A veces cuando pienso,
encuentro un gran vacío,
me escudo en el silencio,
se rompe el corazón.
En cambio, en otros ratos,
no pienso y es distinto,
me elevo con mis sueños
y pierdo la razón.
Pensar en el pasado
sacando mil suspiros,
sin música del pecho
es una tentación.
Se duermen las alondras
quizás, tan dulcemente,
que guardan su alegría
debajo del plumón.
Al lado los gorriones,
coquetos y diversos,
esconden muchas rimas
del joven trovador.
Se pierden las batallas,
se rompen las cadenas,
se ganan las sonrisas
quizás con gran dolor.
Hay hombres en la plaza
que piensan diferente,
y niños, que en los juegos,
reflejan su candor.
La siesta y las canicas
se olvidan de promesas,
y corren presurosas
al hoyo triunfador.
A veces, cuando pienso,
no sé ni lo que digo,
afirmo tonterías
que niego bajo el sol.
Las luces de la calle
en tanto parpadean,
se siente sorprendidas
y ausentes del farol.
Las fuentes, mientras tanto,
no cesan su diatriba,
y el canto presuroso
sin ritmo y sin control.
Un roble envejecido
contempla todo aquello,
testigo de la historia
cual pobre caracol.
A veces, cuando pienso,
me siento como un niño,
que busca tentaciones
y sueña por los dos.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/14
encuentro un gran vacío,
me escudo en el silencio,
se rompe el corazón.
En cambio, en otros ratos,
no pienso y es distinto,
me elevo con mis sueños
y pierdo la razón.
Pensar en el pasado
sacando mil suspiros,
sin música del pecho
es una tentación.
Se duermen las alondras
quizás, tan dulcemente,
que guardan su alegría
debajo del plumón.
Al lado los gorriones,
coquetos y diversos,
esconden muchas rimas
del joven trovador.
Se pierden las batallas,
se rompen las cadenas,
se ganan las sonrisas
quizás con gran dolor.
Hay hombres en la plaza
que piensan diferente,
y niños, que en los juegos,
reflejan su candor.
La siesta y las canicas
se olvidan de promesas,
y corren presurosas
al hoyo triunfador.
A veces, cuando pienso,
no sé ni lo que digo,
afirmo tonterías
que niego bajo el sol.
Las luces de la calle
en tanto parpadean,
se siente sorprendidas
y ausentes del farol.
Las fuentes, mientras tanto,
no cesan su diatriba,
y el canto presuroso
sin ritmo y sin control.
Un roble envejecido
contempla todo aquello,
testigo de la historia
cual pobre caracol.
A veces, cuando pienso,
me siento como un niño,
que busca tentaciones
y sueña por los dos.
Rafael Sánchez Ortega ©
17/01/14
Gracias Rafael por compartir siempre tan bellas rimas…tienes un corazón grande, noble y sincero.
ResponderEliminarMil gracias por tu afectuosa presencia en mi blog…te echaré de menos. Sé feliz amigo…lo mereces.
Abrazos efusivos.
Gracias a ti Ceciely y siempre tendrás le puerta abierta de mis versos.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Justo lo que necesitaba leer antes de irme a dormir despues de un arduo dia. Tus versos son siempre un balsamo
ResponderEliminarUn abrazote
Me alegro de que mis versos puedan ser esa gota de paz para acabar una jornada.
EliminarUn abrazo y feliz martes Natalia.
Cuando distraemos la mente en imposibles, no proyectamos, o proyectamos lo que no queremos, en cambio, cuando nos evadimos, la dejamos libre, nos sorprende hasta donde podemos llegar.
ResponderEliminarMe encanta leerte.
Un abrazo Rafael.
Es cierto lo que dices Carmen y quizás ahí está la grandeza del alma en cada persona.
EliminarUn abrazo.
Hoy un poema reflexivo sobre la reflexión, siempre parcial, siempre limitada y artificial.
ResponderEliminarFelicidades.
Quizás tocaba así Julito, pero no es intencionado, de veras.
EliminarUn abrazo.
Rafael !!! creo que a veces nos pasa, decimos y proclamamos lo que sentimos y no pensamos, a veces las ausencias no nos llegan y a veces el deseo es mas profundo y nos tienta,.... precioso feliz dia amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu comentario Bea.
EliminarUn abrazo desde Cantabria.
A veces... Cuántos momentos y cuántas dualidades, Rafael.
ResponderEliminar(...)afirmo tonterías
que niego bajo el sol.(...)
Así somos. Humanos.
Saludos
Pues sí Verónica, lo que dices es cierto, quizás por esa condición humana que tenemos.
EliminarUn abrazo.
que uno solo sueñe por dos es arma de doble filo
ResponderEliminarabrazos Rafael
Totalmente de acuerdo Ely y "arma, además, peligrosa", ¿no crees?
EliminarUn abrazo.
Cuando pensamos,en esos momentos de calma tan reconfortantes, acuden a la mente paisajes presentes y lejanos.
ResponderEliminarLa estrofa que más me gusta es la final: se buscan tentaciones entre los dos.
Un abrazo
Es que esos momentos de calma deben de ser los mejores Fanny. (Al menos eso pienso)
EliminarUn abrazo.
Los pensamientos van y vienen en esa rueda de las horas, Rafael...La vida sigue su curso y nosotros fluimos a la par...Ojalá que sepamos elegir siempre los mejores pensamientos, que nos ayuden a seguir creando y recreando la vida...Mi felicitación por la magia de tus letras. Mi abrazo inmenso y mi ánimo,poeta.
ResponderEliminarM.Jesús
¡Ojalá sepamos verlos siempre M.ª Jesús!
EliminarUn abrazo en la noche.
Sí, es una tentación constante volver sobre el pasado, sobre todo para los nostálgicos.Y, a veces, es también un placer.
ResponderEliminarInteresantes reflexiones en este bello poema.
Un abrazo Rafael.
Completamente de acuerdo Jerónimo.
EliminarUn abrazo.
Esa enorme rueda de los pensamientos no deja de girar…Hay veces que son bienvenidos porque nos traen momentos irrepetibles vividos y otras veces que son mejor olvidar… Pero al final la memoria selectiva que tenemos tiende a quedarse con los buenos pensamientos.
ResponderEliminarUn cálido abrazo Rafael.
Pienso como dices en tu comentario Sneyder.
EliminarUn abrazo en la noche.
Triste cuando se rompe
ResponderEliminarel corazón. Y hay veses
que no lo podemos evitar..
Besitos Rafael..