Estabas allí, despierta,
y asomada a la ventana,
con los cabellos al viento
que la brisa los mesaba.
Y te miré ilusionado,
para seguir a tu cara,
en su vagar silencioso
por las regiones más altas.
Pero escuché entristecido
el rumor de las resacas,
y el sonido de los remos
que bogaban en las barcas.
Estabas con un suspiro
en tus ojos de gitana,
y la sonrisa en los labios
que en tu boca despuntaba.
Y me quedé boquiabierto
suspirando, sin palabras,
en un letargo sin nombre
que acercaba las distancias.
Pero dejé entre mis labios
esa música lejana,
ese nombre, que es tu nombre
y me quema las entrañas.
Estabas tal vez, soñando,
con futuras caminatas,
de paseos por el cielo
en las nubes plateadas.
Y me envolví sin saberlo
en tu sueño y tus pestañas,
para saciar los latidos
del rocío en la mañana.
Pero un chasquido de dedos,
(un relámpago en la fragua),
me devolvió hasta la orilla
con salitres y con algas.
Estabas entre las sombras
que nacían de la nada
y las dudas de la noche
que envolvían a tu alma.
Y te guie con mi antorcha
sorteando telarañas,
y apartando los silencios
de la luz tan añorada.
Pero la luz mortecina
de la linterna se apaga,
y se acabaron los sueños
como un borrón escarlata.
"...Estabas allí despierta
tan hermosa y tan lozana,
que atracaste, sin saberlo,
el candor de una mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/13
y asomada a la ventana,
con los cabellos al viento
que la brisa los mesaba.
Y te miré ilusionado,
para seguir a tu cara,
en su vagar silencioso
por las regiones más altas.
Pero escuché entristecido
el rumor de las resacas,
y el sonido de los remos
que bogaban en las barcas.
Estabas con un suspiro
en tus ojos de gitana,
y la sonrisa en los labios
que en tu boca despuntaba.
Y me quedé boquiabierto
suspirando, sin palabras,
en un letargo sin nombre
que acercaba las distancias.
Pero dejé entre mis labios
esa música lejana,
ese nombre, que es tu nombre
y me quema las entrañas.
Estabas tal vez, soñando,
con futuras caminatas,
de paseos por el cielo
en las nubes plateadas.
Y me envolví sin saberlo
en tu sueño y tus pestañas,
para saciar los latidos
del rocío en la mañana.
Pero un chasquido de dedos,
(un relámpago en la fragua),
me devolvió hasta la orilla
con salitres y con algas.
Estabas entre las sombras
que nacían de la nada
y las dudas de la noche
que envolvían a tu alma.
Y te guie con mi antorcha
sorteando telarañas,
y apartando los silencios
de la luz tan añorada.
Pero la luz mortecina
de la linterna se apaga,
y se acabaron los sueños
como un borrón escarlata.
"...Estabas allí despierta
tan hermosa y tan lozana,
que atracaste, sin saberlo,
el candor de una mirada..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/13
ResponderEliminarla hermosura y la lozanía
todo acaba
sin remedio
todo en un estertor escarlata
besitos y buena jornada Rafael
Cierto Ely, así es.
EliminarUn abrazo.
Admiración y belleza...
ResponderEliminarMil besos.
Mil gracias Misterio.
EliminarUn beso y lindo día.
Desde luego tu linterna , o sea tu luz poética no se apaga, que poesías mas bonitas¡¡¡Rafael.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Amapola, esperemos que así sea durante un tiempo.
EliminarUn beso.
y alli seguira siempre que lo desees...
ResponderEliminarbesitos Rafael
Gracias Cora.
EliminarBesitos en la tarde.
Hermosas letras
ResponderEliminarcargadas de dulzura..
Cautivante tu entrega..
Besitos lindo miércoles.
Gracias Clarivel.
EliminarUn abrazo.
Una visión mágica e inolvidable, que le has dado visos de eternidad,amigo...
ResponderEliminarMi felicitación y un beso en la noche madrileña,Rafael.
M.Jesús
Gracias por ver así mis versos M.Jesús.
EliminarUn beso en la noche.
Tu suspiro respiró el aliento del suspiro anhelado y tu luz sin saberlo atracó en su mirada...
ResponderEliminarQue bello Rafael, es muy hermosa tu manera de plasmar una idea y convertirla en un poema.
Te dejo un fuerte abrazo, linda noche!
Gracias inmensas Cristina.
EliminarUn abrazo especial en esta noche.