Llené mi vaso de lágrimas
para apurarlo de un trago,
luego froté bien mis ojos
con mis manitas de esparto.
Algo me hirió, sin sentirlo,
pero me hizo un gran daño,
nada sangraba en mi cuerpo
más me dolía el costado.
Yo murmuré torpemente,
con mi lengüita de trapo,
y me quejé sin palabras
enmudecido de espanto.
Nadie turbó mi silencio
ni me ofreció, allí, la mano,
sólo sonó la campana
y el murmurar de un rosario.
Llené mi vaso de besos
para mandarlos lejanos,
a que cruzaran fronteras
y a que saciaran mil labios.
Eran los besos calientes
de un corazón, embriagado,
que iba apagando sus velas
como la luz de un borracho.
Yo no sabía siquiera
como apearme de un salto,
como bajar de la nube
que me tenía apresado.
Era tan solo un chiquillo
el que le hablaba a los astros,
mientras, arriba, en la noche,
enmudecían los hados.
Llené mi vaso de versos
para escribir sin reparo,
letras y letras surgían
entre mis dedos helados.
Loco de amor, sin saberlo,
fui por el mar en un barco,
a conquistar las estrellas
y que me dieran su abrazo.
Luego vagué por llanuras
con manantiales escasos,
y donde el sol me cegaba
en los desiertos huraños.
Más descubrí, que la vida,
era una caja de cuadros,
donde los niños no lloran
y se entretienen jugando.
Llené mi vaso de adioses
para elevarlo muy alto,
y musitarle a los cielos
que soy un simple payaso.
Voy con mi traje de rayas
y mi sombrero rosado,
llevo sonrisa en la boca
bajo mis grandes ojazos.
Soy el payaso del circo
al que le llueven aplausos,
el que levanta alegrías
a los pequeños de antaño.
Porque los niños son lirios
y los mayores geranios,
todo se junta y confunde
en el jardín del engaño.
"...Llené mi vaso de lágrimas
para beberlas en vano,
porque sus gotas de lluvia
eran mis sueños robados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/12/12
para apurarlo de un trago,
luego froté bien mis ojos
con mis manitas de esparto.
Algo me hirió, sin sentirlo,
pero me hizo un gran daño,
nada sangraba en mi cuerpo
más me dolía el costado.
Yo murmuré torpemente,
con mi lengüita de trapo,
y me quejé sin palabras
enmudecido de espanto.
Nadie turbó mi silencio
ni me ofreció, allí, la mano,
sólo sonó la campana
y el murmurar de un rosario.
Llené mi vaso de besos
para mandarlos lejanos,
a que cruzaran fronteras
y a que saciaran mil labios.
Eran los besos calientes
de un corazón, embriagado,
que iba apagando sus velas
como la luz de un borracho.
Yo no sabía siquiera
como apearme de un salto,
como bajar de la nube
que me tenía apresado.
Era tan solo un chiquillo
el que le hablaba a los astros,
mientras, arriba, en la noche,
enmudecían los hados.
Llené mi vaso de versos
para escribir sin reparo,
letras y letras surgían
entre mis dedos helados.
Loco de amor, sin saberlo,
fui por el mar en un barco,
a conquistar las estrellas
y que me dieran su abrazo.
Luego vagué por llanuras
con manantiales escasos,
y donde el sol me cegaba
en los desiertos huraños.
Más descubrí, que la vida,
era una caja de cuadros,
donde los niños no lloran
y se entretienen jugando.
Llené mi vaso de adioses
para elevarlo muy alto,
y musitarle a los cielos
que soy un simple payaso.
Voy con mi traje de rayas
y mi sombrero rosado,
llevo sonrisa en la boca
bajo mis grandes ojazos.
Soy el payaso del circo
al que le llueven aplausos,
el que levanta alegrías
a los pequeños de antaño.
Porque los niños son lirios
y los mayores geranios,
todo se junta y confunde
en el jardín del engaño.
"...Llené mi vaso de lágrimas
para beberlas en vano,
porque sus gotas de lluvia
eran mis sueños robados..."
Rafael Sánchez Ortega ©
04/12/12
Qué doloroso,amigo querido...de la tristeza y el sufrimiento provocados en la niñez, a una serie de acontecimientos en cadena (sujetándose al orígen), y el ser buscando desesperadamente hacer redención...
ResponderEliminarMe llegó super profundo. Es MUY emotivo tu poema,amigo.
Te mando mi abrazo grande, y mis felicitaciones por el alma del poeta derramada en estos versos.
Así es la poesía querida Maritza, unas veces sonríe y otras presenta esta imagen. Lo importante es sacar siempre el fondo de la misma y ver ese rayo de esperanza y que tras él está el azul del cielo esperando siempre, aunque parezca imposible.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y abrazo que te devuelvo deseando tengas un lindo martes.
De lágrimas, de sueños, de tristezas, de soledades, de desencantos...
ResponderEliminarCuántos vasos llenos a lo largo de la vida. Incluso de risas...
Un abrazo
Sí, TriniReina, pero supongo que son los vasos que todos los hombres y mujeres van llenando a lo largo de su vida poco a poco, ¿no crees?.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
A pesar de la tristeza que derraman estos versos, a pesar de ese vaso de lágrimas, amigo Rafael, tu poema tiene tal caudal de ternura y de ilusión que se convierten en una caricia.
