Te vi pasar
y vi en el calendario
que era diciembre.
Era muy extraño
tu vuelo en estas fechas
de fin de año.
En otros tiempos
tu ausencia era notoria
por el mal tiempo.
Pero esta vez
el día estaba hermoso
y había luz.
El sol brillaba
dejando en la mañana
cánticos nuevos.
No parecía
mañana de un otoño
en su final.
Pero así era,
volabas silenciosa
por el jardín.
Te saludé
mandando una sonrisa
que recogiste.
Así pensé
y entonces la mañana
vino hacia mi.
Fue algo hermoso,
y a ti debo ese instante,
mi mariposa.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/12/25

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