Me viene a la memoria
un sueño de canela,
dos niños frente a frente
con natas y con fresas.
Se miran muy despacio,
sus manos ya no tiemblan,
suspiran un instante
y actúan con presteza.
Se quitan los vestidos
pues sobran tantas prendas,
las almas se susurran,
los cuerpos se desean.
Murmuran las pupilas
palabras inconexas,
retazos de pasiones
que surgen incompletas.
Se juntan ambas manos
y parten a las fresas,
las limpian con cuidado
las cortan y trocean.
Después, muy lentamente,
colocan en las piernas,
los trozos conseguidos
con nata que va envuelta.
Y dejan, con cuidado,
el fruto de la tierra,
en pechos y en pezones,
en muslos y entrepiernas.
Por último los labios
se aprestan a la fiesta,
y buscan a la fruta
sabrosa que ya espera.
Las lenguas se relamen,
recorren la floresta,
se sacian los sentidos
y el pulso se acelera.
Dos cuerpos que se abrazan
y sacian sin reservas,
se dan en ese postre
un brindis en la entrega.
Palpitan corazones
con sangre que se altera,
y gritan las entrañas
con lava entre las venas.
Se nublan las pupilas
y quedan satisfechas,
las almas de los niños
saciadas por las fresas.
Consiguen ver el cielo,
las lenguas balbucean,
y quedan abrazados
los cuerpos en su guerra.
El campo de batalla
es digno de leyenda,
guerreros sudorosos
rompiendo las cadenas.
Y en medio los amantes,
ya tienen la respuesta,
dos cuerpos muy unidos
lograron la sorpresa.
Lograron la sonrisa
que entregan las estrellas
y el néctar y lujuria
que plasma este poema.
"...Me viene a la memoria
un sueño sin fronteras,
dos niños que se amaron
con natas y con fresas...."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/14
un sueño de canela,
dos niños frente a frente
con natas y con fresas.
Se miran muy despacio,
sus manos ya no tiemblan,
suspiran un instante
y actúan con presteza.
Se quitan los vestidos
pues sobran tantas prendas,
las almas se susurran,
los cuerpos se desean.
Murmuran las pupilas
palabras inconexas,
retazos de pasiones
que surgen incompletas.
Se juntan ambas manos
y parten a las fresas,
las limpian con cuidado
las cortan y trocean.
Después, muy lentamente,
colocan en las piernas,
los trozos conseguidos
con nata que va envuelta.
Y dejan, con cuidado,
el fruto de la tierra,
en pechos y en pezones,
en muslos y entrepiernas.
Por último los labios
se aprestan a la fiesta,
y buscan a la fruta
sabrosa que ya espera.
Las lenguas se relamen,
recorren la floresta,
se sacian los sentidos
y el pulso se acelera.
Dos cuerpos que se abrazan
y sacian sin reservas,
se dan en ese postre
un brindis en la entrega.
Palpitan corazones
con sangre que se altera,
y gritan las entrañas
con lava entre las venas.
Se nublan las pupilas
y quedan satisfechas,
las almas de los niños
saciadas por las fresas.
Consiguen ver el cielo,
las lenguas balbucean,
y quedan abrazados
los cuerpos en su guerra.
El campo de batalla
es digno de leyenda,
guerreros sudorosos
rompiendo las cadenas.
Y en medio los amantes,
ya tienen la respuesta,
dos cuerpos muy unidos
lograron la sorpresa.
Lograron la sonrisa
que entregan las estrellas
y el néctar y lujuria
que plasma este poema.
"...Me viene a la memoria
un sueño sin fronteras,
dos niños que se amaron
con natas y con fresas...."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/08/14
Vuelvo a tus poemas, Rafa. Precioso y tierno.Los amores infantiles, tan llenos de inocencia y de sonrisas, se recuerdan siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra de que veas así estos versos Fanny.
EliminarUn abrazo.
Exquisito y sensual postre el degustado aquí hoy.
ResponderEliminar; )
Besos
Gracias Carmen.
