Manuscrito inacabado
silencioso y polvoriento,
olvidado en los desvanes
entre hollines y recuerdos.
¿Qué tenías en tus hojas
y guardaba tu cuaderno,
que con celo reservabas
de las luces y del viento?
Unas manos te tomaron
y cerraron con esmero,
resguardando tu valía
de ladrones avarientos.
Porque hay seres egoístas
y rufianes ladronzuelos,
que no creen en las palabras
ni tampoco en el esfuerzo.
Sin embargo hay otros hombres,
los que pasan en silencio,
que valoran tus escritos
y suspiran al leerlos.
Ellos son los soñadores,
esos niños sempiternos,
los que van con sus saudades
caminando muy contentos.
Peregrinos en su infancia,
son juglares, sin saberlo,
y susurran a la luna
y le escriben a los cielos.
Para algunos, la mirada,
es el libro y el reflejo,
la cuartilla reluciente
donde dejan sus deseos.
Es el cáliz que a deshora
porta el vino y el refresco,
desde el labio que reclama
a otro labio con su beso.
Es la tierna mariposa
que nos deja su aleteo,
y emociones en el alma
cuando pasa con su vuelo.
Es la voz del caminante
y quizás del buhonero,
el que cambia mercancías
y reparte caramelos.
Y es la sombra de la iglesia
con la brisa de aire fresco,
la que alivia los sudores
juveniles y sedientos.
"...Manuscrito inacabado,
calcinado y sin saberlo,
vengo a ti, con mi plumilla,
mis poemas y mis versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/13
silencioso y polvoriento,
olvidado en los desvanes
entre hollines y recuerdos.
¿Qué tenías en tus hojas
y guardaba tu cuaderno,
que con celo reservabas
de las luces y del viento?
Unas manos te tomaron
y cerraron con esmero,
resguardando tu valía
de ladrones avarientos.
Porque hay seres egoístas
y rufianes ladronzuelos,
que no creen en las palabras
ni tampoco en el esfuerzo.
Sin embargo hay otros hombres,
los que pasan en silencio,
que valoran tus escritos
y suspiran al leerlos.
Ellos son los soñadores,
esos niños sempiternos,
los que van con sus saudades
caminando muy contentos.
Peregrinos en su infancia,
son juglares, sin saberlo,
y susurran a la luna
y le escriben a los cielos.
Para algunos, la mirada,
es el libro y el reflejo,
la cuartilla reluciente
donde dejan sus deseos.
Es el cáliz que a deshora
porta el vino y el refresco,
desde el labio que reclama
a otro labio con su beso.
Es la tierna mariposa
que nos deja su aleteo,
y emociones en el alma
cuando pasa con su vuelo.
Es la voz del caminante
y quizás del buhonero,
el que cambia mercancías
y reparte caramelos.
Y es la sombra de la iglesia
con la brisa de aire fresco,
la que alivia los sudores
juveniles y sedientos.
"...Manuscrito inacabado,
calcinado y sin saberlo,
vengo a ti, con mi plumilla,
mis poemas y mis versos..."
Rafael Sánchez Ortega ©
12/01/13
Qué evocador ese manuscrito inacabado y polvoriento, silencioso y olvidado...
ResponderEliminarUn placer encontrar tus "cuadernos" siempre, Rafael. Gracias.
Un abrazo en la madrugada.
Es bonito regresar al cuaderno y encontrar unas letras dejadas, (un comentario, una sonrisa...)
EliminarGracias por tu paso silencioso.
Un abrazo en la madrugada María.
Volver a leer lo inacabado, es volver a los
ResponderEliminarrecuerdos y hacerlos una vez más tuyos.
Que bonita poesía que nos lleva a las cosas
que vamos dejando en el camino sin ahondar
en ellas pero que nos van dejando su huella.
Un fuerte abrazo.
Es cierto que por unas razones ú otras, vamos dejando cosas abandonadas, hasta que un día las volvemos a rescatar del olvido y las damos vida nuevamente.
EliminarUn abrazo Paco y el deseo de un lindo fin de semana.
Rafael, me encantó tu manuscristo precioso entre dulces recuerdos, muy bello de verdad, besos desde mi brillo del mar y feliz finde
ResponderEliminarCreo sinceramente que todos tenemos un manuscrito parecido Beatriz, ¿no piensas lo mismo?
