Pecaste hoy, mi Amor, por mis caricias,
por estar en un sueño renovado,
por hacer con el mismo filigranas
y jugar con mis dedos en tus labios.
Pero me alegro sí, de tu caída,
de ese paso y lujuria en tu pecado,
de buscar los rincones más sensibles
que se alteran al roce de tu mano.
Y es, por eso, que gozo al contemplarte
y pensar que el pecado ocasionado,
fue la lava surgida en tus entrañas
de un volcán de ese cuerpo que yo amo.
Porque sientes la llama, en el presente,
de ese fuego que excita hasta los santos,
y hasta notas la sangre por tus venas
en un ritmo febril y acalorado.
Por eso busco a la figura tan velada,
posando para mí, sin gran recato,
la imagen seductora y femenina
pecando como tal, en ese cuadro.
Te veo con tu gracia y tus suspiros,
ansiosa y con tus ojos suplicando,
que el sueño no se acabe todavía
y pueda prolongarse mucho rato.
¡Tenías tantas ganas de extasiarte,
de ser la Cenicienta de los lagos,
la dulce Blanca Nieves de los bosques,
la eterna Campanilla de los astros...!
Y me buscaste Amor, en esa escena,
querías disfrutar de aquel contacto,
saberte desnudada por mis dedos
y ser la prisionera del teatro.
"...Pecaste hoy, me dices sin palabras,
para saciar la sed de tu costado,
y yo, que te quería dulcemente,
te quiero, un poco más, tras tu relato..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/16
por estar en un sueño renovado,
por hacer con el mismo filigranas
y jugar con mis dedos en tus labios.
Pero me alegro sí, de tu caída,
de ese paso y lujuria en tu pecado,
de buscar los rincones más sensibles
que se alteran al roce de tu mano.
Y es, por eso, que gozo al contemplarte
y pensar que el pecado ocasionado,
fue la lava surgida en tus entrañas
de un volcán de ese cuerpo que yo amo.
Porque sientes la llama, en el presente,
de ese fuego que excita hasta los santos,
y hasta notas la sangre por tus venas
en un ritmo febril y acalorado.
Por eso busco a la figura tan velada,
posando para mí, sin gran recato,
la imagen seductora y femenina
pecando como tal, en ese cuadro.
Te veo con tu gracia y tus suspiros,
ansiosa y con tus ojos suplicando,
que el sueño no se acabe todavía
y pueda prolongarse mucho rato.
¡Tenías tantas ganas de extasiarte,
de ser la Cenicienta de los lagos,
la dulce Blanca Nieves de los bosques,
la eterna Campanilla de los astros...!
Y me buscaste Amor, en esa escena,
querías disfrutar de aquel contacto,
saberte desnudada por mis dedos
y ser la prisionera del teatro.
"...Pecaste hoy, me dices sin palabras,
para saciar la sed de tu costado,
y yo, que te quería dulcemente,
te quiero, un poco más, tras tu relato..."
Rafael Sánchez Ortega ©
29/01/16
uuff que bonito cuando se ama de verdad nunca hay pecado , entrañable poema dulces versos, me encantó querido amigo un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Bea.
EliminarUn abrazo.
Hermoso, Rafa.
ResponderEliminarTe felicito. Abrazos
Gracias Alicia.
EliminarAbrazos.
Bendito el pecado que nos hace felices y plenos
ResponderEliminarabrazos en una madrugada insomne
Cierto, María.
EliminarAbrazos.
Tus versos son ternura y pasión ...
ResponderEliminarVengo pronto no me pase lo de ayer...
feliz dia ...un abrazo
Gracias Marina.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Bonito a rabiar.
ResponderEliminarY es que en el amor, la pasión nunca peca.
Besos.
Me alegra de que te gusten estos versos, Marinel.
EliminarBesos.
Pecado entre los dedos que tocan las almas.
ResponderEliminarUn beso de seda.
Gracias María.
EliminarUn "beso de seda" también para ti.
Un dulce y bello pecado, que por cierto, si pecar fuese solo esto, sería bueno y maravilloso ser pecador. Grandioso amigo, besos!
ResponderEliminarGracias nuevamente por tus palabras, Paty.
EliminarBesos.
Hermosa esa lujuria.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte Rafael.
Feliz día.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario, Carmen.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Un pecado "sin palabras"...Bellísimo!!!
ResponderEliminarCariños...
Gracias Oriana.
EliminarAbrazos.
Como siempre buen ritmo y deliciosa cadencia en tus versos, Rafael...Dios nos ha creado para sentir y ser felices y estoy segura que el mismo Dios se recrea cuando lo somos y nos aplaude...Te dejo mi felicitación y mi abrazo siempre, amigo.
ResponderEliminarM.Jesús
Menos mal que pecó. No se puede ser tan perfecto.
ResponderEliminarEl pecado es cosa de los otros.
Todos "pecamos", Tecla y quien esté libre...
EliminarUn abrazo.
Muy hermosos tus versos Rafael, hay pecados tan bellos cuando hay amor ....
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Me alegra de que los veas asñi, Sneyder.
EliminarUn abrazo.
Ojala todos los pecados fuesen así!!!!.
ResponderEliminarBello poema repleto de sensualidad, amigo Rafael
Linda noche para ti
Fina
Gracias por tus palabras, Fina.
EliminarUn abrazo y que pases una linda noche.
Y es que los pecados del amor no pueden ser pecados ...
ResponderEliminarBello y romántico .
Bella noche Rafael un abrazo
Gracias Slave, pienso como tú dices en tus palabras.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Me encanta pecar de esa hermosa forma.
ResponderEliminarversos dulces en este caso.
Un abrazo.
Gracias Efe.
EliminarUn abrazo.