Se ha marchado la tarde
y ha llegado la noche,
las gaviotas pasaron
y también los gorriones,
ahora surge el silencio,
el rumor de las torres,
y la bruma ya cubre
a la plaza y al roble,
y se quedan sombrías
las aceras sin nombre,
los caminos y campos,
las colinas y montes,
porque esperan que llegue
poco a poco, y que asome,
esa luna de plata
con su manto y su broche...
Yo contemplo el suceso,
esta marcha salobre,
que me deja en los labios
un sabor uniforme,
y es que el tiempo se pasa
y atrás deja las voces,
de recuerdos dorados
y los ecos sin orden,
volverán otros tiempos,
surgirán mil razones
de sacar del olvido
a las rosas mejores,
aunque siempre, es posible,
que una espina nos corte
y hasta brote la sangre
y la duda se forme...
"...Se ha marchado la tarde
con su paso tan torpe
y la noche ha llegado
con su abrigo y capote..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/02/19
Y los ecos sin orden...
ResponderEliminarBonito poema, rafael. Besos
Gracias Laura.
EliminarBesos.
bello poema en honor a una tarde más que se marcha, y con ese hermoso óleo de Van Gogh.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras Carmen.
EliminarUn abrazo.
Con la luz de una luna mágica, las rosas se engalanan de miel y fantasía. Si hay alguna espina, es porque ellas saben de la vida
ResponderEliminarUn abrazo y por una tarde de rosas
Gracias por tu comentario Albada Dos.
EliminarUn abrazo por esa tarde de rosas.
Abracemos la noche como si fuera nuestro tesoro más bello y en él descubramos lo que nos acontece ..seguro que será algo maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz velada.
Seguro que sí, Campirela.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Qué blanca la luna luna...
ResponderEliminarY si te pincha la rosa es que no tiene otra forma de amar
Besucos
Gó
Sonrío, Gó.
EliminarUn abrazo y "besucos"
En el ocaso regresa el recuerdo y se hace poesía.
ResponderEliminarEsas espinas son inevitables, forman parte de este viaje.
Precioso poema.
Abrazo, Rafael.
Seguro que es como dices, Verónica.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Los atardeceres están llenos de bellas y tristes nostalgias, pero son horas muy bellas, a mí me encanta.
ResponderEliminarAbrazo amigo querido.
Cierto Paty, creo que los atardeceres nos gustan a todos.
EliminarUn abrazo.