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
desandar caminos, releer lo que ya creíamos olvidado, terminar lo empezado, son tareas que pueden realizarse cada amanecer, esa oportunidad la tenemos cada vez que despertamos, y así porder irnos sin pendientes
ResponderEliminarabrazos Rafael
feliz fin de semana
¡Cuánta razón tienes Elisa!, por ejemplo, este fin de semana, (mejor dicho ayer), tenían tanto trabajo acumulado que creí me iba a desbordar y simplemente, dedicándome a él, me encuentro ahora, que aquella amenaza está resuelta, y tengo otra vez el tiempo libre, (aunque estoy muy cansado por la paliza que me he dado)...
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana también para ti Elisa.
Nada es inacabado, incluso lo que parece no avanzar.
ResponderEliminarQueda.
Y así, tal vez imperfecto, por si mismo es una fuente.
Besos
Es que lo imperfecto tiene el sello humano, el de nuestras manos Verónica, si no fuera así seríamos como dioses y por eso nuestros lapsus y despistes.
EliminarBesos en la tarde noche también para ti querida amiga.
Mire que le leo aunque usted no lo sepa, escribe de maravilla.
ResponderEliminarTambién dejo algunas cosas escritas inacabadas, las terminaré de eso seguro.
Que más quiere ese manuscrito que ser acabado por las manos de un maestro.
Un abrazo
Pues no, no sabía que me seguías Soledad, pero gracias por detenerte en mis letras. Espero que ellas aporten un poco de luz y de tranquilidad a tus ojos y que ellos aguanten mis faltas de redacción, que seguro habrá unas cuantas.
EliminarEn ese manuscrito particular, que cada uno tenemos, hay páginas a medio escribir y capítulos sin cerrar, que poco a poco se irán materializando.
Un abrazo en la tarde noche.
Pues mira a ver si lo terminas, que las cosas sin acabar se quedan cojas y son como mariposas sin alas, como luciérnagas sin luz, como cascabeles mudos...
ResponderEliminarUn abrazo, miguiño.
¡Ay Aurora!, tengo tantas cosas sin terminar... La verdad es que la lista sería muy larga y quizás dejaría en el olvido algunos empezados. Por ejemplo, en la escritura, tengo la dichosa manía de escribir aquello que me viene a la cabeza y luego, a veces, lo empleo como idea de algún escrito. Sin embargo, esas pequeñas notas van quedando arrinconadas en el Escritorio, hasta que un día hago limpieza, las pongo en una carpeta, hasta que meses más tarde las abro por curiosidad y me encuentro aquellos fragmentos de lo que traté de pensar. Es cierto que con algunos he sido capaz de engarzar algún poema, pero los más quedan ahí, olvidados y sin salir a la luz.
EliminarUn abrazo "miguiña"
La vida es eso, empezar cosas y terminarlas o no, el caso es vivir y poder contarlo al menos en este espacio lleno de sentimiento.
ResponderEliminarBesicos
La esencia de la vida es "vivir", Ana, como tú bien dices, así que intentémoslo, a pesar de todo lo que nos rodea.
Eliminar"Besicos" también para ti en la noche.
La vida es ese "manuscrito inacabado"Rafael...
ResponderEliminarHay tantas cosas por terminar,por mejorar y retomar...Y como tú,espero que tengamos tiempo de hacerlo...La vida nos espera siempre como una asignatura pendiente,que no hemos aprobado...ojalá sepamos obtener un buen resultado.
Mi gratitud por compartir tus buenos poemas y mi abrazo inmenso y dominguero.
M.Jesús
Es cierto M.Jesús que deberíamos ver la vida como ese "manuscrito inacabado" que vamos llenando día a día. Pero algunos tienen el cuaderno cerrado, otros no quieren abrirlo y algunos lo hacemos de tarde en tarde.
ResponderEliminarUn abrazo y que tengas un lindo domingo querida amiga.
Un manuscrito esperando una continuacion que algun dia llegará. Un abrazo
ResponderEliminarEso me digo muchas veces Alicia y luego sigo contemplándole ahí, en ese lugar espdrando desde hace tanto tiempo.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Manuscrito de versos y pensamientos...donde dejar fluir aquello que el alma nos dicta...preciosa forma de escribir Rafael !!
ResponderEliminarUn abrazo en la tarde-noche :)
Es como ese legajo, que en álgún cuento o película, hemos podido ver y al que los hombres van depositando sus alegrías e inquietudes.
EliminarUn abrazo en la noche.