No sé si sabes
que ayer detuve el paso
y paré el tiempo.
El sol, cansado,
durmió, en su camino,
por un instante.
Y los gorriones,
también se detuvieron,
tras de su vuelo.
Paré la vida,
quizás sin darme cuenta,
¡quería verte!
Querido cielo,
estabas tan hermoso,
allí, en tu tarde.
Todo de azul,
vestido inmaculado,
como tus ojos.
Y me miraste,
me viste pensativo,
y entristecido.
Era otro día,
después del cumpleaños,
un día más.
Y los gorriones
así lo comprendieron
y despertaron.
Igual que el cielo,
con besos de la brisa,
dio fin al sueño.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/09/19
Me puse a mirar al cielo.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que te comentó algo, Laura.
EliminarBesos y gracias.
Ha sido tu cumpeaños?Ayer no entré ,pero si fué,FELICIDADES;amiguco!!!
ResponderEliminarSi no fué,también te felicito por el poema.Eso de parar el tiempo,el cielo,la NAturaleza es algo que siento en ocasiones.Será un instante,pero se puede
Y ya sabes,un años más,dichoso de haberlo cumplido
Besucos
Gó
Gracias por tus palabras Gó, que aprecio.
EliminarUn abrazo y "besucos"
Precioso día tras el cumpleaños, cuando parce que le tiempo se detiene, par luego confirmar que no es así.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Si pudiéramos detener el pasa del tiempo, allí donde gozamos.
ResponderEliminarUn placer leerte Rafael.
Un beso
Al menos lo intentamos con la poesía, Carmen.
EliminarUn beso.