Tendrás, si quieres, toda mi vida,
tendrás la rosa que yo te ofrezco,
también el cáliz, la paz eterna,
la suave brisa que deja el viento.
Tendrás un traje con mil claveles,
unos zapatos de charol viejo,
una mantilla para la noche
y una violeta para tu pelo.
Tendrás mi mano junto a tu mano,
y entre tus dedos tendrás mis dedos,
serán caricias, serán ternura
las rozaduras que allí te dejo.
Tendrás un ángel en tu costado
y si tú quieres tendrás silencio,
la zarabanda que llena el alma
y que alimenta, también, los sueños.
Tendrás la fuente que mana fresca
con ese chorro que baja al suelo;
tú te refrescas, tal vez, la frente,
la cara tierna y el bello cuello.
Tendrás el bosque lleno de gnomos,
con hadas y elfos que son sus dueños,
pero te entregan, a ti, las llaves
de esa hermosura que ahora te cuento.
Tendrás los mares para ti sola,
tendrás los campos, tendrás el cielo,
y en los relojes de sol y sombra
hoy sus tic-taces serán tu aliento.
Tendrás las mieles de la fortuna,
y en ese néctar tendrás mis besos,
tendrás sonrisas, siempre, en tus labios
y por tus venas la sangre ardiendo.
"...Por si te animas, niña querida,
tendrás mi vida porque te quiero,
porque te amo, porque te adoro
porque tú tienes lo que yo anhelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/16
tendrás la rosa que yo te ofrezco,
también el cáliz, la paz eterna,
la suave brisa que deja el viento.
Tendrás un traje con mil claveles,
unos zapatos de charol viejo,
una mantilla para la noche
y una violeta para tu pelo.
Tendrás mi mano junto a tu mano,
y entre tus dedos tendrás mis dedos,
serán caricias, serán ternura
las rozaduras que allí te dejo.
Tendrás un ángel en tu costado
y si tú quieres tendrás silencio,
la zarabanda que llena el alma
y que alimenta, también, los sueños.
Tendrás la fuente que mana fresca
con ese chorro que baja al suelo;
tú te refrescas, tal vez, la frente,
la cara tierna y el bello cuello.
Tendrás el bosque lleno de gnomos,
con hadas y elfos que son sus dueños,
pero te entregan, a ti, las llaves
de esa hermosura que ahora te cuento.
Tendrás los mares para ti sola,
tendrás los campos, tendrás el cielo,
y en los relojes de sol y sombra
hoy sus tic-taces serán tu aliento.
Tendrás las mieles de la fortuna,
y en ese néctar tendrás mis besos,
tendrás sonrisas, siempre, en tus labios
y por tus venas la sangre ardiendo.
"...Por si te animas, niña querida,
tendrás mi vida porque te quiero,
porque te amo, porque te adoro
porque tú tienes lo que yo anhelo..."
Rafael Sánchez Ortega ©
25/09/16
PRECIOSOS TUS VERSOS
ResponderEliminarABRAZOS...FELIZ VIERNES.
Gracias Marina.
EliminarUn abrazo y feliz viernes.
¡Cómo te inspira el amor querido Rafael!!
ResponderEliminarFelicitaciones por tan buen poema.
Muy buen fin de semana.
mariarosa
Gracias María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Como un ramo de azahar, como la brisa del mar, el olor del jazmín en noches de verano... tu poema me ha sabido a todo eso.
ResponderEliminarPrecioso, Rafael.
Mil besitos.
Gracias por percibir todo eso Auroratris.
EliminarUn abrazo.
Generoso ofrecimiento que muy bien se resume en ese cierre.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Carmen.
EliminarBesos.
Seguro que con tus besos se anima vamos seguro jejejje y luego esa melodiosa voz entre versos uufff precioso Rafael un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea, pero no olvides que es un poema.
EliminarUn abrazote desde el cantábrico.