Se escuchan los rumores
que dejan las mareas,
con olas y suspiros
que van sobre la arena.
Los niños los recogen
y forman mil poemas,
en versos y en escritos
que surgen de sus letras.
Hay otros que susurran
los cuentos y leyendas,
oídos en sus casas
y puede que en la escuela.
En ellos el salitre
se mezcla con sal muera,
aroma que subyuga
con algas y sirenas.
Las unas languidecen
y estiran sus melenas,
movidas por las aguas
haciéndolas coquetas.
Las otras, por la noche,
sin prisa se pasean,
en busca del marino
que va con su trainera.
Hay brumas en la playa
y brisa que se acerca,
la luna, lentamente,
ya sale entre la niebla.
Sus rayos blanquecinos
se estiran y le besan
al mar de agua salada
que pronto ronronea.
Dos negros cormoranes
despiertan y bostezan,
un tanto indiferentes
mirando la ribera.
En medio de este cuadro
un hombre se presenta,
figura desgarbada,
quizás con su inocencia.
Él mira hacia lo alto
y busca las estrellas,
que tiemblan y le hablan
de cosas muy diversas.
Se sienta en una roca
y escucha lo que cuentan,
sintiendo los latidos
que emiten y le dejan.
Sus ojos se han cerrado
y el alma parpadea,
quizás con la sonrisa
del niño que ya sueña.
"...Se escuchan los rumores
de remos en la brega,
quizás son los marinos
que salen a la pesca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/04/13
que dejan las mareas,
con olas y suspiros
que van sobre la arena.
Los niños los recogen
y forman mil poemas,
en versos y en escritos
que surgen de sus letras.
Hay otros que susurran
los cuentos y leyendas,
oídos en sus casas
y puede que en la escuela.
En ellos el salitre
se mezcla con sal muera,
aroma que subyuga
con algas y sirenas.
Las unas languidecen
y estiran sus melenas,
movidas por las aguas
haciéndolas coquetas.
Las otras, por la noche,
sin prisa se pasean,
en busca del marino
que va con su trainera.
Hay brumas en la playa
y brisa que se acerca,
la luna, lentamente,
ya sale entre la niebla.
Sus rayos blanquecinos
se estiran y le besan
al mar de agua salada
que pronto ronronea.
Dos negros cormoranes
despiertan y bostezan,
un tanto indiferentes
mirando la ribera.
En medio de este cuadro
un hombre se presenta,
figura desgarbada,
quizás con su inocencia.
Él mira hacia lo alto
y busca las estrellas,
que tiemblan y le hablan
de cosas muy diversas.
Se sienta en una roca
y escucha lo que cuentan,
sintiendo los latidos
que emiten y le dejan.
Sus ojos se han cerrado
y el alma parpadea,
quizás con la sonrisa
del niño que ya sueña.
"...Se escuchan los rumores
de remos en la brega,
quizás son los marinos
que salen a la pesca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
08/04/13
Leyéndote me parece estar ahí, si hasta siento el olor a mar y la brisa marina en el rostro. Describes bellamente la escena amigo. Besos!!!
ResponderEliminarGracias por describir así mis versos Paty.
EliminarUn abrazo y feliz comienzo de semana.
Rumores que encierran la nostalgia que provoca la niñez en el mar.
ResponderEliminarBellísimo!!!
Un abrazo…
Sí, rumores del mar y de las olas Oriana.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Rumores, murmullos del mar, remos en la brega. Frescura, luz, movimiento, vida, es lo que percibo
ResponderEliminarUn abrazo grande
Así es Natalia, un poco de yodo y salitre para sentir el rumor de las olas.
EliminarUn abrazo.
Hermosa imagen que acompaña a estos versos plácidos de atardecer.
ResponderEliminarUn abrazo, Rafael, y buen inicio de semana.
Fina
Gracias Fina, pero te aseguro que la tranquilidad del mar, es muchas veces, como la de esa imagen.
EliminarUn abrazo.
Escribes muy bien , la verdad es que a esta poesía no le falta de nada, un abrazo.
ResponderEliminarGracias por ver así mis versos Amapola.
EliminarUn abrazo.
el rumor del mar inunda y traspasa todo imaginario
ResponderEliminarabrazos y buena semana
Es algo único Elisa y supongo que lo sabes perfectamente.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Me encanta ver reflejada la actividad del mar en tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Eso es inevitable Carmen, por la cercanía y mi nacimiento aquí, en esta Villa marinera.
EliminarUn beso en la noche.
aunque no tenga mar, escucho esos rumores en tus letras. bello poema rafael. un abrazo
ResponderEliminarGracias Alicia y pienso que el rumor del mar se escucha desde cualquier parta. Solo basta con cerrar los ojos y sentirle cerca.
EliminarUn abrazo.
Esos rumores del mar el poeta sabe sentirlos,traducirlos y hacerlos poesía...Una gozada sentir el mar en tus versos,que nos salpican de vida...amigo.
ResponderEliminarMi gratitud por estas bellezas y mi abrazo siempre,compañero y amigo.
M.Jesús
Gracias por interpretar de esta manera mis versos M.Jesús.
EliminarUn abrazo.