tiempo perdido entre los hombres.
Hoy te vi, cenicienta de mi vida,
con tus ojos castaños inmortales,
y te vi con las pecas de tu rostro
pronunciando mi nombre por la calle.
Estabas, como siempre, tan hermosa,
que te vi nuevamente en otra noche,
en aquellos instantes, que recuerdo,
en un baile divino, hasta las doce.
Y después te esfumaste entre la nada
tras dejar un zapato para nadie,
el que yo recogí, pacientemente
y guardé con mis sueños en el aire.
Te busqué por los campos y senderos
y busqué como buscan los quijotes,
pero tú te alejaste de mi vida
recelando de amores y pasiones.
"...Hoy te vi, cenicienta tan hermosa,
y temblaron de nuevo los cristales,
se rompieron los muros de mi alma
para ir a tu lado en un instante..."
Rafael Sánchez Ortega ©
17/02/14
viernes, 21 de febrero de 2014
ARQUITECTOS E INGENIEROS...
Arquitectos e ingenieros
sed conscientes de la farsa,
el amor que está inventado
no precisa de palabras.
Aquí todo ya se sabe,
no hacen falta zarandajas,
solamente sentimientos
y entregarse con el alma.
El amor es algo noble,
algo eterno hacia la nada,
un remanso incandescente
de ternura entre las brasas.
Es por eso, que el poeta,
ya describe en esa infancia,
el amor más sugerente
como rosa bien temprana.
Y se embriaga con la brisa
y en el bosque con las hadas,
y se ve, cual Don Quijote,
cabalgando por la Mancha.
Lleva espuelas en sus botas
y una brida muy gastada,
va buscando a Dulcinea
que es real y no le engaña.
Él renace en sus amores
como el brote de una rama,
y hasta sueña con un beso
tembloroso que le aguarda.
"...Arquitectos e ingenieros
del Amor, venid sin falta,
aprended de la inocencia
de los niños con el alba.
El amor es algo hermoso
y algo digno de enseñanza,
que se ofrece al ser querido
con un rayo de esperanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/14
sed conscientes de la farsa,
el amor que está inventado
no precisa de palabras.
Aquí todo ya se sabe,
no hacen falta zarandajas,
solamente sentimientos
y entregarse con el alma.
El amor es algo noble,
algo eterno hacia la nada,
un remanso incandescente
de ternura entre las brasas.
Es por eso, que el poeta,
ya describe en esa infancia,
el amor más sugerente
como rosa bien temprana.
Y se embriaga con la brisa
y en el bosque con las hadas,
y se ve, cual Don Quijote,
cabalgando por la Mancha.
Lleva espuelas en sus botas
y una brida muy gastada,
va buscando a Dulcinea
que es real y no le engaña.
Él renace en sus amores
como el brote de una rama,
y hasta sueña con un beso
tembloroso que le aguarda.
"...Arquitectos e ingenieros
del Amor, venid sin falta,
aprended de la inocencia
de los niños con el alba.
El amor es algo hermoso
y algo digno de enseñanza,
que se ofrece al ser querido
con un rayo de esperanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/14
jueves, 20 de febrero de 2014
ME ENAMORÉ DE TUS OJOS...
Me enamoré de tus ojos
y tu preciosa sonrisa,
porque los míos buscaban,
en tus labios, margaritas.
Y así, sin más, me robaste,
mi corazón y mi vida,
que se metió en tus pestañas
y en tus ardientes pupilas.
Fueron tus ojos gitanos
notas de un arpa bravía,
guiños, un tanto, celestes
de una guitarra amarilla.
Porque el amor de tus ojos
siempre llegó, cada día,
a estremecer mis sentidos
con su candor y caricia.
Ellos, sin fin, susurraban
unas canciones bonitas,
en las que hablaban de amores
y de riberas tranquilas.
Pude saber, por tus ojos,
cuanto yo ansiaba y quería,
y hasta logré estremecerme
con el placer de la brisa.
Era una magia sin nombre,
una feliz utopía,
y una locura sin frenos
el disfrutar de esta dicha.
Porque el amor desbocado
era real, y existía;
me lo decían tus ojos
con sus letritas divinas.
Me enamoré de tus ojos
y tu carita tan linda
para cubrirte de besos
en una linda cuartilla.
Y así nacieron poemas
con sus estrofas y rimas,
siendo el amor, ese centro,
que yo buscaba y pedía.
Y compartieron mis ojos
esas estrofas sencillas,
con los suspiros robados
de quien yo tanto quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/14
y tu preciosa sonrisa,
porque los míos buscaban,
en tus labios, margaritas.
Y así, sin más, me robaste,
mi corazón y mi vida,
que se metió en tus pestañas
y en tus ardientes pupilas.
Fueron tus ojos gitanos
notas de un arpa bravía,
guiños, un tanto, celestes
de una guitarra amarilla.
Porque el amor de tus ojos
siempre llegó, cada día,
a estremecer mis sentidos
con su candor y caricia.
Ellos, sin fin, susurraban
unas canciones bonitas,
en las que hablaban de amores
y de riberas tranquilas.
Pude saber, por tus ojos,
cuanto yo ansiaba y quería,
y hasta logré estremecerme
con el placer de la brisa.
Era una magia sin nombre,
una feliz utopía,
y una locura sin frenos
el disfrutar de esta dicha.
Porque el amor desbocado
era real, y existía;
me lo decían tus ojos
con sus letritas divinas.
Me enamoré de tus ojos
y tu carita tan linda
para cubrirte de besos
en una linda cuartilla.
Y así nacieron poemas
con sus estrofas y rimas,
siendo el amor, ese centro,
que yo buscaba y pedía.
Y compartieron mis ojos
esas estrofas sencillas,
con los suspiros robados
de quien yo tanto quería.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/02/14
miércoles, 19 de febrero de 2014
HE TATUADO TU NOMBRE EN LA MEMORIA...
He tatuado tu nombre en la memoria
y, a la vez, he mirado a las estrellas,
para ver si las mismas sonreían
o lloraban sus lágrimas eternas.
Pero el cielo, nublado, no dejaba,
distinguir esas luces tan sinceras,
ni saber el valor de los suspiros
y el mensaje de siglos y leyendas.
Mientras tanto tu nombre se teñía,
y mezclaba, en la sangre de mis venas,
para así fecundar ese proceso
de tatuarse, por siempre, con tus letras.
Yo soñaba cual niño vacilante,
que compone en la noche sus poemas,
y lo hacía escuchando a las cigarras
y a la luz, tan sutil, de una candela.
Y tu nombre enraizaba, poco a poco,
a través del buril de las esencias,
en un cuerpo de niño enamorado
que absorbía las mieles con su néctar.
Y así fue, corazón, como quedaste,
para siempre tatuado en mi cabeza,
siendo parte, sin más, de mis sentidos
y también de mis risas más inquietas.
Porque un lazo invisible nos unía
y ese lazo era siempre la certeza,
de saber, que tú estabas a mi lado
en los malos momentos y galernas.
