jueves, 10 de enero de 2019

LA CARTA.



Se acercaba la fecha y aún no había escrito la carta y eso estaba mal, pero no sabía por donde empezar ni qué decir. Sí, había leído que no hacía falta ser un gran escritor, que con decir lo que se quería y lo que se pensaba, era suficiente, que ellos ya sabrían interpretar esos deseos y seguro que los harían realidad, pero hacía falta ese escrito, esa carta y era la asignatura que seguía teniendo pendiente.

La vista se perdió tras la ventana y pudo ver el mar con aquel horizonte impresionante donde se divisaban las siluetas de algunos barcos que navegaban ajenos a la vida terrestre.

“Me gustaría tener salud, paz y felicidad y que también alcanzara a todas las personas que conozco y son queridas, incluso a las que son simplemente unas figuras que pasan errantes, a mi lado, y un número más en la vida que me rodea.

Me gustaría poder trabajar para ganar dinero y con él dar la entrega de ese piso que aspira María para formar nuestra familia.

Me gustaría saber que me perdonas, como yo te perdono, y que el comienzo de este año, con su tranquilidad y ternura, fuera una constante a lo largo de los trescientos sesenta y cinco días.

Me gustaría que me tocara la lotería o la quiniela para poder hacer realidad tantos sueños, ya que así podría viajar, tomarme vacaciones, pagar ese piso que antes pensaba y decirle a María que si quería casarse conmigo.

Me gustaría…”

Roberto dejó de escribir o mejor dicho dejó de pensar en qué escribir y plasmar en esa dichosa carta, ya que todo lo que venía a su cabeza le parecía incompleto, vacío y carente de vida.

- ¡Mamá, mamá… yo quiero un patinete! -Oyó la voz de Juanito en el piso vecino.

- Pues pídeselo a los Reyes. -Contestó Carmen, su madre.

Roberto se sobó los ojos intentando quitarse unas invisibles legañas, cerró el cuaderno, que quizás tenía abierto, y guardó la pluma. Este año no habría carta, si acaso un mensaje y unas palabras a Oriente:

“Que el año que viene pueda pediros la Paz, el Amor y la Felicidad que, hace años, alguien nos vino a dar y regalar, en estas fechas”.

Rafael Sánchez Ortega ©
04/01/19

14 comentarios:

  1. Esa carta es hermosa, nos hace ver que aspiramos siempre a tanto pero la realidad es que debes ser felices con lo que tenemos y de poco vamos logrando . Un abrazo querido RafeRa.

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    1. Gracias por detenerte en mis letras Edith.
      Un abrazo.

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  2. Bonita esa carta y sobre los pensamientos y sentimientos que Roberto tiene ...no solo es importante escribir la carta sino saber sentir lo que se quiere decir ..Un buen mensaje .
    Feliz noche ..un abrazo .

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  3. Entrañable deberíamos todos escribir estas cartas a lo mejor la paz llega así, un abrazo desde mi brillo del mar

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  4. Qué bonito Rafael!!Esa petición que no se pudo escribir,la oyeron desde tu corazón.Y es la mejor,la más completa.
    Últimamente escribes cuentos preciosos!Y me gustan mucho
    Besucos

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    1. Gracias Gó, me alegro de que te gusten estos cuentos.
      Un abrazo y "besucos"

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  5. Que así sea, Rafael
    Un beso y un abrazo cálido que te lleguen

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    1. Gracias Mujer Virtual.
      Un beso y un abrazo en la noche.

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  6. Muy bonita carta, y muy factible. Cuántas cosas deseamos que ya no están en nuestras manos. Qué de añoranzas.

    Un abrazo y por un viernes de anhelos derretidos ante un fuego

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  7. Hermosa carta para reflexionar, debemos de adaptarnos a la realidad en que vivimos y a nuestras carencias, y por supuesto esforzarnos para conseguir lo que ambicionamos.
    Feliz viernes Rafael.
    Un abeso

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    1. Gracias por tu comentario Carmen.
      Un beso y feliz viernes.

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