Noche de lluvia en el campo
y de rumor en el río,
donde se empapa la tierra
y se silencian los grillos.
Duermen, sin más, las alondras
y hasta suspiran los lirios,
mientras la casa labriega
marca la paz del estío.
Cuelgan gavillas cansadas
con azadones vencidos,
en la solana tan vieja
donde se guarda el buen vino.
Guardan también las cigüeñas
la soledad de sus nidos,
sobre las torres quebradas
de campanarios altivos.
Noche de lluvia en el puerto
y de resaca con brío,
donde se mojan las barcas
y se despierta el marino.
Duermen, así, las estrellas
y los faroles sin brillo,
entre las calles mojadas
por sirimiris vertidos.
Cuelgan las redes del muelle
en secaderos furtivos,
y las traineras cansadas
tienen los remos dormidos.
Duermen también, las gaviotas,
mientras vigilan los hilos,
de los sedales y cuerdas
de pescadores activos.
"...Noche de lluvia en el alma
en que se ahoga un suspiro,
al recordar tanto tiempo
sin ilusión y perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/12
y de rumor en el río,
donde se empapa la tierra
y se silencian los grillos.
Duermen, sin más, las alondras
y hasta suspiran los lirios,
mientras la casa labriega
marca la paz del estío.
Cuelgan gavillas cansadas
con azadones vencidos,
en la solana tan vieja
donde se guarda el buen vino.
Guardan también las cigüeñas
la soledad de sus nidos,
sobre las torres quebradas
de campanarios altivos.
Noche de lluvia en el puerto
y de resaca con brío,
donde se mojan las barcas
y se despierta el marino.
Duermen, así, las estrellas
y los faroles sin brillo,
entre las calles mojadas
por sirimiris vertidos.
Cuelgan las redes del muelle
en secaderos furtivos,
y las traineras cansadas
tienen los remos dormidos.
Duermen también, las gaviotas,
mientras vigilan los hilos,
de los sedales y cuerdas
de pescadores activos.
"...Noche de lluvia en el alma
en que se ahoga un suspiro,
al recordar tanto tiempo
sin ilusión y perdido..."
Rafael Sánchez Ortega ©
28/12/12
Ufff que final Rafael, estremecedor. Todos y cada uno de tus versos lucen y brillan en el cielo. Un beso.
ResponderEliminarGracias Paty. Quizás la última estrofa rompe un poco el poema con esa explosión interior que surge en los versos.
EliminarUn beso y feliz viernes.
Leer tus poemas y renacer! Los mejores augurios de felicidad para ti Rafael.
ResponderEliminarGracias Indianala, un abrazo y mis mejores deseos de felicidad para ti en estas fiestas.
Eliminarcuantos sueños e ilusiones se han oerdido en el camino ¿verdad? Besos rafael
ResponderEliminarCierto Alicia, pero...
EliminarBesos y feliz día.
¡Ay... esos faroles sin brillo,miguiño!! ¡Ay...ay! que no puede ser, que no. Haz como las gaviotas, vigila, a ver si eres capaz de hacerte con el pez o, al menos, con el cebo. Pero ¡cuidado! que el cebo tiene pincho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, Aurora, hay que tener cuidado con el anzuelo que algunas veces es muy traidor el bocado y picamos sin darnos cuenta de ello.
EliminarUn abrazo y feliz día.
La lluvia que viene del alma tiene el sabor agridulce de lo no vivido
ResponderEliminarun abrazo
Sobretodo si esa noche es como la última estrofa.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Lluvia en el alma...es pura melancolía.
ResponderEliminarPreciosos versos querido Rafael, un maestro de la lirica.
Te felicito siempre.
Un beso grande.
Gracias Luján, es un placer siempre tus comentarios.
EliminarUn beso en la noche.
uuffff melácolicas letras gotas que caen en tus entrañas , muy bello me encantó, feliz sábado amigo, besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Beatriz por tu comentario.
ResponderEliminarBesos también para ti desde mi cantábrico.