Te encontré un buen día
buscando el silencio,
llevando tus pasos
despacio al desierto,
seguí tus pisadas,
volé tras tu vuelo,
y pude alcanzarte,
seguir tu sendero
y así, paso a paso,
llegamos al cielo,
el sitio tan lindo
que habitan los buenos,
y tú bella rosa
temblaste un momento
sentiste el rocío,
la noche y el hielo...
Te encontré un buen día,
te dije "te quiero",
miraste mis ojos,
tocaste mi pelo,
y entonces, temblando,
buscaste mis dedos,
los tuyos, de plata,
se ataron en ellos,
y fuimos felices
sentimos el cierzo,
la brisa encantada
que dejan los vientos,
el soplo divino
del labio travieso
que llega y que abraza
que arranca el deseo...
"...Te encontré un buen día
y nos fuimos lejos,
quizás sin destino,
a vivir los sueños..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/02/18
Bravo Rafa em encanto ..con eso te lo digo to ..
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche.
Gracias Campirela, sobran las palabras.
EliminarUn abrazo y feliz noche también para ti.
Es el mejor encuentro que poder desear.
ResponderEliminarAbrazo
Cierto María del Rosario.
EliminarUn abrazo.
Que bonito encuentro y lo eterno que lo haces en un poema .
ResponderEliminarGracias por ver así mis letras, Edith.
EliminarUn abrazo.
Y es que nada importaba. Puro presente.
ResponderEliminarAbrazo.
Así es, Verónica.
EliminarAbrazo.