Al final del camino
se encontraba la meta,
toda llena de polvo
y también con su puerta.
Al mirarla pensaba,
qué tendría tras ella,
qué sorpresas, sin duda,
me ocultaba su niebla.
Y frenando mi paso
me detuve a su vera,
no sabía si abrirla
o esperar la respuesta.
Pero el cielo, en lo alto,
silencioso me observa,
no decía palabras
que animaran mi fuerza.
Y allí estaba, cansado,
con la lengua reseca,
esperando la fuente
y aquel agua tan fresca.
Yo escuchaba sonidos,
(tentadoras escenas),
tras la puerta cerrada
y sus recias maderas.
Era un claro designio
de romper esa escena,
y cruzar los umbrales
y el dintel de la senda.
Más allá de la vida
hay destellos y esencia,
y el sabor agridulce
del cariño que dejan.
"...Al final del camino
unos besos me esperan,
y pronuncian mi nombre
en sus labios de seda..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/16
se encontraba la meta,
toda llena de polvo
y también con su puerta.
Al mirarla pensaba,
qué tendría tras ella,
qué sorpresas, sin duda,
me ocultaba su niebla.
Y frenando mi paso
me detuve a su vera,
no sabía si abrirla
o esperar la respuesta.
Pero el cielo, en lo alto,
silencioso me observa,
no decía palabras
que animaran mi fuerza.
Y allí estaba, cansado,
con la lengua reseca,
esperando la fuente
y aquel agua tan fresca.
Yo escuchaba sonidos,
(tentadoras escenas),
tras la puerta cerrada
y sus recias maderas.
Era un claro designio
de romper esa escena,
y cruzar los umbrales
y el dintel de la senda.
Más allá de la vida
hay destellos y esencia,
y el sabor agridulce
del cariño que dejan.
"...Al final del camino
unos besos me esperan,
y pronuncian mi nombre
en sus labios de seda..."
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/16
Todos tendremos que abrir esa puerta algún día, al final del camino.
ResponderEliminarAbrazos.
Cierto Rafael.
EliminarUn abrazo.
Puerta abierta para entrar a esa meta para recoger esos besos, con sabor agridulce.
ResponderEliminarAsí es el amor Rafael.
Feliz semana querido amigo y poeta.
Un abrazo.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz semana.
Querido amigo, vengo a agradecer tus palabras en mi blog. El número de muertos se agrandan, la tragedia se intensifica...en Ecuador, mi país, le llaman "el fin del mundo" por la magnitud de las desgracias. Gracias nuevamente. Un abrazo.
ResponderEliminarEn momentos así, aunque siempre también, todos debemos estar unidos, Ceciely.
EliminarUn abrazo especial.
Si, pero mejor que esa puerta tarde en abrirse, Rafael
ResponderEliminarUm abrazo
Fina
Cierto Fina, todos pensamos lo mismo, creo.
EliminarUn abrazo.
Que ese final del camino no sea el final, si no un nuevo comienzo y en el que te acompañen esos besos
ResponderEliminarun abrazo
¡Ojalá sea como dices, María...!
EliminarUn abrazo.
es solo un paso solo eso no pero lo mejor si llega ya te lo han dicho pero soy de lamis opinión que esos besos vayan a tu lado, Precioso!! un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tus palabras y deseos, Bea.
EliminarUn abrazo.
El destino de cada camino es la esencia de lo vivido.
ResponderEliminarMi brazo
Completamente de acuerdo, Athenea.
EliminarUn abrazo.