Pude sentir el agua de la lluvia
y hasta beber sus gotas cristalinas,
en una comunión de confianza
trazada entre los cielos y tu risa.
Las nubes se pararon lentamente
dejando que soltaran sus espitas,
el líquido que impregna de pureza
los campos y la tierra prometida.
Los hombres nos quedamos sorprendidos
sintiendo que brotaban margaritas,
del alma atenazada por los miedos
por culpa de batallas y de heridas.
Y un sol que se asomaba tras las nubes
hacía de notario en su visita,
y luego nos dejaba su ternura
por medio del nordeste y de la brisa.
Pude sentir el beso de tus labios
y hasta robar del mismo su alegría,
afín de trasplantarla a mi costado
para llevar la paz a mis mejillas.
Y tú me regalaste, de recuerdo,
la gota del amor que en ti vivía,
el cáliz sacrosanto que, en tu alma,
te daba una razón para sentirla.
Y así me enamoré, sin yo saberlo,
del agua de la lluvia que caía,
sintiendo con rubor que, en mis pestañas,
las lágrimas buscaban sus esquinas.
Estaba suspirando por tus besos,
ansiaba tus abrazos y caricias,
tratando de apartar las telarañas
de tiempos que dejaron mil heridas.
"...Pude sentir que aquello que entregabas
era el Amor y esencia de tu vida,
por eso te abracé, bajo la lluvia,
y dije, sin dudar, que te quería..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/15
y hasta beber sus gotas cristalinas,
en una comunión de confianza
trazada entre los cielos y tu risa.
Las nubes se pararon lentamente
dejando que soltaran sus espitas,
el líquido que impregna de pureza
los campos y la tierra prometida.
Los hombres nos quedamos sorprendidos
sintiendo que brotaban margaritas,
del alma atenazada por los miedos
por culpa de batallas y de heridas.
Y un sol que se asomaba tras las nubes
hacía de notario en su visita,
y luego nos dejaba su ternura
por medio del nordeste y de la brisa.
Pude sentir el beso de tus labios
y hasta robar del mismo su alegría,
afín de trasplantarla a mi costado
para llevar la paz a mis mejillas.
Y tú me regalaste, de recuerdo,
la gota del amor que en ti vivía,
el cáliz sacrosanto que, en tu alma,
te daba una razón para sentirla.
Y así me enamoré, sin yo saberlo,
del agua de la lluvia que caía,
sintiendo con rubor que, en mis pestañas,
las lágrimas buscaban sus esquinas.
Estaba suspirando por tus besos,
ansiaba tus abrazos y caricias,
tratando de apartar las telarañas
de tiempos que dejaron mil heridas.
"...Pude sentir que aquello que entregabas
era el Amor y esencia de tu vida,
por eso te abracé, bajo la lluvia,
y dije, sin dudar, que te quería..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/06/15
Pude sentir el rumor de las olas
ResponderEliminarel dulce abrazo de tu esencia
salpicado por las gotas de una lluvia
humedecida por tus labios
que invitaba a sentir el amor entre tus brazos.
Que bello!!!!! joooo me encantó !! un abrazo desde mi brillo del mar
Me alegro de que te gustaran esos versos Bea.
EliminarUn abrazo.
Precioso, dulce, sugerente...da ganas de dejarse empapar por la lluvia y sentir ese cálido gesto y dejarse llevar por el abrazo que leerte provoca...
EliminarMe encanta esa magia en tus palabras....un beso
Me alegro de que te produzca todo eso Womy.
EliminarUn beso y feliz día.
¡Cuanto amor destila cada uno de tus poemas y en éste en particular rodeado del romanticismo de la lluvia!
ResponderEliminarun abrazo.
Gracias por verlo así Manuela.
EliminarUn abrazo.
Y es que la lluvia..puede purificar a su manera...cualquier acto de amor...
ResponderEliminarPrecioso...como siempre...
un beso
Así es Amando.
EliminarUn beso.
Sensaciones que elevan, amigo mío.Son las cosas bellas qeu nos regalan los día.
ResponderEliminarFeliz día, Rafael
Fina
Sin duda que es así Fina.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Cuanto amor rodean esos brazos ...cuanto amor rodea tu escritura ...
ResponderEliminarcon caiño un abrazo
Gracias por verlo de esa manera Marina.
EliminarUn abrazo.
Pude sentir el agua de la lluvia deslizarse por mi pelo, acariciando con el lenguaje de sus manos como suave brisa, mi piel.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Un beso.
Me alegro de que te guste María.
EliminarUn beso.
Sentir nos hace vivir de forma intenta, de forma que merece la pena...
ResponderEliminarPodemos sentir de tantas formas, sentirnos de tantos modos...bajo la lluvia... Unos se mojan, otros la sienten.
Un abraz✴
Así es Athenea, lo has definido perfectamente.
EliminarUn abrazo.
Para suspirar por la lluvia y el abrazo,
ResponderEliminarBuen día Rafael.
Gracias Beatriz.
EliminarBuen día también para ti.
Los hombres nos quedamos sorprendidos
ResponderEliminarsintiendo que brotaban margaritas
suele suceder que los hombres se sorprendan
cuando les brotan emociones como margaritas
;)
buena jornada Rafael
Sí, supongo que así es Ely.
EliminarUn abrazo.
¡Cuanta belleza hay en este poema y cuanto amor transmite!
ResponderEliminarEl amor llega sin que nos demos cuenta y nos derrama toda su dulzura en el corazón, como lluvia fresca .
Besos
Ne alegra de que asi lo veas Julia.
EliminarBesos.
Qué delicioso momento...
ResponderEliminarY qué bien va con la imagen que has elegido.
Eres un romántico,eh!
Besos.
Todos conservamos un "algo" romántico en el corazón Carmen.
EliminarBesos.
Para mi el agua es vida... y estar bajo ella es limpiar el alma, la piel, la razón... en este caso es purificar el amor, el sentimiento... que bonitos versos mojados en lluvia...
ResponderEliminarBesines...
También lo veo como tú Hada.
Eliminar"Besines"
CUANDO LA LLUVIA ES COMPLICE DE TANTO ROMANTICISMO TODO ES MAS BELLO.
ResponderEliminarPRECIOSO MANUEL.
UN BESO GRANDE.
Gracias por tus palabras Lujan.
EliminarUn beso de Rafael desde España.