Vuelve a llover.
Se mojan los cristales
y hay mucho viento.
Pero es otoño,
con tiempo muy cambiante
y es lo que toca.
Atrás quedaron
los días de verano
y primavera.
Por eso mismo
las tardes son más cortas
y ahora bostezan.
Hojas doradas,
preciosas a la vista,
pueblan las sendas.
Son los retales
de bosques, alamedas
y de jardines.
Preciosas versos,
parecen mariposas,
aunque sin alas.
Cierro los ojos,
las lluvia los empapa
de agua de nieve.
Es el otoño,
me dicen los latidos,
desde mi pecho.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/10/25

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