Se van quedando vacías
las esquinas del colegio
porque la sombras avanzan
con estupor y silencio.
Pero en la tarde tranquila
algo se prende en el cielo,
es una luna que asoma
con su candil de farero.
Es esa mágica imagen
que nos transporta a los sueños,
y nos invita a quedarnos
junto a la calma del suelo.
Bailan los pies en el agua
con sus pasitos inciertos,
mientras la brisa los seca
con el nordeste al acecho.
Se van quedando dormidos
los cristales sin reflejos,
porque los niños en casa
dejan deberes y juegos.
Hay una rosa prendida
y un corazón está atento,
hay unos labios que tiemblan
cuando pronuncian "te quiero..."
Pero las almas que dudan
buscan allí, en los recuerdos,
esas respuestas en blanco
y en los papeles ya muertos.
Sirven algunas cuartillas
donde trazaron mil versos,
los sempiternos juglares
con su locura sin freno.
Se van quedando sin nombre
las arenas del desierto,
porque el ocaso ha llegado
y ya se duermen los cuervos.
Salta el candor de la brasa,
brinca la llama en el fuego,
mientras la miro y remiro
con la pasión y el deseo.
Hay una tecla pulsada
de una guitarra, a lo lejos,
cuyo rasgueo me envuelve
y se estremece mi cuerpo.
Flotan aromas sin nombre,
brillan las luces del puerto,
y hay una estela muy blanca
con esperanza y consuelo.
"...Se va quedando la nieve
entre tu lindo cabello,
pero la gracia no acaba,
sigue latiendo en tu pecho..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/13
las esquinas del colegio
porque la sombras avanzan
con estupor y silencio.
Pero en la tarde tranquila
algo se prende en el cielo,
es una luna que asoma
con su candil de farero.
Es esa mágica imagen
que nos transporta a los sueños,
y nos invita a quedarnos
junto a la calma del suelo.
Bailan los pies en el agua
con sus pasitos inciertos,
mientras la brisa los seca
con el nordeste al acecho.
Se van quedando dormidos
los cristales sin reflejos,
porque los niños en casa
dejan deberes y juegos.
Hay una rosa prendida
y un corazón está atento,
hay unos labios que tiemblan
cuando pronuncian "te quiero..."
Pero las almas que dudan
buscan allí, en los recuerdos,
esas respuestas en blanco
y en los papeles ya muertos.
Sirven algunas cuartillas
donde trazaron mil versos,
los sempiternos juglares
con su locura sin freno.
Se van quedando sin nombre
las arenas del desierto,
porque el ocaso ha llegado
y ya se duermen los cuervos.
Salta el candor de la brasa,
brinca la llama en el fuego,
mientras la miro y remiro
con la pasión y el deseo.
Hay una tecla pulsada
de una guitarra, a lo lejos,
cuyo rasgueo me envuelve
y se estremece mi cuerpo.
Flotan aromas sin nombre,
brillan las luces del puerto,
y hay una estela muy blanca
con esperanza y consuelo.
"...Se va quedando la nieve
entre tu lindo cabello,
pero la gracia no acaba,
sigue latiendo en tu pecho..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/04/13
Y es que la lunas nos transporta a lugares de ensueño. Bello Rafael. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Alicia y con nuestros sueños a cuestas.
EliminarUn abrazo.
Va llegando la noche y con ella ese embrujo especial que tiene,los sueños van cogiendo forma y los corazones danzando libremente,bello versos nos has regalado hoy Rafa,besines amigo
ResponderEliminarGracias por seguir mis versos Shantal, es un placer.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Divina, sobre todo ese broche final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por ver así mis versos Misterio.
EliminarUn abrazo.
Qué bonita poesía Rafael, me encantó. besos.
ResponderEliminarMe alegra de que te gustara Amapola. Besos en la tarde.
EliminarNo dejemos nunca de soñar, ya sea con la luna o el sol, con un beso o una caricia...
ResponderEliminarBesos amigo
Por supuesto que si Anna, soñar es imprescindible para el alma.
EliminarBesos en la tarde.
Hermoso, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Rossana
Gracias por tu apreciación Ross.
EliminarUn abrazo.
Crece la vida,
ResponderEliminarpasan los años,
en el pelo nieve,
tu corazón tierno.
¡Muy bonito Rafael! gracias por tus visitas a mi blog.
Un abrazo fuerte desde mi Librillo.
Gracias a ti Rosario, es un placer leer tus romances.
EliminarUn abrazo desde Cantabria.
Todo se marcha o será que cambia a nuestros los y deja de arder al rojo vivo en el recuerdo volviéndose candente pero menos a cada día que pasa.
ResponderEliminarUn abrazo
Es posible que sea de todo un poco TriniReina, porque así es la vida.
EliminarUn abrazo en la noche.
Qué bonito, Rafael, con esperanza y consuelo todo va mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Rafael, seguro que es tal y como dices.
EliminarUn abrazo.