Se vuelve la conciencia una resaca,
un cúmulo de anclajes y mareas,
que llenan y te inundan de recuerdos
y luego te enloquecen la conciencia.
Es duro definir a las resacas
y más cuando las miras desde cerca,
en esa playa dulce de tu vida
y a veces caminando por la arena.
Entonces se apoderan de tu cuerpo
y llegan con jaranas y con fiestas,
quizás porque emborrachan los sentidos
haciendo que perdamos la cabeza.
Un manto de neblina nos abraza
e impide que veamos con certeza
las notas que la vida nos transmite,
difusas y carentes de su esencia.
Se vuelve el corazón una coraza
y traza en sus latidos la frontera,
la raya indivisible de lo eterno
y el verso tembloroso de un poema.
Se queda una canción entre los labios
ahogada por el grito que no espera,
la voz de la resaca va en aumento
y surge en un abrazo de la tierra.
Entiendo al corazón acobardado
y pienso, ¡cómo no!, en su paciencia,
me admiran el tic-tac de los latidos
y el dulce cosquilleo de sus venas.
Aflora la resaca hasta los ojos
que miran y suplican a la estrella,
le piden por favor una limosna
y un beso de la luna tan traviesa.
"...Devuelvo la conciencia a su destino,
al verso y a la pluma del poeta,
prefiero dormitar con las resacas
a ser la marioneta de unas letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/15
un cúmulo de anclajes y mareas,
que llenan y te inundan de recuerdos
y luego te enloquecen la conciencia.
Es duro definir a las resacas
y más cuando las miras desde cerca,
en esa playa dulce de tu vida
y a veces caminando por la arena.
Entonces se apoderan de tu cuerpo
y llegan con jaranas y con fiestas,
quizás porque emborrachan los sentidos
haciendo que perdamos la cabeza.
Un manto de neblina nos abraza
e impide que veamos con certeza
las notas que la vida nos transmite,
difusas y carentes de su esencia.
Se vuelve el corazón una coraza
y traza en sus latidos la frontera,
la raya indivisible de lo eterno
y el verso tembloroso de un poema.
Se queda una canción entre los labios
ahogada por el grito que no espera,
la voz de la resaca va en aumento
y surge en un abrazo de la tierra.
Entiendo al corazón acobardado
y pienso, ¡cómo no!, en su paciencia,
me admiran el tic-tac de los latidos
y el dulce cosquilleo de sus venas.
Aflora la resaca hasta los ojos
que miran y suplican a la estrella,
le piden por favor una limosna
y un beso de la luna tan traviesa.
"...Devuelvo la conciencia a su destino,
al verso y a la pluma del poeta,
prefiero dormitar con las resacas
a ser la marioneta de unas letras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/01/15
Buena elección la tuya :)
ResponderEliminarNunca es bueno ser marioneta...
Muchos besos
Cierto Rusaca.
EliminarUn beso.
Las resacas de mar, son imprevisibles, nunca se sabe como vendrán, al igual lo somos las personas que nunca sabemos como vamos a reaccionar...
ResponderEliminarInteresante poema Rafael.
Un abrazo
Completamente de acuerdo Esencia.
EliminarUn abrazo.
En ese trance es mejor recapacitar.
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto Efe.
EliminarUn abrazo.
como tu dices
ResponderEliminarbonito poema
abrazos
Gracias Ely.
EliminarAbrazos.
A nadie le gusta ser la marioneta .. me sono muy dolorido
ResponderEliminarUn Abrazo Rafael
Gracias por tus palabras Slave.
EliminarUn abrazo.
Tus versos muy bonitos y acertados a los 4 ultimos versos tambien...
ResponderEliminarun abrazo para ti
Marina
Gracias una vez más Marina.
EliminarUn abrazo.
Hay que descansar muy profundo, Un beso , Rafael.
ResponderEliminarCierto Amapola.
EliminarUn beso.
Rafael, a veces no podemos hacer caso de la conciencia y poner pies en tierra.
ResponderEliminarUnos versos muy conseguidos.
Un abrazo amigo.
Gracias por tus palabras Rosario.
EliminarUn abrazo.
Son horas bajas que todos hemos padecido alguna vez.
ResponderEliminarAbrazos.
Cierto Joaquín.
EliminarAbrazos.
Todo lo que se haga debe salir del corazón, para no ser marioneta...pero te entiendo perfectamente Rafael, mañana sale el Sol de nuevo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo poeta.
Es cierto Carmen, cada día amanece de nuevo.
EliminarUn abrazo.
uuuff vine a verte y juraría que te escribí anoche pero o no lo envié o no se colgó uuffff aiissss pos te decía que magistral y profundo nos invita a reflexionar yo creo que todos hemos vivido esa sensación menos mal que solo son momentos pero volvemos en si y regresamos el poema de contenido profundo amigo un abrazote Rafael desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo desde el Cantábrico.
La resaca de las horas bajas, a veces, inunda al poeta y a su poesía.
ResponderEliminarun abrazo
Todo el mundo tiene horas bajas Maduixeta.
EliminarUn abrazo.
Así es.
ResponderEliminarTantas veces tenemos resaca en el interior.
Me gusta este poema, Rafael.
Saludos
Sin duda que sí, Verónica.
EliminarUn abrazo.