Nuevamente yo te pido,
que me otorgues tu perdón,
aunque dude la razón
por el pecho malherido.
Aquel arco de Cupido
ha creado esta tortura,
y esta sangre que supura,
con dolor por mi costado,
traza un surco anaranjado
que emborracha mi cordura.
Nuevamente busco el cielo
con mis ojos soñadores,
para ver los mil colores
que me ocultas, tras tu velo.
Yo sé bien que, mi pañuelo,
me protege de la arena
de esa cruz que me encadena
a unos labios y a una boca,
y es un cáliz y una roca
quien produce esta gangrena.
Nuevamente te suplico
que me libres y desates,
y si puedes, me relates,
el quién soy y a qué me aplico.
Ya no sé qué significo
y es por eso que, quisiera,
el sabor de tu madera,
de esa Cruz tan adorada,
tan besada y tan rezada
y en la misma me durmiera.
Finalmente yo te rezo
y te pido tu candor
pues te grita mi dolor
muy consciente del tropiezo.
Y es en Ti, por quien comienzo,
Creador irreverente,
con espinas en la frente,
con los labios sin un grito
porque a Ti, te necesito
para Amar y ser valiente.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/05/15
que me otorgues tu perdón,
aunque dude la razón
por el pecho malherido.
Aquel arco de Cupido
ha creado esta tortura,
y esta sangre que supura,
con dolor por mi costado,
traza un surco anaranjado
que emborracha mi cordura.
Nuevamente busco el cielo
con mis ojos soñadores,
para ver los mil colores
que me ocultas, tras tu velo.
Yo sé bien que, mi pañuelo,
me protege de la arena
de esa cruz que me encadena
a unos labios y a una boca,
y es un cáliz y una roca
quien produce esta gangrena.
Nuevamente te suplico
que me libres y desates,
y si puedes, me relates,
el quién soy y a qué me aplico.
Ya no sé qué significo
y es por eso que, quisiera,
el sabor de tu madera,
de esa Cruz tan adorada,
tan besada y tan rezada
y en la misma me durmiera.
Finalmente yo te rezo
y te pido tu candor
pues te grita mi dolor
muy consciente del tropiezo.
Y es en Ti, por quien comienzo,
Creador irreverente,
con espinas en la frente,
con los labios sin un grito
porque a Ti, te necesito
para Amar y ser valiente.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/05/15
wwauuaauuu!! Gracias Gracias !!! por tan bellas y sentidas décimas, regresaré nuevamente para orar es un poema hecho oración tu desagravio al cielo llegó!!! porque él ta liberó y te sanó y olvidó solo deseas que seas feliz más de lo que tú deseas asi es amigo que bello !!!!, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Rafael, ¡Simplemente me encanta! no puedo decir nada más y nada menos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro de que así sea Manuela.
EliminarUn abrazo.
Preciosas rimas.unos versos para recapacitar...
ResponderEliminarsaludos Rafael
Marina
Gracias por tus palabras Marina.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Me da pena pero a la vez admiración tu súplica. Es un trabajo muy intenso.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
Gracias por tus palabras Paty.
EliminarUn abrazo.
Sentimiento vivo en cada palabra.
ResponderEliminarAdmiro como escribes, la forma en la que transmites.
Un abraz✴
Gracias por tus palabras Athenea.
EliminarUn abrazo.
Me encanta la cadencia que le has puesto...
ResponderEliminarGenial Rafael...
Un fuerte abrazo poeta.
Gracias por tus palabras Carmen.
EliminarUn abrazo.
.....y me araña cada palabra…….dejando huella.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Hada.
EliminarAbrazos.
Una maravilla de oración.
ResponderEliminarMuchos besos
Gracias Carmen.
EliminarUn beso.