Pero estabas conmigo en la bonanza,
en la risa florida y siempre tierna
y, a la vez, en la piel, con su tatuaje,
que la brisa besaba en un poema.
"...He tatuado tu nombre en la memoria
para así, disfrutar de tu presencia,
y que siempre, mi labio enamorado,
te brindara ese beso que deseas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/14
y, a la vez, he mirado a las estrellas,
para ver si las mismas sonreían
o lloraban sus lágrimas eternas.
Pero el cielo, nublado, no dejaba,
distinguir esas luces tan sinceras,
ni saber el valor de los suspiros
y el mensaje de siglos y leyendas.
Mientras tanto tu nombre se teñía,
y mezclaba, en la sangre de mis venas,
para así fecundar ese proceso
de tatuarse, por siempre, con tus letras.
Yo soñaba cual niño vacilante,
que compone en la noche sus poemas,
y lo hacía escuchando a las cigarras
y a la luz, tan sutil, de una candela.
Y tu nombre enraizaba, poco a poco,
a través del buril de las esencias,
en un cuerpo de niño enamorado
que absorbía las mieles con su néctar.
Y así fue, corazón, como quedaste,
para siempre tatuado en mi cabeza,
siendo parte, sin más, de mis sentidos
y también de mis risas más inquietas.
Porque un lazo invisible nos unía
y ese lazo era siempre la certeza,
de saber, que tú estabas a mi lado
en los malos momentos y galernas.
Pero estabas conmigo en la bonanza,
en la risa florida y siempre tierna
y, a la vez, en la piel, con su tatuaje,
que la brisa besaba en un poema.
"...He tatuado tu nombre en la memoria
para así, disfrutar de tu presencia,
y que siempre, mi labio enamorado,
te brindara ese beso que deseas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/14
martes, 18 de febrero de 2014
SON...
Son los caminos sin nombre,
los ocultos e ignorados,
los senderos escabrosos
que en la vida sorteamos.
...Quienes gritan los acordes,
tras el eco de los pasos,
que dejamos con las huellas
silenciosas de los claros.
Son esas rocas señeras
con sus riscos almenados,
y su planta siempre altiva
que se eleva hacia lo alto.
...Las que buscan en los cielos
las estrellas con su manto,
y restañan las heridas
con un beso puro y casto.
Son esos campos vacíos
que después de los veranos,
se convierten en desiertos
sofocantes al arado.
...Los que piden a las nubes
que la lluvia venga abajo,
y que sacie las entrañas
de la tierra y de sus labios.
Son los hayedos del bosque
que susurran, cual reclamo,
con el roce de la brisa
y del viento en un abrazo.
...Los que llaman a los robles
y también a los castaños,
a ese mundo de unicornios,
de los elfos y venados.
Son las mujeres y hombres
convertidos en payasos,
en pequeños arlequines
y que pasan de la mano.
...Los que dicen "yo te quiero",
casi, casi suspirando,
y después, en sus pupilas,
alguien posa un beso blanco.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/14
los ocultos e ignorados,
los senderos escabrosos
que en la vida sorteamos.
...Quienes gritan los acordes,
tras el eco de los pasos,
que dejamos con las huellas
silenciosas de los claros.
Son esas rocas señeras
con sus riscos almenados,
y su planta siempre altiva
que se eleva hacia lo alto.
...Las que buscan en los cielos
las estrellas con su manto,
y restañan las heridas
con un beso puro y casto.
Son esos campos vacíos
que después de los veranos,
se convierten en desiertos
sofocantes al arado.
...Los que piden a las nubes
que la lluvia venga abajo,
y que sacie las entrañas
de la tierra y de sus labios.
Son los hayedos del bosque
que susurran, cual reclamo,
con el roce de la brisa
y del viento en un abrazo.
...Los que llaman a los robles
y también a los castaños,
a ese mundo de unicornios,
de los elfos y venados.
Son las mujeres y hombres
convertidos en payasos,
en pequeños arlequines
y que pasan de la mano.
...Los que dicen "yo te quiero",
casi, casi suspirando,
y después, en sus pupilas,
alguien posa un beso blanco.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/02/14
lunes, 17 de febrero de 2014
DICEN QUE YO HE ESCRITO...
Dicen que yo he escrito en otro tiempo:
"que la vida se escribe y se detiene,
que se deja llevar por los marjales
como el agua que baja de la fuente".
Pero ahora lo pienso, en un instante,
y no veo razones ni placeres
que me hicieran decir tal tontería
ni escribir ese párrafo tan breve.
Es verdad que la vida se dibuja
y se escribe en los días y los meses,
que transcurren sin pausa ni castigo
de manera sutil y lentamente.
Es verdad que algún día las personas
nos subimos al tren, sin un billete,
en la oscura estación de nuestra vida
que carece de luces y de andenes.
Mas recuerdo los lechos pantanosos
con un fondo sembrado de claveles,
(¡qué contraste, dios mío, aquella escena...!),
como un cuadro goyesco en el ambiente.
Y la fuente en el tiempo detenida
un recuerdo, no más, que ahora me viene,
y que llega de nuevo hasta mi lado
con el dulce frescor de la corriente.
Y es así, como vaga el pensamiento,
entre juncos riberas y cipreses,
desgranando tonadas de alegría
y oraciones de música solemne.
Es por eso que llegan los recuerdos
y nos dejan las frases, repelentes,
que, tal vez, pronunciaron nuestros labios
y escribieron los dedos muchas veces.
"...Si escribí, no renuncio a ese momento,
aunque ahora yo piense diferente,
a pesar de palabras mal sonantes
encubiertas de rosas y con mieles..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/04
"que la vida se escribe y se detiene,
que se deja llevar por los marjales
como el agua que baja de la fuente".
Pero ahora lo pienso, en un instante,
y no veo razones ni placeres
que me hicieran decir tal tontería
ni escribir ese párrafo tan breve.
Es verdad que la vida se dibuja
y se escribe en los días y los meses,
que transcurren sin pausa ni castigo
de manera sutil y lentamente.
Es verdad que algún día las personas
nos subimos al tren, sin un billete,
en la oscura estación de nuestra vida
que carece de luces y de andenes.
Mas recuerdo los lechos pantanosos
con un fondo sembrado de claveles,
(¡qué contraste, dios mío, aquella escena...!),
como un cuadro goyesco en el ambiente.
Y la fuente en el tiempo detenida
un recuerdo, no más, que ahora me viene,
y que llega de nuevo hasta mi lado
con el dulce frescor de la corriente.
Y es así, como vaga el pensamiento,
entre juncos riberas y cipreses,
desgranando tonadas de alegría
y oraciones de música solemne.
Es por eso que llegan los recuerdos
y nos dejan las frases, repelentes,
que, tal vez, pronunciaron nuestros labios
y escribieron los dedos muchas veces.
"...Si escribí, no renuncio a ese momento,
aunque ahora yo piense diferente,
a pesar de palabras mal sonantes
encubiertas de rosas y con mieles..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/04
domingo, 16 de febrero de 2014
ERA ANCIANA...
