Y fue la noche mi amante
y la eterna compañera,
donde dejé los silencios,
polvorientos del poeta,
y me entregué con la noche
a mitigar tantas penas,
atrapando las pasiones
y olvidando las promesas,
y es que la noche tan corta
precisaba mil cautelas
para estirar los segundos
de la eterna borrachera,
borra la noche temores,
deja caricias extremas
y hasta acentúa los besos
ya que las sombras son ciegas...
"...Y fue la noche mi amante
en una cama cualquiera,
y nos amamos sin freno
para sentirnos más cerca..."
Rafael Sánchez Ortega ©
30/08/18
Precioso , esa amante la noche ..nos embruja entre la oscuridad y hace de ella la mejor de entre todas ..la noche .
ResponderEliminarMe encanto .
Un abrazo y felices sueños.
Cierto Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Noche,amiga del poeta,del borracho,de los sin-techo,del corazón herido,de los amantes..
ResponderEliminarQué misteriosa la noche que nos invade!!
Besucos
Gó
Cierto Gó, de ahí su belleza.
EliminarUn abrazo y "besucos"
La noche, con su silencio, esa soledad nocturna que nos alimenta los sentidos.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo
Gracias Albada Dos.
EliminarUn abrazo.
Una buena metáfora, la noche como amante abrazando pasiones y temores...Realmente la noche es inspiradora, Rafael.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo.
Gracias por tus palabras, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
La noche siempre inspiradora, incluso cuando se vuelve tenebrosa.
ResponderEliminarEn este caso te acarició para inspirarte un bello poema.
Abrazo, Rafael.
Gracias sinceras, Verónica.
EliminarUn abrazo.