Fecha hermosa y fecha tierna
en que acudo a saludarte
con mi pluma y con mis versos
con mi cuerpo y con mi sangre.
Ha pasado mucho tiempo
tú naciste en otros valles,
Quintanilla fue tu cuna
y en la Venta te criaste.
Con amigos y con primos
tú jugaste en los maizales,
y atropaste fina hierba
que pisaste en los pajares.
Arreaste los ganados
por cañadas e invernales
de Labarces a Cudaña
en veranos singulares.
Poco a poco pasó el tiempo
y de pronto te acercaste,
a Hortigal con tu familia
y a la hacienda de tus padres.
Una tarde, la recuerdo,
yo te vi y me miraste,
y se hablaron nuestros ojos
y bailamos en un baile.
Bien recuerdo aquel momento,
que fue en Celis, un instante,
una linda romería
y un suspiro mandé al aire.
Yo no sé lo que te vi,
pero si latió mi sangre,
y mi pecho y mis sentidos
me mandaron a buscarte.
Desde entonces fuiste amiga,
fuiste amor y fuiste amante,
y te hablé con mis palabras,
con mis dedos en tu talle.
Tu animaste mi vacío
siendo esposa y luego madre,
y me diste tus caricias
y tu apoyo en muchos trances.
Compartiste mis secretos,
mis proyectos singulares,
y leiste los poemas
y en mis sueños tú soñaste.
Hace tiempo que no grito
ese nombre que me sale
y en la punta de mis labios
tengo un beso para darte.
Hoy te abrazo en este día
y te pido que me ames,
y que aceptes mi cariño
que es sincero y sin retales.
Pues la barca en que navego,
mascarón lleva esa nave,
con tu cuerpo y tu figura
para amarnos sin cansarse.
"Aun os queda mucho tiempo,
-dice el eco en esta tarde-
caminar con vuestros pasos,
vuestros sueños y cantares.
Caminar pasito a paso
a buscar bellos lugares,
y beber de sus delicias
el licor tan agradable.
Teneis vida y teneis tiempo,
no dudeis en disfrutarle,
y saciad en vuestros labios
esos besos adorables".
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/10
en que acudo a saludarte
con mi pluma y con mis versos
con mi cuerpo y con mi sangre.
Ha pasado mucho tiempo
tú naciste en otros valles,
Quintanilla fue tu cuna
y en la Venta te criaste.
Con amigos y con primos
tú jugaste en los maizales,
y atropaste fina hierba
que pisaste en los pajares.
Arreaste los ganados
por cañadas e invernales
de Labarces a Cudaña
en veranos singulares.
Poco a poco pasó el tiempo
y de pronto te acercaste,
a Hortigal con tu familia
y a la hacienda de tus padres.
Una tarde, la recuerdo,
yo te vi y me miraste,
y se hablaron nuestros ojos
y bailamos en un baile.
Bien recuerdo aquel momento,
que fue en Celis, un instante,
una linda romería
y un suspiro mandé al aire.
Yo no sé lo que te vi,
pero si latió mi sangre,
y mi pecho y mis sentidos
me mandaron a buscarte.
Desde entonces fuiste amiga,
fuiste amor y fuiste amante,
y te hablé con mis palabras,
con mis dedos en tu talle.
Tu animaste mi vacío
siendo esposa y luego madre,
y me diste tus caricias
y tu apoyo en muchos trances.
Compartiste mis secretos,
mis proyectos singulares,
y leiste los poemas
y en mis sueños tú soñaste.
Hace tiempo que no grito
ese nombre que me sale
y en la punta de mis labios
tengo un beso para darte.
Hoy te abrazo en este día
y te pido que me ames,
y que aceptes mi cariño
que es sincero y sin retales.
Pues la barca en que navego,
mascarón lleva esa nave,
con tu cuerpo y tu figura
para amarnos sin cansarse.
"Aun os queda mucho tiempo,
-dice el eco en esta tarde-
caminar con vuestros pasos,
vuestros sueños y cantares.
Caminar pasito a paso
a buscar bellos lugares,
y beber de sus delicias
el licor tan agradable.
Teneis vida y teneis tiempo,
no dudeis en disfrutarle,
y saciad en vuestros labios
esos besos adorables".
Rafael Sánchez Ortega ©
28/02/10