Era anciana la
campana de la iglesia
que tocaba en los
domingos a la misa,
despertando las
pasiones más diversas
y avivando los
rescoldos y cenizas.
Porque el fuego sigue
fiel en la conciencia
con las llamas
temblorosas que suspiran,
y que elevan la
mirada a las estrellas
en la noche singular
y tan precisa.
Era anciana nuestra
encina tan coqueta,
con su porte bonachón
de cada día,
y aquel aire juvenil,
sin entelequias,
que auspiciaba los
placeres de la vida.
Porque el roble y el
ciprés están con ella,
en el bosque donde
surge la sonrisa,
donde buscan los
venados la pradera
y las hadas, con su
magia, resucitan.
Era anciana la
ilusión de la caverna
que intentaba
reflejar una caricia
y con ella rescatar a
la silueta
de la vida, y en la forma
más sencilla.
Porque así lo
deseaban los profetas,
pensadores de
profundas teologías
que ilustraban de
razones las aceras
y las plazas
encendiendo una cerilla.
Era anciana la mirada
de la tierra
que extendía hasta
nosotros sus pupilas,
en un acto generoso y
de novela,
pretendiendo
convertirse en nuestra amiga.
Porque el polvo de la
misma está muy cerca
y nacemos y morimos
cual semillas,
en la tierra
solitaria y entreabierta
donde un día crecerán
las margaritas.
Era anciana la figura
tan perfecta
que dejaba sus
facciones a la brisa,
como playa que se
expone a las mareas
y a ese soplo del
nordeste y la folía.
Porque el negro de su
ropa soñolienta,
tiene huellas de
dolores y de risas,
y su alma juvenil,
que aún se conserva,
va debajo de ese
cuerpo que marchita.
Era anciana la
palabra del poema
que aquel niño
recitaba tan deprisa,
como nota sugerente y
de belleza
que algún ángel le
prendió de su cortina.
Porque el niño
susurraba pieza a pieza,
cada verso encadenado
y cada rima
con la gracia tan
sutil, con que el poeta,
concibió para crear
sus poesías.
Y es así la
ancianidad, de esta manera,
un conjunto de
palabras asumidas
de la dura antigüedad
que nos rodea
y su esencia que nos
llega todavía.
Rafael Sánchez Ortega
©
sábado, 15 de febrero de 2014
IN MEMORIAM - FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO.
(Mis versos de hoy son un pequeño homenaje a la figura de este poeta nacido muy cerca de donde vivo y que residía en EEUU. Dejo su página web por si alguien quiere disfrutar de sus poemas: http://poesiadelmomento.com/ )
Aprendí con tus poemas
el valor de las palabras,
y aprendí, que los sonetos,
eran flores para el alma.
Me enseñaste tantas cosas,
compañero que te marchas,
que me quedo ensimismado
y no sé ni numerarlas.
Tus poemas prodigiosos,
eran lumbre y eran llama,
y eran versos refulgentes
y caricias bien rimadas.
Paseaban tus estrofas
en un mundo siempre en danza,
donde existen las pasiones
y el amor en la distancia.
Tú rompiste muchos diques
y alejaste la nostalgia,
con los versos y cuartillas
que en tu página colgabas.
Los leímos muchas veces
admirando tu elegancia,
y esa huella, que en tus dedos,
puso el aire de Cantabria.
Porque nunca lo negaste
y orgulloso te mostrabas,
de sentir, en tus raíces,
un salitre y mar en calma.
El salitre de esta tierra
que está vivo y nunca engaña,
y se pega en cada verso,
y en los dedos de quien ama.
Y eso tú, bien lo sabías,
versador en tierra sabia,
con nostalgias corraliegas
y hasta un tanto campurrianas.
Para ti van estas letras,
en la tarde que se acaba,
y en la noche que comienzas
a escribir en otra lanzas.
Ahora tienes las estrellas
muy cerquita con su magia,
y el Olimpo de los dioses
con sus elfos y sus hadas.
Cumplirás tantas promesas
que en tus versos reclamabas,
el amor sin condiciones
y el descanso en la jornada.
Estos versos para ti,
trovador de la montaña,
y un abrazo y un recuerdo
son mis dádivas sagradas.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/14
el valor de las palabras,
y aprendí, que los sonetos,
eran flores para el alma.
Me enseñaste tantas cosas,
compañero que te marchas,
que me quedo ensimismado
y no sé ni numerarlas.
Tus poemas prodigiosos,
eran lumbre y eran llama,
y eran versos refulgentes
y caricias bien rimadas.
Paseaban tus estrofas
en un mundo siempre en danza,
donde existen las pasiones
y el amor en la distancia.
Tú rompiste muchos diques
y alejaste la nostalgia,
con los versos y cuartillas
que en tu página colgabas.
Los leímos muchas veces
admirando tu elegancia,
y esa huella, que en tus dedos,
puso el aire de Cantabria.
Porque nunca lo negaste
y orgulloso te mostrabas,
de sentir, en tus raíces,
un salitre y mar en calma.
El salitre de esta tierra
que está vivo y nunca engaña,
y se pega en cada verso,
y en los dedos de quien ama.
Y eso tú, bien lo sabías,
versador en tierra sabia,
con nostalgias corraliegas
y hasta un tanto campurrianas.
Para ti van estas letras,
en la tarde que se acaba,
y en la noche que comienzas
a escribir en otra lanzas.
Ahora tienes las estrellas
muy cerquita con su magia,
y el Olimpo de los dioses
con sus elfos y sus hadas.
Cumplirás tantas promesas
que en tus versos reclamabas,
el amor sin condiciones
y el descanso en la jornada.
Estos versos para ti,
trovador de la montaña,
y un abrazo y un recuerdo
son mis dádivas sagradas.
Rafael Sánchez Ortega ©
15/02/14
viernes, 14 de febrero de 2014
LA BUSCABA LOCAMENTE...
La buscaba locamente
y un buen día la encontré,
la seduje o me sedujo
no recuerdo como fue.
Nos besamos y abrazamos
y con ella me acosté,
embriagados en los besos
que sabían como a diez.
Fue muy lindo aquel instante,
un volcán de rica miel,
una imagen y un recuerdo
que yo nunca olvidaré.
Recorrimos mil caminos
de la mano y en el tren,
en silencio y sin palabras
con un mundo de revés.
Nos miraban las personas
como locos que prender,
a dos rosas extenuadas
y exprimidas a la vez.
Dos susurros en la noche,
un suspiro y un clavel,
dos amantes recitando
las palabras del placer.
Y así juntos, y en silencio,
compartimos nuestra sed,
la lujuria de ser libres
aunque unidos al papel.
Caracoles que dan vueltas
una vez, y otra también,
mariposas de colores
que se libran de la red.
"...La buscaba locamente
y con ella fui a yacer,
poesía que enamoras
y me atrapas sin cuartel..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/14
y un buen día la encontré,
la seduje o me sedujo
no recuerdo como fue.
Nos besamos y abrazamos
y con ella me acosté,
embriagados en los besos
que sabían como a diez.