ResponderEliminarUn abrazo. Que pases feliz día
Fina
Me alegra inmensamente que veas así mis versos Fina. Como digo tantas veces, "solo trato de escribir lo que siento".
EliminarUn abrazo y feliz día también para ti.
preciosa poesía, muy sentida y con un final,
ResponderEliminarque por triste, no deja de ser bonito.
Un saludo y cuida tus sueños -que te los roban,
o eso me han dicho-.
Un abrazo.
Gracias querido Paco. Me hicieron sonreír tus últimas letras. Sinceramente creo que a los poetas es difícil robarles los sueños, pero, ¡quién sabe...!
EliminarUn abrazo.
Una bella historia, amiguiño. Nada, abro el ordenador, entro en "La hora bruja" y... voilá... otro poema. Un poema dedicado a esos seres tan tiernos, tan llenos de risas y de lágrimas, los que nos hacen reír a causa de sus torpezas, de su falta de talento... y en cuya compañía hay siempre un "listillo" que, afortunadamente, el payaso "tonto" hace fracasar, porque los fracasos son siempre propiedad de los que se creen triunfadores. Así el payaso "tonto" puede ironizar sobre la inutilidad de la inteligencia fatua, de la belleza de dudoso gusto, de las palabras altisonantes y vacías... El payasito "atontado" siempre encuentra la rendija por la que mostrar su mundo en el que la ternura y el amor son su razón de vivir.
ResponderEliminarSi los niños son lirios (fragilidad de la luz), los mayores, geranios, (contundencia y arrebato), un payaso sólo verá la luz de los primeros y la presunción de los segundos.
Un abrazo, Rafael.
¡Ay Aurora!, creo que has realizado un análisis del poema como si fuera una disección académica. Sinceramente no creo que mis versos tengan todo lo que dices, aunque eso es lo que quise plasmar en ellos a través de esas metáforas cruzadas y los juegos de imágenes y figuras.
ResponderEliminarPor otra parte, siempre he sentido debilidad por los payasitos con "lengua de trapo", pero creo que también le ocurrió a otros autores, como Valente, (que ahora me viene a la cabeza).
Un abrazo y feliz martes, a pesar de la lluvia.
¿Valente? Nunca dejes de leerlo. Es uno de los grandes poetas de esta época. Se nota que eres un lector atento y que lees muy buena poesía. Se nota, de veras. Creo que nadie debiera escribir sin leer a los mejores.
ResponderEliminarTengo sus obras completas, en la edición del Círculo de Lectores, y es una delicia leerle Aurora. Aunque aconsejo hacerlo poco a poco, para disfrutar de su trabajo. Para mi gusto es una de las mejores plumas de su época.
ResponderEliminarComo bien dices, debemos leer y "aprender", de los mejores.
Un abrazo y feliz día Aurora.
nuestra copa se llena y se vacía constantemente de emociones y sensaciones vivas que nos hacen memoria y existencia
ResponderEliminarhermosa y sentida poesía Rafael
abrazos y buena jornada
Así es Elisa, y esa copa debemos disfrutarla y apurarla a medida de nuestras necesidades, porque como bien dices, nuevamente volverá a llenarse de nuevos sentimientos.
EliminarAbrazos también para ti y que tengas un lindo sábado.
Cuánta tristeza desde los dos primeros versos, Rafael, me ha conmovido esta soledad y ese asumir del protagonista.
ResponderEliminarBello.
Besos
Es cierto Verónica, ya que desde los primeros versos, el protagonista, va reflejando esa nostalgia retenida en su alma e intenta darla forma y encontrar en sentido de su vida a través de los versos.
EliminarMe alegra de que te gustara este poema.
Besos en la tarde también para ti.
A veces llenamos de pena objetos que nos configuran a cada instante hasta que un día cualquiera y sin esperarlo al fin nos encontramos.Magnífico.Un abrazo desde el sur
ResponderEliminarSí, Erato, suele suceder así como detallas.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo desde Cantabria.
Unos versos tristes llenos de nostalgia. Hermoso rafael. Besos
ResponderEliminarA veces es imposible contener la nostalgia porque forma parte de nuestro día a día, Alicia.
EliminarBesos en la noche.
El retrato de un ser entrañable.
ResponderEliminarUn poema que rezuma ternura.
Un abrazo.
Independiente de la tristeza de los primeros versos, luego aparece la parte entrañable del pasayo y ella es la sonrisa que oculta la lágrima y nos deja esa ternura que esperamos.
EliminarUn abrazo Jerónimo y gracias por tu comentario.
Un gran poema,Rafael.
ResponderEliminarEsas lágrimas subieron directas al cielo...Y ahora son estrellas con luz propia,que nos dejas en tus versos y nos encienden a todos,amigo.
Mi gratitud y mi abrazo inmenso por esa generosidad humana y...divina.
M.Jesús
Simplemente gracias M.Jesús. Tus comentarios siempre tienen "algo especial".
EliminarUn abrazo inmenso también para ti deseando disfrutes de un lindo día con tus seres queridos.