La tarde se va muriendo
y yo me muero contigo,
porque el aire ya me falta
y no sé ni qué respiro.
Es la ausencia de tus besos,
y también de mis latidos,
con las dudas que me acosan
y la falta de cariño.
Es el aire de la tarde
que atenaza los sentidos,
y es la brisa y el nordeste
que me arrancan mil suspiros.
Tiembla el alma en la ciaboga
malherida y por el frío,
y la barca continúa
con su rumbo peregrino.
Hay un halo de esperanza,
una especie de espejismo,
una bruma muy traidora
con la lluvia y el granizo.
Hay cenizas en la tierra
y no brotan los cultivos,
por la sangre derramada
que se extiende hasta los ríos.
Una nube, por el cielo,
se ve al fondo con alivio,
deja lluvia y esperanza
con el beso que preciso.
Unas nuevas mariposas
ya se acercan con sigilo,
y se posan en mis ojos
y los miran con cariño.
Son aquellas, que en los sueños,
esperaba enternecido,
desde siempre y desde lejos
anunciándome que existo.
Son aquellas, juguetonas,
que veía siendo niño,
y seguía en los jardines
entre rosas y entre lirios.
Son las mismas que en la infancia
me llevaron a mil sitios,
entre sueños e ilusiones
y recuerdos tan queridos.
Pero ahora las contemplo
y no sé ni qué les grito,
necesito sus colores
y ese manto tan bonito.
Y de pronto, en un instante,
siento el roce y el abrigo,
de unas alas encantadas
que aceleran mis instintos.
"...La tarde se va muriendo
y no muero pues hoy vivo,
ya que el beso de unos labios
da a mis labios un respiro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/0/13
y yo me muero contigo,
porque el aire ya me falta
y no sé ni qué respiro.
Es la ausencia de tus besos,
y también de mis latidos,
con las dudas que me acosan
y la falta de cariño.
Es el aire de la tarde
que atenaza los sentidos,
y es la brisa y el nordeste
que me arrancan mil suspiros.
Tiembla el alma en la ciaboga
malherida y por el frío,
y la barca continúa
con su rumbo peregrino.
Hay un halo de esperanza,
una especie de espejismo,
una bruma muy traidora
con la lluvia y el granizo.
Hay cenizas en la tierra
y no brotan los cultivos,
por la sangre derramada
que se extiende hasta los ríos.
Una nube, por el cielo,
se ve al fondo con alivio,
deja lluvia y esperanza
con el beso que preciso.
Unas nuevas mariposas
ya se acercan con sigilo,
y se posan en mis ojos
y los miran con cariño.
Son aquellas, que en los sueños,
esperaba enternecido,
desde siempre y desde lejos
anunciándome que existo.
Son aquellas, juguetonas,
que veía siendo niño,
y seguía en los jardines
entre rosas y entre lirios.
Son las mismas que en la infancia
me llevaron a mil sitios,
entre sueños e ilusiones
y recuerdos tan queridos.
Pero ahora las contemplo
y no sé ni qué les grito,
necesito sus colores
y ese manto tan bonito.
Y de pronto, en un instante,
siento el roce y el abrigo,
de unas alas encantadas
que aceleran mis instintos.
"...La tarde se va muriendo
y no muero pues hoy vivo,
ya que el beso de unos labios
da a mis labios un respiro..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/0/13
El desamor nos da a entender que jamás volveremos a sentir. Pero nada más erróneo. El amor, de una manera u otra, siempre vuelve.
ResponderEliminarSaludos
Tienes toda la razón en la apreciación de tu comentario Trini, pero el sentimiento del amor es así de caprichoso o quizás somos nosotros los que lo vemos de esa manera.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Me gusta mucho, es un compendio de todo lo que es el amor...
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Carmen, yo también pienso que es un compendio, a grandes rasgos, de lo que es el amor.
EliminarUn beso y feliz día.
Mientras haya vida, que no muera la tarde. bello amigo. Un abrazo
ResponderEliminarPor supuesto que sí Alicia, "que no muera la tarde".