Fue muy lindo aquel instante,
un volcán de rica miel,
una imagen y un recuerdo
que yo nunca olvidaré.
Recorrimos mil caminos
de la mano y en el tren,
en silencio y sin palabras
con un mundo de revés.
Nos miraban las personas
como locos que prender,
a dos rosas extenuadas
y exprimidas a la vez.
Dos susurros en la noche,
un suspiro y un clavel,
dos amantes recitando
las palabras del placer.
Y así juntos, y en silencio,
compartimos nuestra sed,
la lujuria de ser libres
aunque unidos al papel.
Caracoles que dan vueltas
una vez, y otra también,
mariposas de colores
que se libran de la red.
"...La buscaba locamente
y con ella fui a yacer,
poesía que enamoras
y me atrapas sin cuartel..."
Rafael Sánchez Ortega ©
09/02/14
jueves, 13 de febrero de 2014
A VECES LOS SUSPIROS...
A veces los suspiros
acaban en los versos
y a veces las miradas
expresan mil deseos.
Sentimos y pensamos,
amamos y queremos,
quizás en demasía,
tal vez un poco menos.
Vivimos mendigando
los labios tan hambrientos,
que pidan las migajas
y rocen a los nuestros.
Queremos las manzanas
y el néctar virulento,
que excite las pasiones
y eleve hasta los cielos.
A veces los suspiros
confunden a los cuerdos
e inundan de ternura
la sangre de los necios.
Mentiras deliciosas
tejidas con señuelo
por lindas mariposas
que pasan con el viento.
Y llegan los minutos
del tiempo que es eterno,
y fluyen y confluyen
los roces de los cuerpos.
Se inician sensaciones
que invitan a ir más lento,
a juegos permitidos
que acaban en mil besos.
A veces los suspiros
expresan sentimientos,
caricias reprimidas
que nacen en los pechos.
Canciones sin palabras
de tangos y boleros,
guitarras que susurran
y dejan su lamento.
Así, las sensaciones,
se expresan sin rodeos,
por medio de un suspiro,
un nombre y un te quiero.
Y casi emocionados
perdemos el aliento,
miramos a unos ojos
que son nuestro reflejo.
"...A veces los suspiros,
son eso que yo siento,
Amor, sin más palabras,
que es tuyo y te lo cedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/14
acaban en los versos
y a veces las miradas
expresan mil deseos.
Sentimos y pensamos,
amamos y queremos,
quizás en demasía,
tal vez un poco menos.
Vivimos mendigando
los labios tan hambrientos,
que pidan las migajas
y rocen a los nuestros.
Queremos las manzanas
y el néctar virulento,
que excite las pasiones
y eleve hasta los cielos.
A veces los suspiros
confunden a los cuerdos
e inundan de ternura
la sangre de los necios.
Mentiras deliciosas
tejidas con señuelo
por lindas mariposas
que pasan con el viento.
Y llegan los minutos
del tiempo que es eterno,
y fluyen y confluyen
los roces de los cuerpos.
Se inician sensaciones
que invitan a ir más lento,
a juegos permitidos
que acaban en mil besos.
A veces los suspiros
expresan sentimientos,
caricias reprimidas
que nacen en los pechos.
Canciones sin palabras
de tangos y boleros,
guitarras que susurran
y dejan su lamento.
Así, las sensaciones,
se expresan sin rodeos,
por medio de un suspiro,
un nombre y un te quiero.
Y casi emocionados
perdemos el aliento,
miramos a unos ojos
que son nuestro reflejo.
"...A veces los suspiros,
son eso que yo siento,
Amor, sin más palabras,
que es tuyo y te lo cedo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/14
miércoles, 12 de febrero de 2014
A VECES SE CONGELA EL SENTIMIENTO...
A veces se congela el sentimiento
por falta de ilusión en las palabras,
preguntas que se hacen al vacío
de labios que transitan por la nada.
Vivimos encerrados en nosotros
huyendo de respuestas y esperanzas,
tal vez con mucho miedo en nuestro cuerpo
que peca de indolente en esta farsa.
Porque ese sentimiento congelado
produce gran dolor en las entrañas,
y puede que la muda indiferencia
nos ciegue y envenene sin tardanza.
Se queda el corazón acongojado
y surge, de repente, la nostalgia,
volvemos al pasado y los recuerdos,
a un mundo caducado en la distancia.
A veces se congela el sentimiento
carente del amor que le hace falta,
no tiene mariposas a su alcance
ni rosas y violetas en el alma.
Vivimos en un mundo de ficciones
buscando alrededor las cosas vanas,
aquellas que levanten los sentidos
y engañen a los mismos con sus armas.
Porque es el sentimiento el que se excita
y acude a la utopía que le engaña,
lo hace sin saber que sus promesas
son simples marionetas de una danza.
Se queda la ilusión también herida
y sufre el corazón por esa daga,
la espina y el dolor causan gran daño
y hay lágrimas de sangre derramadas.
A veces se congela el sentimiento
y entonces el amor es la patraña,
la excusa permanente en nuestros labios
y aquello tan soñado en nuestra infancia.
Vivimos en un mundo diferente
cercado de caricias desde el alba,
andamos entre nieblas y entre brumas
tratando de apartar mil telarañas.
Porque ese sentimiento está dormido
queremos despertarlo sin tardanza,
conscientes del reloj, y nuestro tiempo,
que llega, que se aleja y nos rebasa.
Se queda el frío acero en el costado
tratando de arrancar unas migajas,
un átomo de paz entre las venas
que lentas, poco a poco se desangran.
"...A veces se congela el sentimiento
y es culpa del Amor esta metáfora,
amamos por amor intensamente
que puede que olvidemos las palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/14
por falta de ilusión en las palabras,
preguntas que se hacen al vacío
de labios que transitan por la nada.
Vivimos encerrados en nosotros
huyendo de respuestas y esperanzas,
tal vez con mucho miedo en nuestro cuerpo
que peca de indolente en esta farsa.
Porque ese sentimiento congelado
produce gran dolor en las entrañas,
y puede que la muda indiferencia
nos ciegue y envenene sin tardanza.
Se queda el corazón acongojado
y surge, de repente, la nostalgia,
volvemos al pasado y los recuerdos,
a un mundo caducado en la distancia.
A veces se congela el sentimiento
carente del amor que le hace falta,
no tiene mariposas a su alcance
ni rosas y violetas en el alma.
Vivimos en un mundo de ficciones
buscando alrededor las cosas vanas,
aquellas que levanten los sentidos
y engañen a los mismos con sus armas.
Porque es el sentimiento el que se excita
y acude a la utopía que le engaña,
lo hace sin saber que sus promesas
son simples marionetas de una danza.
Se queda la ilusión también herida
y sufre el corazón por esa daga,
la espina y el dolor causan gran daño
y hay lágrimas de sangre derramadas.
A veces se congela el sentimiento
y entonces el amor es la patraña,
la excusa permanente en nuestros labios
y aquello tan soñado en nuestra infancia.
