No quiero lágrimas negras
que lloren cuando me marche
y se lleven mis cenizas
las gaviotas en la tarde,
si acaso ese labio abierto
con sonrisas y saudades
de las horas compartidas
escuchando nuestra sangre,
y es que la vida es latidos
que se van en un instante,
y nos dejan mil recuerdos
que no quieren esfumarse,
por eso no quiero lluvia,
ni suspiros que me llamen,
y que me impidan dormir
mientras inicio este viaje...
No quiero miradas turbias
ni pupilas con disfraces
para cubrir la partida
de mi barca por los mares,
tendré el timón bien dispuesto
y las velas con su baile
aprovechando la brisa
del nordeste con su guante,
y así marcharé a la nada
a esa tierra y a sus valles
donde la infancia es eterna
y rodeada de ángeles,
podré dar rienda a los sueños
y desprenderme del lastre
de vivir y amar, cantando
como aprendí de mis padres...
"...No quiero pedir migajas
ni caricias a las aves,
y seguiré mi camino
y su vuelo, con mi lastre..."
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/19
Lastre de vivir y amar...
ResponderEliminarTriste e intenso.
Besos.
Gracias Amapola Azzul.
EliminarBesos
Ni migajas, ni limosnas...
ResponderEliminarQue empiece el vuelo...sin peso.
🙂 Besos
Gracias Laura.
EliminarBesos.
Vivir y amar en el momento ...
ResponderEliminarBesos, Rafael
Gracias Ame.
EliminarBesos.
Hetmoso poema amigo saludos desde Argentina.
ResponderEliminarGracias Unknwn
EliminarUn saludo desde España.
Nos dejas un bello poema donde la despedida no podría ser más amena ..sin lastres es la mejor manera de viajar de donde no se regresa jamás ..
ResponderEliminarUna muy feliz tarde y abrazo en este viernes .
Gracias por tus palabras Campirela.
EliminarUn abrazo en la tarde.
Un poema triste, pero real, de qué nos sirven las lágrimas de los que quedan cuando partimos...?
ResponderEliminarfelicitaciones por lo bien que escribes.
mariarosa
Gracias por tus palabras María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Yo quiero una sonrisa como despedida...
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo Rafael.
MIl besitos en la noche.
Todos queremos esa sosnrisa, Auroratris.
EliminarUn abrazo en la noche.
Ni migajas, qué versos más cálidos, más rotundos. Cuando nos vayamos, que sonrían, porque habremos vivido
ResponderEliminarUn abrazo grande, Rafael
Pues sí, Albada Dos.
EliminarUn abrazo grande.
Como no se nada directo de lo que leo en tus tristes versos ,solo intuyo tristeza entre ella la mía te la dejo entre letras a la deriva.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias por tus palabras Marina.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Las partidas duelen pero es mejor recordar con alegría. Abrazos
ResponderEliminarCierto, Alicia.
EliminarAbrazos.
Un lindo viaje despejado de todo aquello que nos ata, que nos pueda perturbar en nuestro último viaje... el más importante. Bellos versos amigo, llenos de un sentir muy auténtico.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias sinceras Paty.
EliminarAbrazos.