Hoy quisiera que me dejes
enseñarte las estrellas,
y que vengas a mi lado
de la mano, por la arena.
Porque así conseguiremos
una música sincera,
que nos llegue de los mares
y también de las sirenas.
Buscaremos caracolas
que nos dejen las mareas,
y las algas con el yodo
y las olas tan traviesas.
Buscaremos, en el cielo,
como pasan los cometas,
como brillan, con la fiebre,
las pupilas tan inquietas.
Hoy quisiera que me dejes
enseñarte mil veredas,
las que llevan hasta el puerto
y prosiguen a la iglesia.
Porque en ellas, nuestros labios,
se juntaron con promesas,
en un acto y con testigos
de la luna y la ribera.
Bella luna y caminante
que en el agua te reflejas,
guarda tú bien el secreto
que observaste tan despierta.
Y también guarda el suspiro
y el susurro de la tierra,
con el grito desgarrado
del amor que fue a tu puerta.
Nunca temas despertarnos,
dulce luna tan atenta,
porque vienes con nosotros
tan lozana y tan serena.
Junto al mar te colocamos
simplemente de farera,
y queremos que en sus aguas
tú te bañes y te duermas.
"...Hoy quisiera que me dejes
contemplarte cenicienta,
y robarte de tus labios
un suspiro de sal muera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/13
enseñarte las estrellas,
y que vengas a mi lado
de la mano, por la arena.
Porque así conseguiremos
una música sincera,
que nos llegue de los mares
y también de las sirenas.
Buscaremos caracolas
que nos dejen las mareas,
y las algas con el yodo
y las olas tan traviesas.
Buscaremos, en el cielo,
como pasan los cometas,
como brillan, con la fiebre,
las pupilas tan inquietas.
Hoy quisiera que me dejes
enseñarte mil veredas,
las que llevan hasta el puerto
y prosiguen a la iglesia.
Porque en ellas, nuestros labios,
se juntaron con promesas,
en un acto y con testigos
de la luna y la ribera.
Bella luna y caminante
que en el agua te reflejas,
guarda tú bien el secreto
que observaste tan despierta.
Y también guarda el suspiro
y el susurro de la tierra,
con el grito desgarrado
del amor que fue a tu puerta.
Nunca temas despertarnos,
dulce luna tan atenta,
porque vienes con nosotros
tan lozana y tan serena.
Junto al mar te colocamos
simplemente de farera,
y queremos que en sus aguas
tú te bañes y te duermas.
"...Hoy quisiera que me dejes
contemplarte cenicienta,
y robarte de tus labios
un suspiro de sal muera..."
Rafael Sánchez Ortega ©
24/09/13
el romance y la magia de la luna se ha instalado fehacientemente en la voz y actitud de tu protagonista
ResponderEliminarabrazos
Gracias por verlo así Ely.
EliminarUn abrazo y lindo día.
El mar siempre presente en tu poesía, es un aliado junto a la luna de tu romance.
ResponderEliminarmariarosa
Es inevitable lo del mar María Rosa.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Un paseo muy romántico y bello...
ResponderEliminarMuchos besos.
Gracias por tu comentario Misterio.
EliminarUn beso.
que tierno y romantico con esa foto que aun lo intensifica mas y mas
ResponderEliminarbesitos
Gracias por verlo así Cora.
EliminarBesitos.
¡Quién pusiese ser momento
ResponderEliminary sentirse luminaria,
para darte en tanto brillos
esa fuerza necesaria.
Beso, Rafa, divino.
Elisa
Gracias por tu comentario en estos versos Elisa.
EliminarUn beso en la noche.
Cuanta dulzura Rafael dejan
ResponderEliminartus letras hoy..me llevo la
última estrofa...
Besitos...
Gracias Claribel, "besitos" para ti en la noche.
EliminarEl amor, la luna y el mar en perfecta sincronía, Rafael...Gracias por tus versos, que se elevan al universo en un hermoso deseo, que volverá a ti realizado.
ResponderEliminarMi abrazo grande, poeta y amigo.
M.Jesús
Gracias por tu visita y comentario M.Jesús.
EliminarUn abrazo.
Rafaeleste es mas dluce mas tierno no deja de ser apasaonado pero esta lleno de amor precioso y en ese mar fantástico, un abrazo desde ,mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario Bea.
EliminarUn abrazo.
me produce nostalgia tu poema... aquellas tardes en el mar, caminar enamorados!!!! qué recuerdos!!! me encantaría hacerlo y sentirlo otra vez.
ResponderEliminar¿Y es tarde para ello, La quiltra...?
EliminarUn abrazo.