De los pueblos pequeños
aprendí muchas cosas,
que eran vida entre el polvo
con sus calles remotas.
Eran rosas tempranas
bajo un cielo sin sombra,
con sus pétalos tristes
suplicando una boca.
Una tierna sonrisa,
una flor, entre todas,
una luz parpadeante
de la orquesta remota.
En los pueblos pequeños
encontré la victoria,
los laureles preciados
con el vino y la copa.
Y encontré muchos sueños
que esperaban la hora,
y también a las alas
de la blanca paloma.
Encontré una guitarra
con sus cuerdas ya rotas,
y una mano de nieve
que temblando la roza.
De los pueblos pequeños
recogí muchas cosas,
una iglesia coqueta,
una plaza redonda,
unas nubes mirando
a la orquesta que toca,
en los viejos trigales
con el viento que azota.
El caudal de aquel río
que llorando se asoma,
por meandros y valles
a dejarnos sus gotas.
En los pueblos pequeños
hay esencias y aromas,
hay montañas nevadas
con sus cumbres hermosas.
Hay, también, corazones,
galopando sin norma,
sin razón y destino
por veredas angostas.
Hay, también, una imagen,
definida y borrosa,
que ya ocupa mi alma
y a mis versos da forma.
"...De los pueblos pequeños
aprendí muchas coplas,
y escribí mil poemas
a una orquesta sin notas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/15
aprendí muchas cosas,
que eran vida entre el polvo
con sus calles remotas.
Eran rosas tempranas
bajo un cielo sin sombra,
con sus pétalos tristes
suplicando una boca.
Una tierna sonrisa,
una flor, entre todas,
una luz parpadeante
de la orquesta remota.
En los pueblos pequeños
encontré la victoria,
los laureles preciados
con el vino y la copa.
Y encontré muchos sueños
que esperaban la hora,
y también a las alas
de la blanca paloma.
Encontré una guitarra
con sus cuerdas ya rotas,
y una mano de nieve
que temblando la roza.
De los pueblos pequeños
recogí muchas cosas,
una iglesia coqueta,
una plaza redonda,
unas nubes mirando
a la orquesta que toca,
en los viejos trigales
con el viento que azota.
El caudal de aquel río
que llorando se asoma,
por meandros y valles
a dejarnos sus gotas.
En los pueblos pequeños
hay esencias y aromas,
hay montañas nevadas
con sus cumbres hermosas.
Hay, también, corazones,
galopando sin norma,
sin razón y destino
por veredas angostas.
Hay, también, una imagen,
definida y borrosa,
que ya ocupa mi alma
y a mis versos da forma.
"...De los pueblos pequeños
aprendí muchas coplas,
y escribí mil poemas
a una orquesta sin notas..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/15
Rafael......de lo pequeño podemos aprender tanto....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sin duda que sí, Hada.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
TUS VERSOS COMO SIEMPRE BELLISIMOS
ResponderEliminartE DESEO FELIZ FIN DE SEMANA CON UN ABRAZO
Gracias por tus palabras Marina.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Joder... durante mucho tiempo he vivido en una ciudad pequeña... casi un pueblo y me has devuelto a todo lo bueno que allí había... será que estoy ñoña... pero me has emocionado...
ResponderEliminarUn beso
Creo que a todos nos hace falta un poco esa "vuelta" a los lugares pequeños, del "pueblo", la "calle", el "barrio", etc. donde vivimos intensamente una parte de nuestra vida.
EliminarUn abrazo y feliz día Amando.
una vez leí un dicho de un escritor (no recuerdo el nombre) que decía que un pueblo es un mundo en sí mismo , que no hacía falta salir de él para dar cuenta de los estereotipos humanos
ResponderEliminarpor eso será el dicho pueblo chico infierno grande ;)
buen fin de semana Rafael
abrazos
Quizás tenía razón ese "dicho" Ely.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana querida amiga.
Bello reconocimiento al aprendizaje que nos da la vida pisando y pasando a lo largo de sus rutas... Un beso.
ResponderEliminarCierto Paula.
EliminarUn beso.
En los pueblos pequeños hay mucha solera...me encantan!....
ResponderEliminarBonito homenaje a esos pueblos pequeños.
Un abrazo Rafael.
Creo que nos gustan a todos Carmen.
EliminarUn abrazo.
En los pequeños pueblos es donde está la esencia, amigo mío. Me gustan los pequeños pueblos, será que yo naci en uno ( tanta morriña tengo de él). sus callejuelas, sus campos, sus gentes, su aroma, tantas hermosuras...
ResponderEliminarFeliz fin de semana, Rafael
Fina
Es que los que somos de pueblos pequeños Fina... (Quizás por eso nos dicen tantas cosas...)
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana querida amiga.
Querido amigo , uuufff me emocioné con tu poema aqui en Tenerife hay pueblos pequeños que su esencia es maravillosa y su riqueza esta alli n ese rincón donde lo hace grande uufffffffffff me tocaste el alma hermoso un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarMe alegro de que así sea Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Los pueblos pequeños son mágicos. Increíble lo bonito que lo has descrito Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras Ester
EliminarUn abrazo.
En los pueblos pequeños queda aún algo de inocencia y bastante autenticidad.Y sobre todo,más humanidad que en la gran ciudad.No me extraña que te trajeras tantas cosas de ese pueblo pequeño.
ResponderEliminarAbrazos Rafael.
Es que sigo en "ese pueblo pequeño", Joaquín, a pesar de todo.
EliminarAbrazos y feliz domingo.
En los lugares pequeños se aprenden grandes lecciones.
ResponderEliminarUn abraz✴
Sin duda que sí, Athenea, aunque también esas lecciones se aprenden en todas partes.
EliminarUn abrazo y feliz domingo.
Todo un homenaje a esos pueblecitos, que tienen su carisma y personalidad y al pasar por ellos nos llenan de fuerza y encanto...Mi gratitud y mi abrazo, Rafael.
ResponderEliminarM.Jesús
Gracias M.Jesús y que nunca nos olvidemos de ellos.
EliminarUn abrazo.