Unas nubes ensombrecen tus vestidos,
lindo cielo que me miras y me abrazas,
es invierno y yo lo sé, está lloviendo,
y me mojas con las gotas que desgranas.
Hay encanto y calidez en tu mensaje,
una fina sensación inmaculada,
un suspiro de este tiempo y de sus nubes
con la lluvia de este norte por mi cara.
Yo regreso lentamente a mi escritorio
voy en busca de un poema y su esperanza,
de esos versos que estimulen los sentidos
y separen de la luz las telarañas.
Pero encuentro que el salón está ocupado
por las sombras del ayer y la nostalgia,
y me oculto, sin querer, tras las cortinas
a escuchar los recovecos de esta casa.
Esta casa, que es mi casa, y no lo niego,
la que grita cuando extiendo sus ventanas,
que me amarra con sus lazos y cristales
a ese cuarto y al poema que me aguarda.
Porque está la poesía en un estante
y allí duermen los versículos del alma,
allí están las golondrinas en sus nidos
deseando ver el vuelo con sus alas.
Y regresan los susurros de los montes
con los sueños de los niños y las hadas,
y se forman utopías en los juegos
y hasta suenan cascabeles y campanas.
Es febrero, ya lo sé, lo reconozco,
el invierno sigue fiel con sus nevadas,
con los cielos cenicientos e irascibles
y con tantos pergaminos en sus páginas.
"...Unas nubes ensombrecen los caminos
y la voz se le congela a quien te llama,
corazón que aquí me escuchas, tú responde,
y estaré, junto a tu lado, sin tardanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/16
lindo cielo que me miras y me abrazas,
es invierno y yo lo sé, está lloviendo,
y me mojas con las gotas que desgranas.
Hay encanto y calidez en tu mensaje,
una fina sensación inmaculada,
un suspiro de este tiempo y de sus nubes
con la lluvia de este norte por mi cara.
Yo regreso lentamente a mi escritorio
voy en busca de un poema y su esperanza,
de esos versos que estimulen los sentidos
y separen de la luz las telarañas.
Pero encuentro que el salón está ocupado
por las sombras del ayer y la nostalgia,
y me oculto, sin querer, tras las cortinas
a escuchar los recovecos de esta casa.
Esta casa, que es mi casa, y no lo niego,
la que grita cuando extiendo sus ventanas,
que me amarra con sus lazos y cristales
a ese cuarto y al poema que me aguarda.
Porque está la poesía en un estante
y allí duermen los versículos del alma,
allí están las golondrinas en sus nidos
deseando ver el vuelo con sus alas.
Y regresan los susurros de los montes
con los sueños de los niños y las hadas,
y se forman utopías en los juegos
y hasta suenan cascabeles y campanas.
Es febrero, ya lo sé, lo reconozco,
el invierno sigue fiel con sus nevadas,
con los cielos cenicientos e irascibles
y con tantos pergaminos en sus páginas.
"...Unas nubes ensombrecen los caminos
y la voz se le congela a quien te llama,
corazón que aquí me escuchas, tú responde,
y estaré, junto a tu lado, sin tardanza..."
Rafael Sánchez Ortega ©
11/02/16
Cada casa guarda sus misterios, sus historias y recuerdos en los que nuestra vida se va hilvanando de nostalgias.
ResponderEliminarmariarosa
Totalmente de acuerdo, María Rosa.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito Rafael!!! hoy hay algo más que "palabras" en tus versos. Espero que escuchen el pedido de tu protagonista...
ResponderEliminarCariños...
Gracias Oriana.
EliminarUn abrazo.
La poesía es un instante y un suspiro entre los versos de los cálidos brazos.
ResponderEliminarUn beso de seda.
Cierto, María.
EliminarUn "beso de seda" también para ti.
Entre las sombras del invierno y su invitación a la nostalgia, surge el poema casi por sí mismo, flotando en esa atmósfera que has pintado. Felicidades
ResponderEliminarGracias por verlo así, Pepe.
EliminarUn abrazo.
Vaya que ese invierno sigue fiel en febrero jope aqui hace un frio uuff claro me dirás en canarias ? pos si ..... Bellisimo tu poema nunca dejes de buscar ese poema mi querido amgio un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSeguiremos intentándolo, Bea.
EliminarUn abrazo.
Rafael ¡¡¡ hermosas letras has dibujado desde tu corazón !!!
ResponderEliminarBesosss
Gracias por verlas así, Doris.
EliminarBesos.
Se adivina la calidez bajo ese manto invernal del poema.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Carmen.
EliminarBesos.
Si yo pudiera adivinar tus bellos versos...con mi pluma y papel escribiria unas rimas con cariño y esperanza ...
ResponderEliminarbesos Rafael ...besos
Marina
Quizás ya los adivinas, Marina.
EliminarBesos y feliz día.
Hace un febrero loco, mucho frío si,y la voz que se congela, ha helado, estoy en el curro, pero amarrada a tus bellos poemas, he robado un minutejo al jefe, espero que no me mande al paro :)
ResponderEliminarBesos Rafa.
Esperemos que mis versos no tengan la culpa, Daphnelaluna.
EliminarUn abrazo y feliz día, querida amiga.
Cuando se escucha esa respuesta el alma se alegra y se tiñe de colores.
ResponderEliminarQue tengas un feliz día Amigo
Gracias por verlo así, Efe.
EliminarUn abrazo y feliz martes.
!!Que belleza!!
ResponderEliminarCuánta sutileza derrochan tus letras.
Un beso Rafael
Me alegra de que te gusten estos versos, Deray.
EliminarUn beso y feliz día.
La nostalgia es un lugar común para los que escribimos. Un abrazo
ResponderEliminarCierto, Susana.
EliminarUn abrazo.
Gracias Rafael por tus cariñosas letras en tu comentario
ResponderEliminarFELIZ NOCHE
BESOS
Gracias a ti, Marina.
EliminarFeliz noche y besos.
Un entrañable poema, que nos recuerda ese frío invernal que nos mantiene recluidos en casa, a merced el recuerdo y la inspiración...Muy bello, Rafael.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo, amigo.
M.Jesús
Ha llegado el invierno, María Jesús y no queda más remedio que asumirlo.
EliminarUn abrazo.