Así es, sin chillidos,
sin tambor ni trompetas,
volverán los silencios
y la luna a Valencia.
Porque estamos en marzo
y las fallas se acercan,
y vendrán a nosotros
mascletás y pavesas.
Y el silencio, de nuevo,
romperá su belleza
ante el manto del fuego,
y las luces inquietas.
Nuevamente, los hombres,
prenderán las hogueras,
esa magia de luces
y de pólvora seca.
Fantasía en los niños,
con figuras de cera,
carnaval encubierto
donde todo se quema.
Así son estas noches
de profunda estridencia,
donde el alma sonría
y el silencio se aleja.
Pero todo concluye,
aunque ahora comienza,
este rito del fuego
y las fallas traviesas.
Hay fontanas de nieve
y de oro muy cerca,
corazones latiendo
con el fuego en las venas.
"...Así es, como digo,
lo que el fuego nos deja,
un temblor en los labios
que recoge un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/17
sin tambor ni trompetas,
volverán los silencios
y la luna a Valencia.
Porque estamos en marzo
y las fallas se acercan,
y vendrán a nosotros
mascletás y pavesas.
Y el silencio, de nuevo,
romperá su belleza
ante el manto del fuego,
y las luces inquietas.
Nuevamente, los hombres,
prenderán las hogueras,
esa magia de luces
y de pólvora seca.
Fantasía en los niños,
con figuras de cera,
carnaval encubierto
donde todo se quema.
Así son estas noches
de profunda estridencia,
donde el alma sonría
y el silencio se aleja.
Pero todo concluye,
aunque ahora comienza,
este rito del fuego
y las fallas traviesas.
Hay fontanas de nieve
y de oro muy cerca,
corazones latiendo
con el fuego en las venas.
"...Así es, como digo,
lo que el fuego nos deja,
un temblor en los labios
que recoge un poema..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/03/17
Qué poco queda para las fallas de Valencia, magia hoy en tus letras con ellas.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por tus letras María.
EliminarBesos.
Para mi no hay fiestas del fuego que me gusten tanto como las de la Candelaria cuando jugábamos a la rueda alrededor del fuego durante mi infancia.
ResponderEliminarCómo nos miraban las estrellas y repiqueteaba la sal cuando crujía.
No hay época más hermosa que cuando somos niños.
Debía ser algo muy hermoso Tecla, escribe sobre ello.
EliminarUn abrazo y gracias por estar cerca.
Son preciosas esas imagenes, son verdadero arte,tengo familia allí y acaban de invitarme para ir a la fallas, pero no soporto esos ruidos y el olor a pólvora... por todo lo demás tengo que reconocer que es fantástico,
ResponderEliminarcomo lo es este poema en honor a las fallas.
Un abrazo Rafael.
Gracias por tu comentario Carmen.
EliminarUn abrazo.
Fuego que el silencio devora para hacerse belleza.
ResponderEliminarAbraz●
Cierto Athenea.
EliminarUn abrazo.
...Y qué bien has recogido en tu poema el alma de la fiesta valenciana, Rafael...!!
ResponderEliminarMi abrazo y feliz finde.
Gracias por tus palabras María Jesús.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Bonito poema a la tradicional fiesta de los valencianos.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Gracias sinceras Laura.
EliminarUn abrazo.
El fuego del otoño se parece mucho a tus bellas letras, siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarAbrazo
Gracias María del Rosario, me alegro de que te gusten.
EliminarUn abrazo.
En tu poema está la fuerza de la tierra que tira, que grita, que llama... que arde bajo el júbilo de los valencianos.
ResponderEliminarFeliz Cremá, amigo Rafael.
Mil besitos.
Gracias por tu visión de mis letras en estas fiestas Auroratris.
EliminarUn abrazo.
uufff Rafael un silencio que clama precioso y profundo, un abrazo desde mi brillo del mar querido amigo
ResponderEliminarGracias por tus palabras Bea.
EliminarUn abrazo.
Homenaje.
ResponderEliminarAplaudo el poema. Muy bien sentido y realizado.
Abrazo, Rafael.
Gracias Verónica.
EliminarUn abrazo.