Era una casa vacía
con ventanas entornadas,
chimenea en el tejado
y la puerta con su aldaba,
me venía a los recuerdos
la figura y la fachada,
de la casa que ahora cito
con saudades de una infancia,
porque en ella vine al mundo
una fecha ya lejana
a crecer entre mayores
y a comer lo que se daba,
fueron tiempos de galernas
y vivir con mucha falta,
aunque entonces los suspiros
daban paso a la esperanza...
Pasó el tiempo y media vida,
juvenil y enamorada,
y cambiamos a la aldea
por diversas circunstancias,
traspasamos los desvanes
con hollines y su magia
y con ellos la alegría
de los cuentos de las hadas,
los cambiamos por paredes
de edificios y sin gracia,
en las villas y ciudades
del trabajo y las migajas,
y perdimos el encanto
y el embrujo, por nostalgias,
que quedaron, cual retales,
en el fondo de las almas...
"...Y de la casa vacía
que reclama la mirada,
hoy recuerdo, como siempre,
los rescoldos de una llama,
una mano enfebrecida
con la rosa solitaria,
y un suspiro entre los labios
por la infancia ya lejana..."
Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/19
Cuántas cosas se van perdiendo en el camino… A veces no nos damos cuenta del valor de aquellos días…
ResponderEliminarBello poema, mi querido amigo.
Abrazo grande, y feliz finde.
Sí, Campirela, es como dices.
EliminarUn abrazo y feliz finde.
Aquellos tiempos que dieron forma a nuestras sensaciones, a nuestros recuerdos.
ResponderEliminarY nada se compara con eso
Besos en tu noche, Rafael
Tienes razón Ame.
EliminarBesos en la noche.
Dar belleza a los recuerdos. Eres todo un experto. Besos.
ResponderEliminarGracias Laura.
EliminarBesos.
Bonito documento de vida... y firmado desde la añoranza.
ResponderEliminarBello poema, amigo Rafael.
Mil besitos en la noche.
Cuando empezado a leerlo , parecía como un cuento de miedo conforme iba leyendo vi que eran recuerdos , que se van perdiendo pero mientras nuestras memoria sigue intacta seguiremos nutriendonos de ellos.
ResponderEliminarUn feliz noche de sábado .
Y que nunca falten, Campirela.
EliminarUn abrazo en la noche.
Sería poco abundante ,pero había mucho amor y fraternidad en esos años de chimeneas y juegos de niños sin botones
ResponderEliminarBesucos
Gó
Sí, Gó, si que había eso que dices. Era un tiempo más familiar.
EliminarAbrazo y "Besucos"
Que belleza de poema. Tu añoranza de la casa de la infancia me llevó a recordar mi casa y mis primeros años. Gracias Rafael por la emoción.
ResponderEliminarMariarosa.
Gracias María Rosa. Creo que todos guardamos esos momentos tan especiales en un lugar especial del corazón.
EliminarUn abrazo.
Instantes como la vida misma versos llenos de nostalgias , un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias Bea.
EliminarUn abrazo desde el Cantábrico.