REMINISCENCIAS VI

VI

Yo no sé por qué me invade la tristeza,
en esta noche,
y hasta siento que es el alma
quien vacila y se estremece.

Es posible que ahora sea por las fechas,
por la fiestas que se esconden
tras las mismas,
por los miles de personas que saldrán
a la aventura intentando realizar
hermosos sueños añorados.

Es posible que yo envidie su alegría
y su sonrisa
y hasta piense que la arruga de mi alma
es más profunda.
 
No lo sé, pero, definitivamente,
siento una lágrima bajar por la mejilla
y la aparto con mis dedos.

Yo no quiero que nadie me la vea
y pregunte el origen de la misma;
ni tampoco, que interpreten mis pupilas,
la profunda cobardía que refleja
mi figura ante el espejo.

Sé que debo despejar estos momentos,
intentando no pararme en el camino
y seguir, la dulce senda,
tras los pasos tan amados.

Aunque sepa que sus huellas
me conducen a la noche,
aunque sienta la resaca
entre mis brazos
y aunque añore sus palabras
y sus versos.

Rafael Sánchez Ortega ©
15/04/14