Aquí seguimos
remando en el silencio
de nuestra barca.
Se oye el silencio
que clava sus cuchillos
en los oídos.
Los ojos buscan
el sitio donde nace
el cruel silencio.
Pero el silencio
no muestra su reflejo
y es invisible.
Quiero la cara,
sublime del silencio,
en mi costado.
Y en mi cartera
yo quiero que el silencio
esté presente.
Desde el silencio,
profundo de mi alma,
quiero sentirlo.
Quiero escuchar
la risa sibilina
de tu silencio.
Y por si escuchas
la voz de mi silencio,
en él te amo.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/02/25
Hola Rafael, a veces el silencio nos dice muchas cosas y que además van muy adentro. Feliz inicio de semana
ResponderEliminarGracias neuriwoman
EliminarFeliz semana.
Hola Rafael, para mi el silencio es necesario, no solo para escribir, también para pensar y superar ciertas cosas que la vida nos da. Muy buen poema, al menos tus recuerdos en el silencio te acompañan.
ResponderEliminarAbrazo.
Cierto María Rosa.
EliminarAbrazo.
En el silencio de la vida, él nos enseña la cara más verdadera de esta.
ResponderEliminarUn abarzo, y esa ficha de puzle a ver si encuentra su lugar ajaj. Un besote.
Gracias por todo, Campirela.
EliminarUn abrazo.
Navegando con el silencio, nacen bellos versos como estos que nos compartes.
ResponderEliminarFeliz noche Rafael
Un abrazo
Gracias Carmen.
EliminarUn abrazo.
Molto bella e sentita pur nel silenzio
ResponderEliminarUn caro saluto
Gracias Giorgio.
EliminarSaludos.
Hay un silencio insoportable, que como bien dices, se clava como cuchillos, pero el silencio que nos conecta con el interior hace posible la comunicación.
ResponderEliminarLa voz del silencio será escuchada.
Abrazo, Rafael.
El silencio puebla el universo...el nacimiento y la muerte...Ahí en el silencio está Dios, dejándonos mensajes silenciosos...
ResponderEliminarMi abrazo siempre, amigo poeta.