Una mota de luz en la libreta,
un instante fugaz, rompe el silencio,
y la mano de Dios, así, invisible,
va trazando las letras con respeto.
Amanece y renace un nuevo día
y comienza el escrito de los cielos,
es así como nacen las palabras
y también los poemas con sus versos.
Porque todo en la vida es poesía
y la misma se junta con los sueños,
esa forma que mezcla realidades
con suspiros y anhelos de los cuerdos.
Es posible que vague la mirada
y que busque figuras, a lo lejos,
filigranas, del todo incomprensibles,
que transmiten sus ecos al cuaderno.
Puede ser una gota de rocío
que nos deje en la rosa su reflejo,
o quizás la cortina en la ventana
de ese cielo tenaz y aventurero.
Pero es el latido de los dioses,
en la sangre que mueve nuestros pechos,
el que lleva a los cuerpos los temblores
y a las almas el hambre y el deseo.
Ya desborda la nieve los caminos
y se borran caminos y senderos,
para hacer que la mente los fecunde
y que trace otro mundo paralelo.
Todo es admisible en poesía,
el amor, el candor y el sufrimiento,
pero siempre buscando la esperanza
que la vida nos brinda, sin saberlo.
"...Una mota de luz en la ventana,
y un latido especial nos deja un beso,
es quizás la llamada de unos labios
y el susurro del nombre que yo quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/16
un instante fugaz, rompe el silencio,
y la mano de Dios, así, invisible,
va trazando las letras con respeto.
Amanece y renace un nuevo día
y comienza el escrito de los cielos,
es así como nacen las palabras
y también los poemas con sus versos.
Porque todo en la vida es poesía
y la misma se junta con los sueños,
esa forma que mezcla realidades
con suspiros y anhelos de los cuerdos.
Es posible que vague la mirada
y que busque figuras, a lo lejos,
filigranas, del todo incomprensibles,
que transmiten sus ecos al cuaderno.
Puede ser una gota de rocío
que nos deje en la rosa su reflejo,
o quizás la cortina en la ventana
de ese cielo tenaz y aventurero.
Pero es el latido de los dioses,
en la sangre que mueve nuestros pechos,
el que lleva a los cuerpos los temblores
y a las almas el hambre y el deseo.
Ya desborda la nieve los caminos
y se borran caminos y senderos,
para hacer que la mente los fecunde
y que trace otro mundo paralelo.
Todo es admisible en poesía,
el amor, el candor y el sufrimiento,
pero siempre buscando la esperanza
que la vida nos brinda, sin saberlo.
"...Una mota de luz en la ventana,
y un latido especial nos deja un beso,
es quizás la llamada de unos labios
y el susurro del nombre que yo quiero..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/10/16
gracias por volver a comentar en mi blog
ResponderEliminarSiempre es un placer Recomenzar.
EliminarUn abrazo.
buenas noches en este día que ha sido de recuerdos y añoranzas...un abrazo
ResponderEliminarGracias Marina.
EliminarUn abrazo.
Al igual que un grano de arena es el inicio de la perla
ResponderEliminarUna mota.. es el comienzo de un hermoso poema, el de tu canto a la vida
Un abrazo
Gracias por verlo así, María.
EliminarUn abrazo.
Me topé con tu blog de casualidad y me quedo, definitivamente.
ResponderEliminarEspero te guste el mío! Saludos
Gracias por tu visita y comentario Martina. Pasaré por el tuyo.
EliminarUn saludo.