Parece que las rosas, tan bonitas,
no tienen los mensajes que tú quieres,
si acaso te sorprenden esas flores
al verlas junto al mar, azul celeste.
¡El mar, la mar...! qué hermosa maravilla
de conjuntos salinos y de preces,
parecen rescatados de un poema,
las olas con las rimas sugerentes.
Entiendo que una rosa, tan hermosa,
al Mar que le saluda lo envenene,
incordien sus salitres los espinos
que vayan con su tallo y hasta tiemblen.
No sé si las palabras más exactas
tendrá tantas espinas en su frente,
y puede que las flores de sus letras
ansíen rosas rojas en la nieve.
Parece que las rosas, tan bonitas,
suspiren con los cuerpos, y su fiebre
se extienda por las almas inmortales,
saciando los susurros de las gentes.
No olvido la marea de la costa,
el mar con sus crisoles y sus pliegues,
(legañas de momentos ya pasados,
retazos de traineras y de muelles).
Pero es ese mensaje indescriptible
el necio portador que así los mueve,
y vuelven los tambores y saudades
tratando de apenar a los cipreses.
Es una rebelión y un sinsentido.
locura y frenesí que se mantienen,
unidos a cantiles, en las rosas,
espinas con el mar que allí se ofrece.
"...Parece que la paz del cementerio
se rompa con las rosas, y la altere,
la sangre inmaculada que un espino,
trazó, sobre ese mar, tan diferente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
no tienen los mensajes que tú quieres,
si acaso te sorprenden esas flores
al verlas junto al mar, azul celeste.
¡El mar, la mar...! qué hermosa maravilla
de conjuntos salinos y de preces,
parecen rescatados de un poema,
las olas con las rimas sugerentes.
Entiendo que una rosa, tan hermosa,
al Mar que le saluda lo envenene,
incordien sus salitres los espinos
que vayan con su tallo y hasta tiemblen.
No sé si las palabras más exactas
tendrá tantas espinas en su frente,
y puede que las flores de sus letras
ansíen rosas rojas en la nieve.
Parece que las rosas, tan bonitas,
suspiren con los cuerpos, y su fiebre
se extienda por las almas inmortales,
saciando los susurros de las gentes.
No olvido la marea de la costa,
el mar con sus crisoles y sus pliegues,
(legañas de momentos ya pasados,
retazos de traineras y de muelles).
Pero es ese mensaje indescriptible
el necio portador que así los mueve,
y vuelven los tambores y saudades
tratando de apenar a los cipreses.
Es una rebelión y un sinsentido.
locura y frenesí que se mantienen,
unidos a cantiles, en las rosas,
espinas con el mar que allí se ofrece.
"...Parece que la paz del cementerio
se rompa con las rosas, y la altere,
la sangre inmaculada que un espino,
trazó, sobre ese mar, tan diferente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
20/01/16
El olor de la rosa embriaga los sentidos, y transmiten un bello mensaje, pero no tanto como tus preciosos versos, que hoy en verdad huelen a jardín de rosas.
ResponderEliminarUn beso de seda.
Gracias por verlos así, María.
EliminarUn "beso de seda" también para ti.
Hola Rafael: Bella poesía en honor a esta flor tan apreciada que se encuentra presente en todos los momentos de nuestra vida, hermosa hasta se percibe su aroma. Un abrazo amigo!!!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Mercedes.
EliminarUn abrazo.
Tus versos siempre hermosos...
ResponderEliminarun abrazo y feliz sabado.
Marina
Gracias, Marina.
EliminarUn abrazo y feliz sábado también para ti.
Es una imagen muy potente la del rojo sangre sobre el azul del mar.
ResponderEliminarHermoso el poema.
Besos.
Me alegro de que te guste, Carmen.
EliminarBesos.
Hermosas rosas rojo sangre que tinta el blanco inmaculado del alma.
ResponderEliminarFeliz fin de semana Poeta.
Gracias por ver así esta imagen, Efe.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Las rosas son bonitas, pero sus espinas hacen daño. Esa es la esencia de su verdadera belleza.
ResponderEliminarComo tus versos, que de puro bonito a veces duelen.
Un saludo.
Es la cara y cruz de esa imagen, Eme.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo.
Profundo poema. Bs.
ResponderEliminarGracias Amapola.
EliminarBs.
Has unido las rosas y el mar y ambos nos dejan en tus letras su misterio y su infinitud...Una preciosidad para enmarcar, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo, amigo.
M.Jesús
Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz tarde del domingo.
Me vi nuevamente en esa soledad del mar por la rena recogiendo aquella rosa uuffprofundonuevamnte llegando al alma por ciertoque foto tan bella !!! me encantó , un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea, y sí, la foto es muy bonita.
EliminarUn abrazo y feliz semana.