De la plaza se escribe en un momento
y diría, que casi en un instante,
porque hay plazas que están en el silencio
mientras otra destacan por las tardes.
Son las plazas tranquilas de los pueblos
con rincones perdidos y con parques,
donde crecen los árboles diversos
y marchitan susurros las edades.
Porque siempre. en la plaza, manda el tiempo,
el reloj de los niños irreales,
el juguete de ancianos, tan traviesos,
que divide sus pechos en mitades.
Corazón de la plaza, y de los pueblos,
es la fuente cubierta de saudades,
donde mojan las niñas sus pañuelos
y sus labios de seda virginales.
Más no olvido la plaza y el albero,
donde el toro se muestra desafiante,
y un torero, con pinta de maestro,
planifica, con él, cualquier detalle.
Una capa que luce con el viento,
una linda muleta para el aire,
un traspiés y una ofrenda al universo,
dedicado a ese público que aplaude.
Porque todo en la plaza es movimiento,
y hasta tiemblan palillos y timbales,
cuando llega la hora y un lucero
atraviesa el espacio con su sangre.
Ya se cubre la plaza por el fuego
y el rubor encendido de la calle,
marabunta de tontos y de genios
con aplausos marchitos que les salen.
Otra plaza me espera en el talego,
es de piedra y de formas triangulares,
entre muros de artistas muy someros
con almenas altivas, principales.
Es allí donde callan los pañuelos,
donde crece la angustia de la carne,
donde surge la duda y el tormento
y se elevan banderas a los ángeles.
Más hay plazas carentes de remedios
que se buscan y piden, por mitades,
cual si fueran limosna y entretiempo
de un mendigo, tal vez, o de un feriante.
Más tu plaza en la vida es un misterio,
como es la del niño que ahora nace,
sin saber si la calma y el sosiego
estarán a su lado y a su alcance.
"...De la plaza se escribe en un momento
aunque hay una muy fuerte y sin retales,
porque yo la conservo aquí, en mi pecho,
para ti, deseando que la alcances..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/14
y diría, que casi en un instante,
porque hay plazas que están en el silencio
mientras otra destacan por las tardes.
Son las plazas tranquilas de los pueblos
con rincones perdidos y con parques,
donde crecen los árboles diversos
y marchitan susurros las edades.
Porque siempre. en la plaza, manda el tiempo,
el reloj de los niños irreales,
el juguete de ancianos, tan traviesos,
que divide sus pechos en mitades.
Corazón de la plaza, y de los pueblos,
es la fuente cubierta de saudades,
donde mojan las niñas sus pañuelos
y sus labios de seda virginales.
Más no olvido la plaza y el albero,
donde el toro se muestra desafiante,
y un torero, con pinta de maestro,
planifica, con él, cualquier detalle.
Una capa que luce con el viento,
una linda muleta para el aire,
un traspiés y una ofrenda al universo,
dedicado a ese público que aplaude.
Porque todo en la plaza es movimiento,
y hasta tiemblan palillos y timbales,
cuando llega la hora y un lucero
atraviesa el espacio con su sangre.
Ya se cubre la plaza por el fuego
y el rubor encendido de la calle,
marabunta de tontos y de genios
con aplausos marchitos que les salen.
Otra plaza me espera en el talego,
es de piedra y de formas triangulares,
entre muros de artistas muy someros
con almenas altivas, principales.
Es allí donde callan los pañuelos,
donde crece la angustia de la carne,
donde surge la duda y el tormento
y se elevan banderas a los ángeles.
Más hay plazas carentes de remedios
que se buscan y piden, por mitades,
cual si fueran limosna y entretiempo
de un mendigo, tal vez, o de un feriante.
Más tu plaza en la vida es un misterio,
como es la del niño que ahora nace,
sin saber si la calma y el sosiego
estarán a su lado y a su alcance.
"...De la plaza se escribe en un momento
aunque hay una muy fuerte y sin retales,
porque yo la conservo aquí, en mi pecho,
para ti, deseando que la alcances..."
Rafael Sánchez Ortega ©
14/01/14
Plazas de mil formas y todas cerradas. No me gustan, son cárceles en potencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizás por eso, la imagen, simboliza la libertad Julito.
EliminarUn abrazo.
Cada cual tiene su plaza, su momento, su espacio donde disfrutar o pensar o, simplemente sentarse y dejar que pasen las horas.
ResponderEliminarAbrazos
Pienso como tú, TriniReina, todo es cuestión de ver esa "plaza", allí donde se ofrezca.
EliminarUn abrazo.
Múltiples plazas existen, sí, pero yo prefiero quedarme con las plazas de los pequeños pueblos, las más entrañables de todas por su cercanía humana
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde de jueves, Rafael
Fina
Es que ese contacto humano es imprescindible Fina.
EliminarUn abrazo en la noche.
plazas llenas de alegria mientras el sol roza nuestra piel... plazas tambien llenas de dolor, de sangre... de barreras ...
ResponderEliminarcomo la vida ... mejor elegir la que nos de la luz
Un abrazo Rafael
La luz da vida y energía al cuerpo Cora, eso es indudable.
EliminarUn abrazo.
creo que no se me publico el comentario ...
ResponderEliminarYa ves que sí, Cora, pero esto funciona bastante irregular. Me pasa lo mismo con frecuencia.
EliminarBesos.
Algunas plazas se llenan de vida... un abrazo amigo
ResponderEliminarDebemos intentar que así sea Alicia.
EliminarUn abrazo.
Rafael añoranzas..... una plaza representa tantos recuerdos vidas, anécdotas uuff denuncias símbolos como bien dice tú de libertad y democracia tengo una que recuerdo mucho , precioso amigo querido me encantó un abrazo dsde mi brillo del mar
ResponderEliminarCierto lo que dejas en tu comentario Bea.
EliminarUn abrazo.
Las plazas son el centro de la convivencia, de encuentros con los amigos.
ResponderEliminarHermoso ese final.
Un abrazo.
Gracias Jerónimo, también así lo veo yo.
EliminarUn abrazo.
Me quedo con la plaza del segundo verso, me encanta la solera de las plazas de un pueblo.
ResponderEliminarUn abrazo Rafael.
Son más íntimas, ¿verdad Carmen...?
EliminarUn abrazo en la noche.
Preciosa reflexión sobre las plazas de la vida...Unas nos invitan a relajarnos, otras a pensar, a soñar e incluso a crear un poema tan bello como el tuyo amigo...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo manchego, RafaEL.
M.Jesús
Me alegra de que así hayas visto mis versos M.ªJesús.
EliminarGracias y un abrazo infinito.