Vivimos en un mundo diferente
cercado de caricias desde el alba,
andamos entre nieblas y entre brumas
tratando de apartar mil telarañas.
Porque ese sentimiento está dormido
queremos despertarlo sin tardanza,
conscientes del reloj, y nuestro tiempo,
que llega, que se aleja y nos rebasa.
Se queda el frío acero en el costado
tratando de arrancar unas migajas,
un átomo de paz entre las venas
que lentas, poco a poco se desangran.
"...A veces se congela el sentimiento
y es culpa del Amor esta metáfora,
amamos por amor intensamente
que puede que olvidemos las palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
07/02/14
martes, 11 de febrero de 2014
QUIZÁS TE DI MI AMOR...
Quizás te di mi amor
un día en el silencio;
es fácil que así fuera
igual que nuestros besos.
O puede que dijera
"amor cuánto te quiero",
en medio del delirio
y fiebre del momento.
Lo cierto es que te amé
y ahora no lo niego,
sería traicionarme
y herir mis sentimientos.
Amamos con fervor
y amamos hasta en sueños,
lo hicimos por placer
sintiéndonos perfectos.
Un día llegará,
(tal vez en un febrero)
que notes el dolor
que surge de tu pecho.
Entonces volverás
tu rostro contra el viento
y veas al amor
mirándote al espejo.
Reflejo de tu alma
que grita en el desierto:
"Amor, te busco amor
no escapes a mi encuentro"
Más solo son palabras
sacadas de contexto
de un alma vagabunda
que exclama sus deseos.
"...¡Amor!, te grito Amor
y es todo lo que anhelo,
amarte con mi vida
y ser tu prisionero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/14
un día en el silencio;
es fácil que así fuera
igual que nuestros besos.
O puede que dijera
"amor cuánto te quiero",
en medio del delirio
y fiebre del momento.
Lo cierto es que te amé
y ahora no lo niego,
sería traicionarme
y herir mis sentimientos.
Amamos con fervor
y amamos hasta en sueños,
lo hicimos por placer
sintiéndonos perfectos.
Un día llegará,
(tal vez en un febrero)
que notes el dolor
que surge de tu pecho.
Entonces volverás
tu rostro contra el viento
y veas al amor
mirándote al espejo.
Reflejo de tu alma
que grita en el desierto:
"Amor, te busco amor
no escapes a mi encuentro"
Más solo son palabras
sacadas de contexto
de un alma vagabunda
que exclama sus deseos.
"...¡Amor!, te grito Amor
y es todo lo que anhelo,
amarte con mi vida
y ser tu prisionero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
06/02/14
lunes, 10 de febrero de 2014
NO SÉ BIEN...
No sé bien si con el trueque
he cambiado hasta de vida,
y estirado la melena
de mi augusta coronilla.
Sin embargo, el que ha cambiado,
es el gato, que en la silla,
se relame los bigotes
sin empacho cada día.
Y ha cambiado hasta el llavero
que ahora estira su sonrisa,
y la ofrece presuroso
cuando abre la portilla.
Pero tengo un pez cautivo,
que me enturbia el agua limpia,
con sus vueltas y más vueltas
en su busca de comida.
Y al final está la sábana,
desgastada de alegría,
empapada de sudores
y un poquito carcomida.
Resumiendo, que "en Febrero,
teme un poco al agua fría,
no presumas de valiente
y arrincona la mochila".
Rafael Sánchez Ortega ©
04/02/14
he cambiado hasta de vida,
y estirado la melena
de mi augusta coronilla.
Sin embargo, el que ha cambiado,
es el gato, que en la silla,
se relame los bigotes
sin empacho cada día.
Y ha cambiado hasta el llavero
que ahora estira su sonrisa,
y la ofrece presuroso
cuando abre la portilla.
Pero tengo un pez cautivo,
que me enturbia el agua limpia,
con sus vueltas y más vueltas
en su busca de comida.
Y al final está la sábana,
desgastada de alegría,
empapada de sudores
y un poquito carcomida.
Resumiendo, que "en Febrero,
teme un poco al agua fría,
no presumas de valiente
y arrincona la mochila".
Rafael Sánchez Ortega ©
04/02/14
domingo, 9 de febrero de 2014
NO TE OLVIDES...
No te olvides de mis manos
ni tampoco de mis besos,
las primeras te aguantaban
de tus prisas y tus miedos.
Los segundos, temblorosos,
eran lágrimas y versos,
que brotaban, desde el alma,
a tus labios y al cuaderno.
Es por ello que preciso
el mensaje que te dejo,
"no te olvides niña mía
de mis actos y mi cuerpo"
Porque fuimos, sin pensarlo,
a la plaza de los cuerdos
y llevamos la locura
de la infancia, sin saberlo.
No te olvides de la fuente
ni del líquido tan fresco,
la primera está vacía
y las aguas por el suelo.
Y aquel líquido preciado,
que bebíamos sin freno,
se ha perdido en los marjales
por envidias y por celos.
Yo quisiera simplemente
una gota, en el desierto,
de los labios temblorosos
que la piden con anhelo.
Pero solo me responden
las cenizas de los fuegos,
y unas llamas que agonizan
y crepitan con jadeos.
No te olvides de la hora
capitán, y estate atento,
las sirenas han sonado
y es el día del silencio.
Las sirenas caprichosas
dan avisos en los puertos,
y también en estaciones
a los viajes más diversos.
Es el día de la calma,
de fundirse con el hielo,
y es el día en que, la niebla,
se aposenta sin el viento.
Una bruma misteriosa
nos rodea con misterio,
transmitiendo sensaciones
de relatos y de cuentos.
"...No te olvides de la vida
trovador de los recuerdos,
y separa realidades
de ficciones y de sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14
ni tampoco de mis besos,
las primeras te aguantaban
de tus prisas y tus miedos.
Los segundos, temblorosos,
eran lágrimas y versos,
que brotaban, desde el alma,
a tus labios y al cuaderno.
Es por ello que preciso
el mensaje que te dejo,
"no te olvides niña mía
de mis actos y mi cuerpo"
Porque fuimos, sin pensarlo,
a la plaza de los cuerdos
y llevamos la locura
de la infancia, sin saberlo.
No te olvides de la fuente
ni del líquido tan fresco,
la primera está vacía
y las aguas por el suelo.
Y aquel líquido preciado,
que bebíamos sin freno,
se ha perdido en los marjales
por envidias y por celos.
Yo quisiera simplemente
una gota, en el desierto,
de los labios temblorosos
que la piden con anhelo.
Pero solo me responden
las cenizas de los fuegos,
y unas llamas que agonizan
y crepitan con jadeos.
No te olvides de la hora
capitán, y estate atento,
las sirenas han sonado
y es el día del silencio.
Las sirenas caprichosas
dan avisos en los puertos,
y también en estaciones
a los viajes más diversos.
Es el día de la calma,
de fundirse con el hielo,
y es el día en que, la niebla,
se aposenta sin el viento.
