Yo sé que pronto
será muy tarde
para ir a misa,
vestir el traje,
y ver tus ojos
tan celestiales.
Pero es que tengo
hoy que cuidarle,
mirar que suba
y no que baje.
que siga presto
y siempre avance.
(Éste es mi gato,
el don Melquiades,
que araña fino
y bien sin guantes,
por eso miro
que no se escape).
Pero yo quiero
mirar tu talle,
rozar tu mano
tan adorable,
y ser tu amigo
y no tu amante.
Porque eres mía
de día y tarde,
la misa espera
tu rezo y salve,
para que el cielo
te de su llave.
(Pero este gato,
tan adorable,
es caprichoso
y algo salvaje,
ya que me irritan
sus amistades).
A diferencia
del gato de antes,
yo te venero
parte por parte,
y voy contigo
calle por calle.
También a misa,
con traje de ante,
para que veas
que tengo clase,
cuando te invite
a un lindo viaje.
(Será si el gato
no me hace sangre,
sus arañazos
no son mortales,
pero sus uñas
son innombrables).
Llego a este punto
con mis saudades,
con estos versos
que son detalles
y ya la misa
se fue de madre.
Pero no importa
habrá otro instante,
otro momento
para rezarle,
y en esa misa
quiero mi parte
"...¡Ay mi gatita
el gato es grande,
no le soporto,
quiero que calle
para que pueda
salir y hablarte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/17
será muy tarde
para ir a misa,
vestir el traje,
y ver tus ojos
tan celestiales.
Pero es que tengo
hoy que cuidarle,
mirar que suba
y no que baje.
que siga presto
y siempre avance.
(Éste es mi gato,
el don Melquiades,
que araña fino
y bien sin guantes,
por eso miro
que no se escape).
Pero yo quiero
mirar tu talle,
rozar tu mano
tan adorable,
y ser tu amigo
y no tu amante.
Porque eres mía
de día y tarde,
la misa espera
tu rezo y salve,
para que el cielo
te de su llave.
(Pero este gato,
tan adorable,
es caprichoso
y algo salvaje,
ya que me irritan
sus amistades).
A diferencia
del gato de antes,
yo te venero
parte por parte,
y voy contigo
calle por calle.
También a misa,
con traje de ante,
para que veas
que tengo clase,
cuando te invite
a un lindo viaje.
(Será si el gato
no me hace sangre,
sus arañazos
no son mortales,
pero sus uñas
son innombrables).
Llego a este punto
con mis saudades,
con estos versos
que son detalles
y ya la misa
se fue de madre.
Pero no importa
habrá otro instante,
otro momento
para rezarle,
y en esa misa
quiero mi parte
"...¡Ay mi gatita
el gato es grande,
no le soporto,
quiero que calle
para que pueda
salir y hablarte..."
Rafael Sánchez Ortega ©
19/01/17
Ese Melquiades debe ser tremendo y revoltoso, te roba tiempo y ni a misa te deja ir.
ResponderEliminarSiempre es un placer leerte querido Rafael.
mariarosa
Sonrío con lo que dices del Melquiades, personaje de ficción, en el poema.
EliminarGracias por tus palabras María Rosa. Un abrazo.
Qué gatito tan mono, Rafa.
ResponderEliminarMe gusta especialmente donde dices que muy pronto será tarde.
Siempre es pronto para que se haga tarde.
Es ley de vida.
Genial.
Cierto Tecla, es ley de vida, como bien dices.
EliminarUn abrazo.
Melquiades Melquiades.. jajaja
ResponderEliminarTe leí de los pies a la cabeza con un simpático ritmillo.
Qué placer tus rimas! Un abrazo!
Me alegro de que te gustaran "18 susurros del viento".
EliminarUn abrazo y gracias.
Me gusta el humor mezclado con sueños, le da una chispa picarona a tus versos.
ResponderEliminarBuen viernes amigo.
Es que es lo mejor Paty, ¿verdad que sí?
EliminarUn abrazo.
jajaja pos lo tienes complicado par<a callarlo ehhh, que risa me ha dado pero tranquilo mi querido amigo ella siempre te esuchará esté en misa o no , precioso muy dulce además un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias con una sonrisa Bea.
EliminarUn abrazo.
Me encantan los gatos y cómo describes algunos de sus caprichos y habilidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Fanny, es que, en el fondo, se "hacen querer".
EliminarUn abrazo.
Me gustó el poema...con el gato inclusive
ResponderEliminarAbrazos
Gracias Gla.
EliminarAbrazos.
El gato...es una excusa
ResponderEliminarEs que el gato también es poesía Gla.
EliminarUn abrazo.
Tu poema me ha encantado... como un cuento para aderezar un sentimiento.
ResponderEliminarPero ese gatito... ainnss adorable, amigo Rafael.
Mil besitos.
Gracias por verlo así Auroratris.
EliminarUn beso.
Hola visitando tu blog ele ido algunos de tus poemas . y sí que los animales tamvien se hacen querer.Un saludo .
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario Amparo.
EliminarUn saludo.
La poesía se vuelve clara… entre las uñas del gato Melquiades, precioso poeta.
ResponderEliminarAbrazo
Sonrío María del Rosario. Gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Aunque hace tiempo que no te comento, por circunstancias propias, siento que me he perdido mucho al leer tus poemas y retomo el camino de tus palabras.
ResponderEliminarGracias Manuela, siempre tienes la puerta abierta de mi Blog.
EliminarUn abrazo.
Una historia entrañable, que nos acerca al placer del cuento-poema con dosis de humor y fantasía...Precioso, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.