Hoy no lleva derrota mi barco,
ni timón, ni mesana, ni velas,
vaga solo por mares sombríos
con imagen de extraña silueta.
Ha dejado en el puerto sus miedos
y también las profundas cadenas,
las que ataban el ancla en el alma
y también en el fondo a la arena.
Hay un mar muy furioso, a lo lejos,
y una costa impaciente que espera,
rompen fuerte las olas altivas
con la espuma tan blanca que dejan.
Así mismo susurran las almas,
temblorosas del miedo que llevan,
y en el fondo musitan un rezo
por salir de este fondo de niebla.
Hoy no lleva derrota mi barco
y las aguas se muestran inquietas,
pues no saben el rumbo seguro
de su proa gentil siempre presta.
Se entristecen los cielos sin nombre
y hasta acusa dolor la cubierta,
ya se empañan los ojos atentos
de los niños que van a la escuela.
Porque ignoran también su destino,
su trabajo, ilusión y sus juergas,
enfrascados en dudas y estudios
con el lápiz que va a la libreta.
Hay un fondo sutil en los mares
que alimenta las tiernas leyendas,
y una rosa que nace en las almas
de los niños que ansían promesas.
"...Hoy no lleva derrota mi barco
porque nada me pide tenerla,
sin embargo en el alma del niño
él enciende, temblando, una vela..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/13
ni timón, ni mesana, ni velas,
vaga solo por mares sombríos
con imagen de extraña silueta.
Ha dejado en el puerto sus miedos
y también las profundas cadenas,
las que ataban el ancla en el alma
y también en el fondo a la arena.
Hay un mar muy furioso, a lo lejos,
y una costa impaciente que espera,
rompen fuerte las olas altivas
con la espuma tan blanca que dejan.
Así mismo susurran las almas,
temblorosas del miedo que llevan,
y en el fondo musitan un rezo
por salir de este fondo de niebla.
Hoy no lleva derrota mi barco
y las aguas se muestran inquietas,
pues no saben el rumbo seguro
de su proa gentil siempre presta.
Se entristecen los cielos sin nombre
y hasta acusa dolor la cubierta,
ya se empañan los ojos atentos
de los niños que van a la escuela.
Porque ignoran también su destino,
su trabajo, ilusión y sus juergas,
enfrascados en dudas y estudios
con el lápiz que va a la libreta.
Hay un fondo sutil en los mares
que alimenta las tiernas leyendas,
y una rosa que nace en las almas
de los niños que ansían promesas.
"...Hoy no lleva derrota mi barco
porque nada me pide tenerla,
sin embargo en el alma del niño
él enciende, temblando, una vela..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/12/13
le verdadera derrota viene con la muerte
ResponderEliminarmientras hay pulso , la pelea se da y el corazón se enamora cada vez que le invitan
abrazos Rafael
tu verbo romántico sigue viento en popa y a toda vela
La derrota final sí Ely, al menos la física, pero la auténtica "derrota" es la que se produce en ese "navegar por la vida" "contra viento y marea", como vulgarmente se dice en términos marinos.
EliminarGracias por tu comentario querida amiga.
Un abrazo.
mientras se navegue no hay derrota Rafael, si te das por vencido apenas echas las velas y elevas anclas, de partida va mal la cosa, la vida trae muchas pero que requetemuchas tormentas y naufragios, y quien se precie de marino y capitán de su vida, sabe que la derrota solo es la muerte, el resto es para marinos débiles
Eliminarasí que echa pa'lante el ánimo
abrazo
Mi sonrisa te responde querida Ely. Gracias por tu comentario y tu buenos deseos.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Rafael el futuro es siempre incierto, y nuestro interior es siempre un niño que tiembla.
ResponderEliminarbesitos
...Y que no se pierda nunca ese niño que tiembla Pepa, ¿no crees?
EliminarBesitos.
Un barco que afrontar la furia del mar y altivamente navega queriendo romper cadenas…pero el niño que habita muy hondo tiembla …
ResponderEliminarEres mago con tus versos…
chapeau querido poeta.
Abrazos.
Gracias por tu comentario Ceciely y por llegar al fondo del poema.
EliminarUn abrazo.
Es una liberación y un deseo de que esos niños tengan un hogar, y unos mimos...
ResponderEliminarPrecioso y sutil poema, Rafael
Un fuerte abrazo
Algo que todos deseamos María y más en estas fechas tan señaladas.
EliminarUn fuerte abrazo también para ti.
También veo una cierta unidad entre todos los humanos en el temor al futuro, en que seamos tan poca cosa, como tu barco frente al mar.
ResponderEliminarSaludos
El temor o la duda ante el futuro es evidente y algo humano Julito, pero ello no debe dejar atrás la esperanza por conseguir el puerto deseado.
EliminarUn abrazo.
me inspira esperanza , ese barco siempre navegara con o sin velas
ResponderEliminarbesitos
Gracias por verlo así Cora.
EliminarBesitos.
Es normal que se le tema a lo que no se conoce, el futuro siempre es incierto, pero si se tiene un verdadero objetivo hay que llevar ese barco al puerto que desea. La verdadera derrota radica en no haberlo intentado.
ResponderEliminarCariños...
Pienso como tú Oriana y me parece acertado tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Es bonito viajar así, sin miedos... Seguro que se avanza mucho más.
ResponderEliminarUn beso.
Tienes razón Misterio, la marcha así es más rápida.
EliminarUn beso.
Precioso poema.Percibo esperanzas en "esa costa impaciente que espera".El mar tiene sus misterios y un día te alcanza la marea .
ResponderEliminarUn abrazo
Es que la esperanza está siempre ahí, como las olas Fanny.
EliminarUn abrazo.
uuffffffun poema profundo si desde el mar podemos ver la vida conquistar batallas a pesar de la derrota continuar como siempre logras entre melodías un versar precioso que uno disfruta al leer un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarLa derrota en términos marineros es el rumbo que lleva la nave y por eso el surco profundo entre olas, mares y galernas Bea.
EliminarUn abrazo desde el Cantábrico.
No lleva derrota y, además, por el mar de los versos navega.
ResponderEliminarAbrazos
Cierto TriniReina, en este caso así es tal y como lo define el protagonista.
EliminarUn abrazo.
Que tu barco siga navegando por aguas tranquilas y paisajes de ensueño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Jerónimo y que todos podamos disfrutar con su llegada a buen puerto.
EliminarUn abrazo.
No hay derrota cuando se asume la vida con pasión ,mas allá de la adversidad.Un verbo intenso y una imagen adorable.
ResponderEliminarMis respetos poeta.
Gracias por tu comentario América.
EliminarUn abrazo en la noche.
Si dejamos que nuestros pasos avancen la derrota poco puede con nosotros, Rafael, el problema es cuando nos dormimos en el camino, o nos acobardamos frente a las piedras que se hallan en él.
ResponderEliminarUn beso y feliz noche
Fina
Si bajamos la guardia suele suceder eso en la vida de cada uno Fina.
EliminarUn beso y feliz noche también para ti.
Nadie estará vencido mientras tenga voluntad para seguir luchando, cual barco sobre las olas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Exacto Rafael, ese es el sentido que el protagonista trata de dar en sus versos.
EliminarUn abrazo.
Que hermoso poema Rafael, se navega seguro en estas aguas, un abrazo feliz!
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