EliminarBesos.
mezclar niños y lascivia me deja un sabor raro
ResponderEliminarbuena jornada Rafael
Pues lo siento Ely, pero la metáfora se suele emplear bastante así, de esta manera aunque no lo parezca, y para nada he visto en otros autores algo raro en ello.
EliminarDe todas formas si a alguien le molesta el poema puede indicármelo y lo retiraré.
Un abrazo y linda semana.
entiendo que muchos lo escriban así, existen otros conceptos que reflejan certeramente la edad en donde se explora el sexo :
ResponderEliminarjóvenes, mozos, púberes, chicuelos, lolos, núbil, adolescente
ya que el concepto niños implica desde que nacen hasta más o menos los diez años
era solo eso Rafael, a mí en lo personal cuando se mezclan conceptos de lascivia con el concepto niño me provoca otra tipo de imagen , algo fuerte , ha de ser una cuestión profesional, el haber trabajado con niños y con jóvenes me hace detenerme en la diferencia
si no quieres el comentario los puedes borrar los dos
no hay drama
abrazos
Acepto tus comentarios y ahora entiendo mejor lo que intentabas decirme en el primero Ely. No hay problema. En este caso se trata de hacer vibrar la fibra infantil de los mayores, que todos llevamos, en ese acto del amor que tiene tantas vertientes y que para nada, en este caso, abarca la lascivia. Ya te digo que numerosos autores emplean estas metáforas quizás buscando esa infancia y de ella la ternura infinita que por razones evolutivas todos hemos podido disfrutar y sentir alguna vez en nuestras vidas.
EliminarUn abrazo y feliz día querida amiga.
Hola Rafael...los dulces siempre gustan ,sobre todo a los niños...malo darles golosinas y de pronto quitarselas ...son niños siempre y no olvidan el sabor ...
ResponderEliminarun gran abrazo
Marina
Es cierto lo que dices Marina.
EliminarUn abrazo.
Rafael , uufff muy sensual ehhhh una melodía exquisita y dulce a la vez soolo por las fresas y nata jajajaj, me alegra leerte nuevamente por aqui , precioso y feliz día un abrazo fuerte desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu comentario Bea.
EliminarUn abrazo.
Muy lindo poema, enhorabuena, Rafael.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Azzul.
EliminarBesos.
¡Hola, Rafa!!!
ResponderEliminar¡Uy uy uy que banquete he! Que rico... fresas con nata... ja ja.
Son unas versos preciosos con esa ternura del amor de dos cuerpos que se abrazan que se aman y que es la cosa más natural y maravillosa que debe gozar todo ser viviente.
Ojalá que todo fuera amor y pasión entre todas las pareja, cosa que no es así.
Y, me muero de pena cundo oigo hablar de violencia de malos tratos e incluso de muertes. ¿Donde quedaría el amor que se procesaron un día? Me lo pregunto muchas veces. Seamos felices! abrazándonos y amándonos. ¡Si es lo más hermoso del mundo!...
Ha sido un inmenso placer. Te dejo mi gratitud y mi estima.
Un beso y se muy muy feliz.
Gracias por tus palabras Marina y coincido plenamente con ellas.
EliminarUn beso en la noche.
Eso! La fuerza, la nostalgia, la profundidad psicológica. Que alegría leer textos como estos.
ResponderEliminarUn enorme abrazo.
Gracias por tu comentario Alexander.
EliminarUn abrazo.
Es que cuando amamos lo hacen con la ternura de los niños y para ellos no hay sueños imposibles.
ResponderEliminarQué lindo sería volver a ser niños, no?
Me encanto!!!
Cariños…
Hermosa utopía Oriana.
EliminarAbrazos en la noche.
Una historia preciosa, Rafael...En ella dejas tu magia, tu claridad y tu genuino e inconfundible versar...Me ha encantado...Mi abrazo y mi gratitud por compartir estas bellezas, amigo.
ResponderEliminarM.Jesús
Me alegro de que te guste M. Jesús.
EliminarUn abrazo.