De entre tu mano,
temblando resurgía,
la mariposa.
Ella temblaba,
sus alas se movían,
querían luz.
Tú se la dabas
y allí se la ofrecías,
sobre tus dedos.
Bendita luz
de un día floreciente
de primavera.
Bendito amor
del niño ilusionado
con una infancia.
Así la vive,
tal vez intensamente,
en cada instante.
Mira los cielos
buscando a las estrellas
y las gaviotas.
Y mira al mar,
las olas le responden
con las resacas.
La mariposa
se escapa de tu mano,
para volar.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/06/19
La vida fluye y nosotros aprendemos de cada movimiento cuando nuestra alma se abre a ello.
ResponderEliminarUna bella inspiración, elevada y mística.
Un abrazo amigo. Buena semana!!!
Paty.
Así es Paty.
EliminarUn abrazo y feliz semana también para ti.
🦋👌😘💙
ResponderEliminarGracias Carmen.
EliminarBesos.
Muy bello poema donde esa mariposa extiende sus alas para volar y llegar allá lejos donde con otras se pueda encontrar ..Muy bella la imagen ...
ResponderEliminarFeliz mes de Julio ..abrazos !.
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz mes de Julio también para ti.
A la mariposa no se la puede retener. Está hecha de impermanencia y cambio. Preciosos versos Rafael. Me dejo llevar por las imágenes que describes en esta mañana...
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por ver así a la mariposa Jose Vivo.
EliminarUn saludo.
La mariposa, viajera, efímera, frente al mar o los prados, qué bella siempre, sugiriendo alegrías en el alma
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael, y por un mes bonito, con mariposas. Vi una azul preciosa ayer, por cierto. Hizo cosquillas a mi sonrisa
Gracias Albada Dos, seguro que sería tan bonita como dices.
EliminarUn abrazo.
Que vuele...volverá!
ResponderEliminar: )
Seguro que sí, Carmen.
EliminarBesos.