Una bruma misteriosa
nos rodea con misterio,
transmitiendo sensaciones
de relatos y de cuentos.
"...No te olvides de la vida
trovador de los recuerdos,
y separa realidades
de ficciones y de sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14
sábado, 8 de febrero de 2014
HACE UN RATO...
Hace un rato que he cerrado la cancela
de la puerta de mi alma.
Siete vueltas y un suspiro me ha costado,
pero pienso que he dejado las ventanas abatidas,
y en penumbra aquella estancia,
con su carga de recuerdos, bien dispersos,
en los cuartos y rincones,
esperando que otra mano les devuelva la cordura.
Hoy mis manos abandonan la batalla
y se cuelan temblorosas en bolsillos invisibles.
Ya no quieren ser objeto de miradas indiscretas,
de preguntas sin palabras por el miedo retenido,
de saludos calurosos sin motivos trascendentes,
de caricias inocentes y carentes de cariño,
de los roces de otras manos que no están
ni se las busca.
He sentido el ramalazo de la brisa por mi cuerpo
y ese beso, cual orgasmo, que acelera los latidos
de mi pecho enamorado.
He creído que una mano dirigía la batuta de
una orquesta
y que en ella se encontraban mis sentidos,
respondiendo en un adagio a los continuos
movimientos de un artista extraordinario.
Y es así que hasta mi vista ha confundido las encinas
de la plaza, y mi manos, han buscado, el dulce talle
entre sus troncos.
Pero luego los oídos confundían y escuchaban melodías
en el viento que llegaba,
y mezclaban el nordeste y el oeste con un tango
y pasodoble que escapaba, ¡cómo no!, de una gramola.
Y así fue como el sabor de tus palabras
se mezclaba con las mías
en un beso imaginario, acallando las preguntas sin respuesta
y llenando los vacíos con "te quieros"
que aplacaban las pasiones.
Mas tu cuerpo desgranaba el aroma inconfundible
de la eterna juventud que en él latía,
y lo hacía renovando la esperanza
y llenando mis sentidos con la droga
insuperable de tu sexo.
Y al final eran mis dedos los que hacían
de pinceles
y llenaban cada surco de tu cuerpo,
dibujaban los senderos y bajaban a tus valles,
ascendían las colinas que llevaban a tus senos
y prendían margaritas en los mismos
con eterna suavidad y mil caricias.
Hace un rato que he cerrado la cancela
de la puerta de mi alma
y ahora marcho en el silencio hacia la nada,
suspirando con mis sueños y también con tu figura
que se aleja, lentamente,
en el recuerdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/14
viernes, 7 de febrero de 2014
HOY DECIDÍ NO ESCRIBIR...
Hoy decidí no escribir,
ya que pienso, ¿para qué?,
escribir es de valientes
y no lo fui ni seré.
Si te guardas muchas cosas,
si a todo dices amén,
es posible, que en la vida,
veas todo del revés.
A los cielos por la tierra,
a la tierra en la sartén,
a los mares boca abajo
y a las barcas en la red.
La confusa telaraña
de la vida y de la fe,
con las dudas y misterios
que nos hace estremecer.
Hay anuncios agoreros
de conciencias y estrechez
que proclaman libertades
y que venden lo que ven.
Ven la oscura marabunta,
que camina sin saber,
tras banderas y siluetas
con mesanas al revés.
Libertad es la consigna
para hacer y deshacer,
"libertad para mí mismo
y al que venga que le den"
Es muy fácil pronunciarse
y decir una sandez,
lo difícil es vivirlo
y subirse bien al tren.
Porque somos peregrinos
de una vida y no de diez,
y tenemos un billete
de partida sin volver.
Cada vida es un enigma,
una rosa y un laurel;
¿dónde empieza pues la vida
y termina así de ser...?
Todos somos finos jueces
y escanciamos un jerez,
proclamando las palabras
"libertad a la mujer"
Mas yo pienso en otra sombra,
en el feto y el clavel,
en la vida que allí late
casi, casi, sin querer.
Libertad es la palabra
la bandera y el sostén,
la consigna de unos labios
temblorosos y de miel.
Yo me quedo ensimismado
y hasta lloro sin querer,
no he querido que estos versos
causen pus y luego hiel.
Yo quisiera que los seres
fueran ellos, sin doblez,
sin consignas ni banderas
y actuaran siempre bien.
Porque entonces, cada uno,
juzgaría su papel
con el alma así, desnuda,
y en conciencia cada ser.
Y por eso me retiro,
como vine y empecé,
hoy no escribo muy a gusto
ya que pienso y no soy juez.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/14
ya que pienso, ¿para qué?,
escribir es de valientes
y no lo fui ni seré.
Si te guardas muchas cosas,
si a todo dices amén,
es posible, que en la vida,
veas todo del revés.
A los cielos por la tierra,
a la tierra en la sartén,
a los mares boca abajo
y a las barcas en la red.
La confusa telaraña
de la vida y de la fe,
con las dudas y misterios
que nos hace estremecer.
Hay anuncios agoreros
de conciencias y estrechez
que proclaman libertades
y que venden lo que ven.
Ven la oscura marabunta,
que camina sin saber,
tras banderas y siluetas
con mesanas al revés.
Libertad es la consigna
para hacer y deshacer,
"libertad para mí mismo
y al que venga que le den"
Es muy fácil pronunciarse
y decir una sandez,
lo difícil es vivirlo
y subirse bien al tren.
Porque somos peregrinos
de una vida y no de diez,
y tenemos un billete
de partida sin volver.
Cada vida es un enigma,
una rosa y un laurel;
¿dónde empieza pues la vida
y termina así de ser...?
Todos somos finos jueces
y escanciamos un jerez,
proclamando las palabras
"libertad a la mujer"
Mas yo pienso en otra sombra,
en el feto y el clavel,
en la vida que allí late
casi, casi, sin querer.
Libertad es la palabra
la bandera y el sostén,
la consigna de unos labios
temblorosos y de miel.
Yo me quedo ensimismado
y hasta lloro sin querer,
no he querido que estos versos
causen pus y luego hiel.
Yo quisiera que los seres
fueran ellos, sin doblez,
sin consignas ni banderas
y actuaran siempre bien.
Porque entonces, cada uno,
juzgaría su papel
con el alma así, desnuda,
y en conciencia cada ser.
Y por eso me retiro,
como vine y empecé,
hoy no escribo muy a gusto
ya que pienso y no soy juez.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/02/14
jueves, 6 de febrero de 2014
CREÍA QUE EL AMOR ESTABA MUERTO...
Creía que el amor estaba muerto
y es algo que florece en las esquinas,
que surge sin verbenas ni alharacas
y asoma en cada instante de la vida.
Se muestra cual florida primavera
que vuelve nuevamente renacida,
y toma los suspiros de las almas
cambiando sus temblores por sonrisas.
Es algo misterioso y fascinante,
un trozo de ilusión y una cerilla,
la magia que transforma los sentidos
del hombre que ha cerrado su hornacina.
