Una tarde en el colegio,
con la lluvia en la ventana.
Unos niños ven un libro
otros miran la pizarra.
Y en el fondo, en una esquina,
hay un niño que se escapa,
que navega por los cielos
y la lluvia con sus lágrimas.
Es un niño, como tantos,
soñador en su mirada,
con el pelo arrebolado
que acentúa bien su cara.
Una cara de inocencia,
de pupilas sin nostalgia,
con pequeñas mariposas
que ya vuelan por su alma.
Y es aquí, donde comienzan,
los encantos y la magia,
de ese mundo incomprensible
de los gnomos y las hadas.
En la clase, en una esquina,
hay un banco con un arpa,
quizás busca la caricia
de una mano tierna y blanda.
Nuestro niño, el de los sueños,
da dos pasos hacia el alba,
a ese mundo que amanece
sin batuta y pentagrama.
Y se acerca sigiloso
hacia el arpa tan amada,
la acaricia con sus dedos
y en sus cuerdas traza un ancla.
"...Una tarde en el colegio
yo sentí que me llamabas
con tus ojos silenciosos
que me hablaban sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/09/16
con la lluvia en la ventana.
Unos niños ven un libro
otros miran la pizarra.
Y en el fondo, en una esquina,
hay un niño que se escapa,
que navega por los cielos
y la lluvia con sus lágrimas.
Es un niño, como tantos,
soñador en su mirada,
con el pelo arrebolado
que acentúa bien su cara.
Una cara de inocencia,
de pupilas sin nostalgia,
con pequeñas mariposas
que ya vuelan por su alma.
Y es aquí, donde comienzan,
los encantos y la magia,
de ese mundo incomprensible
de los gnomos y las hadas.
En la clase, en una esquina,
hay un banco con un arpa,
quizás busca la caricia
de una mano tierna y blanda.
Nuestro niño, el de los sueños,
da dos pasos hacia el alba,
a ese mundo que amanece
sin batuta y pentagrama.
Y se acerca sigiloso
hacia el arpa tan amada,
la acaricia con sus dedos
y en sus cuerdas traza un ancla.
"...Una tarde en el colegio
yo sentí que me llamabas
con tus ojos silenciosos
que me hablaban sin palabras..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/09/16
Es un poema bellísimo... lleno de ternura...
ResponderEliminarExcelente Rafael...
Abrazo
Gracias Impersonem.
EliminarAbrazo.
La magia de tus versos nos acerca a la infancia en una tarde de colegio, qué bonito poema, amigo Rafael.
ResponderEliminarUn beso en la tarde.
Gracias María, me alegro de que te guste.
EliminarUn beso.
Rafael, me has traido recuerdos de la infancia.
ResponderEliminarBello lo que has escrito.
Un gran abrazo y feliz tarde de lunes.
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz tarde del lunes.
Un niño mágico!
ResponderEliminarBesos.
Gracias por verle así, Carmen.
EliminarBesos.
Muy bonito, Rafael!!!
ResponderEliminarAbrazos.
PRECIOSA POESÍA ...LOS NIÑOS SON LO MAS HERMOSO DE LA VIDA ...TODO LO VEN COLOR DE ROSA ...ABRAZOS
ResponderEliminarCierto Marina.
EliminarUn abrazo.
Un poeta, un arpa y el recuerdo de la infancia en un poema hermoso.
ResponderEliminarmariarosa
Me alegra de que te guste María Rosa.
EliminarUn abrazo.
querido poeta estas olvidado
ResponderEliminarjamas!!!!!!!!!!!! te dejo un beso acaramelado
Se recibe ese beso acaramelado Recomenzar.
EliminarOtro para ti.
Tú y ese niño lleno de magia y de sueños presente siempre entre tus versos hermosa inocencia me encantó !! un abrazote desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo desde el cantábrico.
Ese niño fue un poeta, seguro que sí. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarSeguro Paty.
EliminarUn abrazo.
Todo ternura. Bienvenido de nuevo después de tu largo descanso, Rafael.
ResponderEliminarUn abrazo
Fina
Gracias Fina.
EliminarUn abrazo.