EliminarUn abrazo.
Me encanta amigo!!
ResponderEliminarAunque nunca se muere si alma vive.
Besos
Pienso como tú Anna. Besos y feliz día.
Eliminar¡Qué tendra ese roce de labios que es capaz de sanar el alma más rota!.
ResponderEliminarEl anagrama del amor contado por tí, hoy, en esta entrada.
Besos reconfortantes.
Es cierto Gloria, ¡qué tendrá ese roce y ese beso de las mariposas!
EliminarUn abrazo y feliz día.
Le iría muy bien a este poema, eso de :"que no se rompa la noche, por favor, que no se rompa, que sea serena y larga como el tallo de la rosa. Que tengo que amarte mucho, que tengo que amarte tanto... (Julio Iglesias) y...sigue..
ResponderEliminarAbrazos y feliz tarde, Rafael
Fina
Preciosa letra Fina y muy pegadiza, gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo y feliz miércoles.
Hermoso,muy hermoso.
ResponderEliminarbellas imágenes visuales a través de la palabra y profunda metáfora de añoranzas(imagen de la mariposa).
precioso!Un abrazo.
Gracias por tu visita y comentario Irene. Las mariposas siempre se prestan a ello.
EliminarUn abrazo.
amor y desamor... son como la sal y pimienta de la vida.
ResponderEliminarsaludos!!!
Cierto La quiltra, es tal y como lo dices.
EliminarUn abrazo en la noche.
Me gustó: Pasaré a menudo. Saludos.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario Josefa.
EliminarUn abrazo en la noche.
Me eh quedado sin suspiros..
ResponderEliminarDesarrollastes tantos sentimientos,
al transportar a ese niño, y volviendo
a tu presente esperando ese
beso deseado, para cambiar
de esa tarde que muere en esperar
llegar la noche sin miedo y con un
hondo suspiro que salga de tu alma
y te de un tranquilo alivio..
Me encanto Rafael..
Besos...
Gracias por tu comentario tan amplio, Claribel.
EliminarBesos en la noche.
Hola Rafael! Hermoso poema. Sus versos primeros me hicieron recordar una canción preciosa de Inti Illimani, La tarde se ha puesto triste...http://www.youtube.com/watch?v=q8N9bJ3CWgs
ResponderEliminarUn abrazo!
Es cierto lo que dices Ana, pero la canción es más bonita que el poema.
EliminarUn abrazo.
La tarde no tiene la culpa, es que con las carencias no vemos el sol ni las cosas bonitas de la vida. Besicos.
ResponderEliminarSuele suceder lo que dices Ana, por desgracia.
Eliminar"Besicos" en la noche.
aay, miralo Rafael!! qué bien pensar en mariposas de la infancia, sobre todo en una tarde que muere en nuestros ojos, para así dejar de morir con ella.
ResponderEliminarMe gusta el trasfondo de las palabras.
Gracias por tu comentario Beatriz, pero creo que todos hemos tenido y disfrutado, alguna vez, con esas "mariposas".
EliminarUn abrazo.
Un bello poema donde la nostalgia de otros tiempos y otros lugares
ResponderEliminaracude al poeta en esa tarde que se muere.
Me gustaron en especial la primera y la última estrofa.
Abrazos.
Gracias Jerónimo, pero son "retales", que todos conservamos en el recuerdo.
EliminarUn abrazo.
Rafael,el amor y el desamor se te da muy bien,especial sensibilidad para traducir las emociones.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Gracias por esa manera de ver mis versos América.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa tarde que muere cada día nos va dejando su mensaje y su aliento...en la brisa,en el vuelo del recuerdo,en el color que se apaga,en la música y la palabra,que nos llega de lejos...La naturaleza nos habla y nos ama siempre,Rafael.
ResponderEliminarUn beso y feliz lunes.
M.Jesús
Sí, M.Jesús, la naturaleza es así de sabia y de amiga.
EliminarUn abrazo.