Somos de barro, tan solo,
y a la tierra nos volvemos,
cuando se apagan los ríos,
cuando se agotan los vientos,
ya que los ojos se cierran
y se cubren con un velo,
las pestañas cantarinas,
las pupilas con los versos,
y se cubren de tinieblas
unos labios con sus besos,
y se ahogan las palabras
y hasta mueren los recuerdos,
porque la vida termina
y en el polvo quedaremos
con claveles de nostalgia
y silencios en el pecho.
Somos de barro, decía,
un profeta en el desierto
al que nadie ya escuchaba
rodeado de camellos;
las palmeras daban sombra
y los dátiles, pequeños,
aliviaban la carencia
de alimentos y de sueños,
pero el mensaje perdía
sonoridad y lamento,
y las palabras quedaban
para el baúl de los ciegos,
donde la mezcla se unía
en un pozo atroz y negro,
entre el amor de las almas,
la pasión y los deseos.
"...Somos de barro, repito,
y en el lodo dormiremos,
en un lecho sin fronteras,
hasta el final de los tiempos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
27/01/18
Una gran verdad ..y una reflexión a tu escrito ..
ResponderEliminarFeliz noche amigo .
Gracias Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Hola Rafael, siempre pienso que así seamos una parte cuerpo-piel, nuestra verdadera esencia, la que sobrevive a la muerte física, es el cuerpo-alma, y me ilusiono de que en realidad nunca moriremos, no obstante nuestra apariencia física desaparezca y como tú bien dices, se funda con una tierra sin límite. Bueno, la muerte es un gran misterio amigo.... y es bueno reflexionar acerca de aquello.
ResponderEliminarUn abrazo, buen día y bonita semana!!!
Pienso igual, Paty, dentro de ese "misterio" que bien señalas y al que todos damos vueltas, alguna vez, en nuestras reflexiones.
EliminarGracias por tus palabras. Un abrazo y feliz día y semana querida amiga.
Cada día que pasa el corazón palpita, y desea ser un tiempo más, desea ser todo tierra, todo naturaleza.
ResponderEliminarAbrazo
Cierto María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Somos barro maleable que se endurece y hasta se rompe por seco.
ResponderEliminarEl poema es una maravilla.
Abrazo, Rafael.
Gracias por ver así mis versos, Verónica.
EliminarUn abrazo.