Yo pienso que el amor está muy cerca
y llega a nuestro lado con la brisa,
nos besa y acaricia dulcemente
y luego nos alegra día a día.
Pero algo se confunde en el mensaje
y aviva los rescoldos de la envidia,
quizás porque los hombres, tan humanos
prefieran conformarse con mentiras.
Se miente por amor, sin darse cuenta,
y se hace por buscar una caricia,
quizás en ese juego de palabras
que todos los amantes necesitan.
Entonces se renuevan las pasiones
y brotan nuevamente margaritas,
las mismas que aceleran los latidos
de senos virginales que suspiran.
Bebemos el amor de otra manera,
quizás con esa gracia y esa chispa,
aquella rescatada de la infancia
y en niños que brillaban sus pupilas.
"...Creía que el amor estaba muerto
y debo confesar que me mentía,
tal vez para ocultar lo que ahora siente,
un pobre corazón a la deriva..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/14
y es algo que florece en las esquinas,
que surge sin verbenas ni alharacas
y asoma en cada instante de la vida.
Se muestra cual florida primavera
que vuelve nuevamente renacida,
y toma los suspiros de las almas
cambiando sus temblores por sonrisas.
Es algo misterioso y fascinante,
un trozo de ilusión y una cerilla,
la magia que transforma los sentidos
del hombre que ha cerrado su hornacina.
Yo pienso que el amor está muy cerca
y llega a nuestro lado con la brisa,
nos besa y acaricia dulcemente
y luego nos alegra día a día.
Pero algo se confunde en el mensaje
y aviva los rescoldos de la envidia,
quizás porque los hombres, tan humanos
prefieran conformarse con mentiras.
Se miente por amor, sin darse cuenta,
y se hace por buscar una caricia,
quizás en ese juego de palabras
que todos los amantes necesitan.
Entonces se renuevan las pasiones
y brotan nuevamente margaritas,
las mismas que aceleran los latidos
de senos virginales que suspiran.
Bebemos el amor de otra manera,
quizás con esa gracia y esa chispa,
aquella rescatada de la infancia
y en niños que brillaban sus pupilas.
"...Creía que el amor estaba muerto
y debo confesar que me mentía,
tal vez para ocultar lo que ahora siente,
un pobre corazón a la deriva..."
Rafael Sánchez Ortega ©
02/02/14
miércoles, 5 de febrero de 2014
LAS PALABRAS SE HAN QUEDADO...
Las palabras se han quedado
silenciosas y sumisas,
en el pecho jadeante
y en los labios que latían.
Tantos besos ignorados
retenían las caricias,
las pasiones y deseos
de las almas intranquilas.
Unas nubes envidiosas
daban sombra a las mejillas,
y lloraban quedamente
sus pestañas tan bonitas.
Por el arco de la iglesia
ascendían las hormigas,
procesión sin telarañas
en el tiempo retenidas.
Yo sentí tu cuerpo amado
y noté lo que pedía,
con el roce de mis labios
a los tuyos sin envidia.
Porque luego respondiste
y rozaste mi barbilla,
con tus dedos tan hermosos
que lograron mi sonrisa.
Ya sobraban las palabras
y también las fantasías,
en dos mundos diferentes
que se unían en la vida.
Fue por eso que, de pronto,
caminamos muy deprisa,
a un camino renovado
de ilusión en la campiña.
Y sonaron las campanas
y nacieron margaritas,
y volvieron primaveras
a las almas tan sencillas.
Es la magia de los bosques
de los años y los días,
que se mezcla, en los deseos,
con ardientes campanillas.
Nacen sueños sin pensarlo
y hay estrellas que titilan,
y se juntan en los cielos
los cometas con ardillas.
Siento envidia de la infancia
que se aleja y se termina,
pues quisiera retenerla
para siempre en mi cuartilla.
"...Las palabras se han quedado
nuevamente sorprendidas,
y guardaron el silencio
de gritar que te quería..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/14
silenciosas y sumisas,
en el pecho jadeante
y en los labios que latían.
Tantos besos ignorados
retenían las caricias,
las pasiones y deseos
de las almas intranquilas.
Unas nubes envidiosas
daban sombra a las mejillas,
y lloraban quedamente
sus pestañas tan bonitas.
Por el arco de la iglesia
ascendían las hormigas,
procesión sin telarañas
en el tiempo retenidas.
Yo sentí tu cuerpo amado
y noté lo que pedía,
con el roce de mis labios
a los tuyos sin envidia.
Porque luego respondiste
y rozaste mi barbilla,
con tus dedos tan hermosos
que lograron mi sonrisa.
Ya sobraban las palabras
y también las fantasías,
en dos mundos diferentes
que se unían en la vida.
Fue por eso que, de pronto,
caminamos muy deprisa,
a un camino renovado
de ilusión en la campiña.
Y sonaron las campanas
y nacieron margaritas,
y volvieron primaveras
a las almas tan sencillas.
Es la magia de los bosques
de los años y los días,
que se mezcla, en los deseos,
con ardientes campanillas.
Nacen sueños sin pensarlo
y hay estrellas que titilan,
y se juntan en los cielos
los cometas con ardillas.
Siento envidia de la infancia
que se aleja y se termina,
pues quisiera retenerla
para siempre en mi cuartilla.
"...Las palabras se han quedado
nuevamente sorprendidas,
y guardaron el silencio
de gritar que te quería..."
Rafael Sánchez Ortega ©
31/01/14
martes, 4 de febrero de 2014
DE NOCHE VOY CON EL RÍO...
De noche voy con el río
y en el día soy quien bebes,
agua clara, limpia y pura,
cristalina y transparente.
Es por eso que deslizas
mi figura por la fuente,
entre el llanto y la caricia
del granizo y de la nieve.
Es la lluvia mi constante
y la niebla el contrafuerte,
de los muchos arroyuelos
que del monte ya descienden.
Y entre el agua que discurre
hacia el río dulcemente,
hay un canto con ternura
y un rumor que nos envuelve.
De noche voy con el río
y en el día soy quien quieres,
yo refresco la secura
de tus labios inocentes.
Y recorro los meandros
y hasta beso los cipreses,
inundando los marjales
que se sumen por sus puentes.
Todo ello en un camino
sin espinas ni claveles,
donde abundan las riberas
y remansos de los peces.
Mas prosigo mi camino
gota a gota en la corriente,
en el río y en el grifo
que me lleva hasta tus sienes.
"...De noche voy con el río
y de día alivio siempre,
con el agua enamorada,
a tu alma tan ardiente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/14
y en el día soy quien bebes,
agua clara, limpia y pura,
cristalina y transparente.
Es por eso que deslizas
mi figura por la fuente,
entre el llanto y la caricia
del granizo y de la nieve.
Es la lluvia mi constante
y la niebla el contrafuerte,
de los muchos arroyuelos
que del monte ya descienden.
Y entre el agua que discurre
hacia el río dulcemente,
hay un canto con ternura
y un rumor que nos envuelve.
De noche voy con el río
y en el día soy quien quieres,
yo refresco la secura
de tus labios inocentes.
Y recorro los meandros
y hasta beso los cipreses,
inundando los marjales
que se sumen por sus puentes.
Todo ello en un camino
sin espinas ni claveles,
donde abundan las riberas
y remansos de los peces.
Mas prosigo mi camino
gota a gota en la corriente,
en el río y en el grifo
que me lleva hasta tus sienes.
"...De noche voy con el río
y de día alivio siempre,
con el agua enamorada,
a tu alma tan ardiente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/01/14
lunes, 3 de febrero de 2014
MIRÉ AL CIELO...
Miré al cielo y yo te vi,
como trenza de un cometa,
con tu lazo sugerente
que insinuaba cosas bellas.
Me rasqué bien el mentón
pues quería ser estrella,
ese faro, que en los cielos,
hace guardia marinera.
Pero luego lo pensé
de una forma más traviesa,
me subí los calcetines
y tomé la bicicleta.
Tras sudar y resoplar
llegué al fin con pocas fuerzas,
como niño enamorado
a soplar las doce velas.
Yo no pude responder
al saludo que me dieras,
pues comía un bocadillo
con la boca toda llena.
Aprendí bien la lección
y saqué una moraleja:
"no es prudente ver el sol
y taparse la cabeza".
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/14
como trenza de un cometa,
con tu lazo sugerente
que insinuaba cosas bellas.
Me rasqué bien el mentón
pues quería ser estrella,
ese faro, que en los cielos,
hace guardia marinera.
Pero luego lo pensé
de una forma más traviesa,
me subí los calcetines
y tomé la bicicleta.
Tras sudar y resoplar
llegué al fin con pocas fuerzas,
como niño enamorado
a soplar las doce velas.
Yo no pude responder
al saludo que me dieras,
pues comía un bocadillo
con la boca toda llena.
Aprendí bien la lección
y saqué una moraleja:
"no es prudente ver el sol
y taparse la cabeza".
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/14
domingo, 2 de febrero de 2014
DE NIÑOS NOS LLEVABAN A LA IGLESIA...
De niños nos llevaban a la iglesia
a rezar en los bancos silenciosos,
y lo hicimos siguiendo la rutina
a pesar de sentirnos ya muy solos.
Eran años de angustia y de penumbra
de atizar en la lumbre los rescoldos,
de buscar en las calles calderilla
e ilusiones perdidas por los otros.
Esos hombres de rostro impenetrable,
corazones de duro soliloquio,
intentaban llegar a una esperanza
y una luz que alumbrara bien sus ojos.
Yo viví esos tiempos que ahora narro
y recuerdo momentos angustiosos,
junto a otros cargados de alegrías
y tan llenos de música en el fondo.
Resonaba la música en la bóveda
que escapaba de nieblas en el coro,
y formaba ese cántico celeste
que llegaba cual brisa hasta nosotros.
Recorría la piel y los sentidos
y temblaban las hojas de los olmos,
mientras yo proseguía en el silencio
ante el eco impaciente de los locos.
Era el hambre, sin duda, lo que hacía
que sintiera esa voz y esos antojos,
esa dulce promesa imaginaria
de obtener las migajas y el socorro.
Pero el hambre acuciaba los sentidos
y era igual al aullido de los lobos,
ese duro gemido que a lo lejos
taladraba los huesos sin decoro.
"...De niños nos llevaban a la iglesia
a rezar y expresarnos como loros,
pero yo rescaté, de ese silencio,
al Amor que buscaba tan hermoso..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/14
a rezar en los bancos silenciosos,
y lo hicimos siguiendo la rutina
a pesar de sentirnos ya muy solos.
Eran años de angustia y de penumbra
de atizar en la lumbre los rescoldos,
de buscar en las calles calderilla
e ilusiones perdidas por los otros.
Esos hombres de rostro impenetrable,
corazones de duro soliloquio,
intentaban llegar a una esperanza
y una luz que alumbrara bien sus ojos.
Yo viví esos tiempos que ahora narro
y recuerdo momentos angustiosos,
junto a otros cargados de alegrías
y tan llenos de música en el fondo.
Resonaba la música en la bóveda
que escapaba de nieblas en el coro,
y formaba ese cántico celeste
que llegaba cual brisa hasta nosotros.
Recorría la piel y los sentidos
y temblaban las hojas de los olmos,
mientras yo proseguía en el silencio
ante el eco impaciente de los locos.
Era el hambre, sin duda, lo que hacía
que sintiera esa voz y esos antojos,
esa dulce promesa imaginaria
de obtener las migajas y el socorro.
Pero el hambre acuciaba los sentidos
y era igual al aullido de los lobos,
ese duro gemido que a lo lejos
taladraba los huesos sin decoro.
"...De niños nos llevaban a la iglesia
a rezar y expresarnos como loros,
pero yo rescaté, de ese silencio,
al Amor que buscaba tan hermoso..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/01/14
sábado, 1 de febrero de 2014
NO ME ROBES LA ESPERANZA...
No me robes la esperanza
de escucharte con el viento,
ni tampoco la utopía
de dormirme con tus sueños.
Poca cosa es la que pido
y lo hago en el silencio,
con mi voz que está callada
y palpita en estos versos.
Una ola embravecida
rompe el mar con gran estruendo,
y se eleva con su espuma
enseñando sus lamentos.
Yo la miro y la remiro
y en la espera la contemplo,
cómo lanza los suspiros
cuál susurros y jadeos.
Sin querer, allí, la asocio,
la comparo con tu cuerpo,
y la veo tan distante,
temblorosa en su paseo.
Ella avanza como tú
y se crece en el esfuerzo,
y así llega hasta la costa
donde estalla su tormento.
Es el fruto de su entraña
el salitre que venero,
es la seda tan sublime
que ya rozo con mis dedos.
Y transformo las mareas
y las olas, sin saberlo,
y las trueco en tu figura,
y en la cima de tus senos.
"...No me robes la esperanza
y te guardes los recuerdos,
de las olas que llegaron
a mis labios con tus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/14
de escucharte con el viento,
ni tampoco la utopía
de dormirme con tus sueños.
Poca cosa es la que pido
y lo hago en el silencio,
con mi voz que está callada
y palpita en estos versos.
Una ola embravecida
rompe el mar con gran estruendo,
y se eleva con su espuma
enseñando sus lamentos.
Yo la miro y la remiro
y en la espera la contemplo,
cómo lanza los suspiros
cuál susurros y jadeos.
Sin querer, allí, la asocio,
la comparo con tu cuerpo,
y la veo tan distante,
temblorosa en su paseo.
Ella avanza como tú
y se crece en el esfuerzo,
y así llega hasta la costa
donde estalla su tormento.
Es el fruto de su entraña
el salitre que venero,
es la seda tan sublime
que ya rozo con mis dedos.
Y transformo las mareas
y las olas, sin saberlo,
y las trueco en tu figura,
y en la cima de tus senos.
"...No me robes la esperanza
y te guardes los recuerdos,
de las olas que llegaron
a mis labios con tus besos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/14
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